El senador reelecto Iván Moreira, se describe como un "sobreviviente" de la UDI, luego de la derrota de figuras históricas de su partido, como Ena von Baer y Jacqueline van Rysselberghe, quienes no fueron reelectas para formar parte de un período en la Cámara Alta.

Por ello, tras las elecciones que tuvieron lugar hace una semana en nuestro país, sus cuentas son alegres.

Según sus cálculos, junto a su compañero de lista Javier Hernández, "ayudamos a doblar a la izquierda y así sacar dos senadores", ya que fue electo junto a Carlos Ignacio Kuschel (RN).

Así también sostiene que está contento "porque recuperamos dos diputados para la UDI", tanto en el distrito 25, como en 26, gracias a las elecciones de Daniel Lilayú y de Fernando Bórquez, respectivamente, así como el contar con dos consejeros regionales en la Provincia de Osorno (Andrea Iturriaga y María Angélica Barraza).

De ahí que sostenga que a su tienda le fue bien, sobre todo en lo que respecta la recuperación de los diputados.

Ello, porque durante el presente período el gremialismo no cuenta con representantes de este territorio en la Cámara Baja.

Los últimos fueron Felipe De Mussy, ex diputado por el desaparecido distrito 56 (Puerto Varas) y Marisol Turres, ex diputada por el también desaparecido distrito 57 (Puerto Montt).

Los chilenos quieren un país tranquilo, ordenado, que progrese, y que no cambie de un plumazo todo lo que se ha construido, lo que se ha logrado levantar con tanto sacrificio. La gente desea modificar aquello que siente que no funciona bien, pero tomando el debido tiempo para estudiar los asuntos, y de esta manera no cometer los errores del pasado. Este fue un mensaje que se escuchó con mucha claridad en las elecciones del domingo recién pasado, junto con la tan ansiada seguridad y el rechazo a la violencia, temas que la ciudadanía demanda ahora más que nunca.

Se puede decir sin temor a equivocarse que las grandes mayorías son prudentes, que no están contra el sistema como un todo. A esa mayoría silenciosa, que se va a expresar nuevamente en las urnas durante la segunda vuelta del domingo 19 de diciembre, le interesa consumir como una forma de incrementar su bienestar personal. Siente que no es un asunto pecaminoso acudir a los malls para comprar, para comer, o simplemente pasar un rato agradable con la familia. Quienes han intentado retratar a los chilenos como unos revolucionarios dispuestos a romper con este sistema, se equivocan rotundamente. Una cosa es querer realizar cambios para mejorar, progresar y tener un país más inclusivo; otra muy diferente es intentar destruir lo que funciona bien, o bastante bien.

La gran clase media chilena no es ingenua, no comulga con los discursos que demonizan a los que se esfuerzan, a las personas que por su empeño y trabajo han acumulado un pequeño patrimonio, o incluso una gran riqueza. Son millones los compatriotas que han experimentado un auge económico en las últimas décadas, y están dispuestos a compartir una parte del mismo para ayudar a los que tienen menos; ellos saben que los políticos que lanzan diatribas contra "los ricos" no van a generar mejores empleos de esta manera; tampoco van a producir aumentos en las remuneraciones. Esto último se logra mediante la implementación de buenas políticas públicas, con gobiernos eficientes y líderes firmes, mentalmente estables, que saben hacer las cosas y que no saltan temerariamente al vacío, como proponen algunos que son demasiado jóvenes e inexpertos en estas materias.

La prosperidad nacional depende del liderazgo positivo proveniente del gobierno, pero también del esfuerzo personal de cada uno de nosotros. No queremos que se nos agravie cada vez que obtenemos un logro gracias al trabajo honesto y exitoso, como suelen hacer tantos revolucionarios que intentan dominar la escena pública desde la Convención, u otras instituciones de importancia. Todos aquellos que piensan que pueden manejarnos con estas tácticas políticas arcaicas, no entienden que Chile claramente eligió el camino del progreso y la paz.

El Comité Regional de Cambio Climático (CORECC Los Lagos), dio a conocer el pronto lanzamiento del proceso de Consulta Ciudadana en torno al Plan de Acción Regional de Cambio Climático (PARCC Los Lagos), instancia coordinada por el Ministerio del Medio Ambiente, con el apoyo financiero y técnico del Fondo Verde del Clima, y que guarda relación con el diseño y planificación de medidas de mitigación y adaptación en torno a los efectos de este fenómeno global en el territorio.

El proceso de consulta verá su inicio a partir de este 29 de noviembre próximo, a través de la plataforma online consultasciudadanas.mma.gob.cl, extendiéndose por 45 días hábiles hasta el 31 de enero del 2022, instancia abierta a toda la comunidad, a objeto de que puedan efectuar sus alcances y observaciones, que serán consideradas en el PARCC que será implementado por el CORECC Los Lagos.

Para el delegado presidencial regional, Carlos Geisse, se trata de una instancia que "apunta a implementar medidas para mitigar los efectos que produce este cambio en la región, es una planificación bien elaborada y ahora lo que viene es la consulta ciudadana".

Por su parte, el gobernador regional, Patricio Vallespín, indicó que "el Programa de Acción Climática es un buen marco de trabajo. Es una carta de navegación que aborda las medidas con compromisos fundamentales, donde las instituciones deben comprometerse con la ejecución que allí se señala. Es un programa de mediano y largo plazo que tiene que orientarse a cambiar las conductas y formas de cómo hemos desarrollado nuestro territorio sin la consideración climática que corresponde". En este sentido, el seremi del Medio Ambiente, Klaus Kosiel, señaló que "fenómenos como la marea roja o el aluvión que afectó a Villa Santa Lucía en Palena, son algunos de los embates de la naturaleza que en nuestra región son atribuibles al Cambio Climático. Es por ello, que hoy resulta relevante adoptar una estrategia concreta construida entre todos, para estar mejor preparados".