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Desde los próximos meses: plan maestro va al rescate de Angelmó

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Alejandro Gutiérrez Barría

En aquel tiempo (decenios del 40 al 80), Angelmó vivió su apogeo como todo un gran símbolo turístico-marítimo de Puerto Montt. La tradicional caleta era un impresionante bosque de velas de ventrudas lanchas chilotas, que mantenían un dinámico ir venir por el canal de Tenglo y que solían recostarse plácidamente en sus playas. Mientras sus navegantes comercializaban los productos insulares de hortalizas, peces y mariscos, incluyendo hasta leña, que era desembarcada en carretones sumergidos en las aguas de la rada, entre coros de gaviotas que entonaban graznidos de bienvenida a los cientos de visitantes que cada día se aglomeraban en ese mágico rincón marino, que -con el paso del tiempo- se fue desperfilando, hasta terminar arrinconado y sin las veleras, que eran su alma y sello. Como también se unían al bello paisaje, los infaltables e inspirados artistas pintores que, en sus telas, retrataban la emoción de sentirse rodeados de una naturaleza marítima y encuentro humano únicos. En una oportunidad de excepción tradicional en fraternidad histórica y social, junto al mar y las islas.

Fueron tiempos en que las mamás eran esperadas en casa, con ansias, por sus pequeños hijos, trayéndoles desde Angelmó las dulces frutas de las islas: manzanas de distintos sabores, incluyendo las amargas camuestas; almibaradas ciruelas amarillas y granates; espinosos y azucarados chupones; agridulces grosellas, murtas y calafates; y las refrescantes nalcas, que los mayores solían acompañar con sal en su consumo. Sin olvidar, el suave dulzor de las exquisitas mellas, envueltas en hojas de pangue, que las mujeres isleñas y costeras preparaban con reconocido talento y cariño para el buen pasar de las familias puertomontinas, que las preferían en sus onces y desayunos...

Espontáneos orígenes

Como siempre lo recordaba, quien fuera alcalde porteño, Juan Antonio Sandoval Paredes, el Angelmó original fue una creación espontánea, sin planificación alguna. Las veleras recalaban en las riberas donde hoy están las bodegas portuarias y la Gobernación Marítima, al abrigo de los vientos del norte y del sur. Allí, los lancheros vendían sus productos rurales del archipiélago de Reloncaví, los costeros desde Chamiza hasta Caleta La Arena y desde Panitao hasta Chiloé mismo, por el sur, pues no existían caminos y todo el transporte se hacía por el mar.

Eran años en que hasta las playas de Angelmó, llegaba la gente con limones, pan y vino, para comer mariscos encima de las mismas lanchas, que dormitaban sobre el pedregal costero.

Tras el terremoto del 60, se levantaron algunas casetas sobre la calle y aparecieron las primeras cocinarías y puestos de venta de productos marinos, emplazándose posteriormente el mercado en su actual ubicación, que con los años se ha hecho estrecho y hoy demanda una remodelación integral de todo orden, incluso sanitaria, ecológica, con más espacio, y rescate a Angelmó como el gran emblema marítimo y turístico de Puerto Montt, que la historia siempre ha reseñado con fervor.

Una inquietud que regularmente sacudía el pujante espíritu de Juan Sandoval, se refería a los terrenos abandonados al costado sur de Angelmó, -lo que antes fue una "calera"-, que consideraba aptos para construir allí una caleta. Donde pudieran expender sus productos los pequeños agricultores y mariscadores de las islas y campos cercanos.

Va plan maestro

A la pregunta nuestra, un tanto desencantada, -¿Qué es de Angelmó?-, el primero en responder fue el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, quien recalcó que el municipio porteño -justo en este momento- se apresta a iniciar el Plan Maestro para la emblemática caleta.

Comenzó revelando que uno de los proyectos de esa obra, "es la remodelación del mercado de Angelmó, buscando reconocer su potencial histórico, junto con valorar todas las zonas que conforman ese sector de gran interés turístico".

La primera autoridad comunal fue enfatizando: "En los próximos meses, la Municipalidad de Puerto Montt espera dar los primeros pasos de su ambicioso plan maestro de Angelmó, que considera una cartera de proyectos que mejoran distintas zonas del lugar, además de la remodelación del propio mercado. Se trata de poner en valor no sólo un lugar turístico y su mercado, como principal atracción, sino que es todo un sector de la comuna, actividades identitarias de la zona, reconocer que tenemos vocación de mar y conectividad, y que se expresa en las distintas zonas continentales e insulares que rodean a Angelmó".

Reconociendo que esto responde a una aspiración de la comunidad, de la autoridad comunal y también del concejo municipal, Paredes subrayó que "no sólo se trata de una nueva infraestructura, sino de superar y mejorar problemas que tiene el sector. Por lo tanto, estamos estudiando poder incorporar una cartera de proyectos, como estacionamientos, ampliación de espacios para los peatones, reconocer y asegurar la conectividad con la isla Tenglo. Se trata de un proyecto integral con su entorno y que incorpora en su diseño un proceso de participación ciudadana, del que informaremos a la comunidad oportunamente".

Revitalizar angelmó

"De esa forma, -prosiguió analizando Paredes-, históricamente, Angelmó es un lugar que reconoce el bordemar, que desde el siglo XIX es un sector de intercambio de productos y desarrollo de las actividades ligadas al mar y que ha sido espacio de desarrollo de pescadores artesanales, buzos mariscadores y algueras. Que ha sido polo comercial de la artesanía y la producción campesina. Y, por lo tanto, tenemos prácticamente la obligación de revitalizar Angelmó, para reconocerlo como potencial turístico, comercial, patrimonial, histórico y de identidad de nuestra comuna".

Por su parte, el ingeniero Iván Leonhardt Cárdenas, director de la Secretaría Comunal de Planificación, reiteró que el Plan Maestro que se está trabajando aportará una cartera de proyectos: "Una de las decisiones es iniciar el proceso de licitación, para la adjudicación del diseño de un nuevo mercado. Esto es arquitectura, ingeniería y especialidades, porque pretendemos generar en un mismo proyecto el abordaje de varios aspectos de infraestructura, para posteriormente desarrollar la ampliación de espacios peatonales, nuevos pavimentos, estacionamientos, luminarias, mobiliario urbano, infraestructura para la conectividad con la isla Tenglo, entre otras medidas que no sólo son un beneficio para Angelmó, sino también para el polo comercial del centro de la ciudad y el Puerto Montt insular".

Finalmente, el director de Secplan destacó que "este proyecto de Diseño que se enmarca en el Plan Maestro Angelmó, busca revitalizar un área de gran valor para la ciudad, incorporando y potenciando los diversos elementos de interés con que cuenta, como lo es el sector gastronómico, el patrimonio local, las rutas marítimas, miradores y artesanías, entre otros; es decir, un desarrollo integral del sector y de las actividades que le dan vida". Por nuestra parte, rogamos recordar las lanchas chilotas, manteniendo, por lo menos, algunas en la caleta, como testimonio histórico del esplendoroso pasado de ese talismán marino que, pronto, se dispone a revivir con la misma fuerza y fervor de aquel inolvidable pretérito.