Receta electrónica de medicamentos
La futura implementación de esta herramienta permitirá reducir los errores de legibilidad y reunir información sobre las enfermedades de la población. La receta electrónica que está preparando el Ministerio de Salud debiera también hacer más dificultosa la falsificación.
El Ministerio de Salud prepara la implementación del nuevo sistema de receta electrónica Minsal, que busca potenciar en Chile el uso de esta herramienta y con ello mejorar el acceso seguro de los pacientes a sus tratamientos. Las autoridades esperan que haya un período de marcha blanca antes de que comience a operar en plenitud, en el año 2023. El mecanismo funcionará con organismos como ISP, Fonasa y Cenabast, y será compatible con otros sistemas de receta electrónica ya existentes en el país. Los prescriptores deberán utilizar la plataforma oficial de receta médica electrónica del Minsal u otro sistema digital validado por la autoridad sanitaria y rubricar con firma electrónica avanzada o simple.
En Chile existen tres tipos de recetas: la simple, la retenida y la receta cheque, esta última para la prescripción de estupefacientes y sicotrópicos con fines medicinales. Con la implementación de la receta electrónica se pretende mejorar el ejercicio de la legibilidad de los documentos, ya que en ocasiones se producen errores en la venta del medicamento, debido a la letra poco clara.
Como éste es un problema que se presenta a nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los países reducir en la mitad los errores en los próximos cinco años. Estudios citados por el Minsal revelan que en Alemania, el 6% de los ingresos hospitalarios es por eventos adversos de medicamentos, mientras que en Estados Unidos cada año ocurren 1,5 millones de casos, a menudo relacionados con errores por escritura deficiente y mal llenado de recetas.
Pero además de resolver problemas de poca legibilidad de la escritura que conduce a errores, también se estima que la receta electrónica tendrá un impacto positivo para la información y base de datos que dispondrán los organismos especializados, respecto de las enfermedades que más afectan a los chilenos, hacer un seguimiento de los tratamientos, evitar errores en prescripción y mejorar la seguridad en el manejo de productos farmacéuticos en la población. Asimismo, al llevar un control de los emisores, será más efectivo prevenir falsificaciones y el ejercicio ilegal de la profesión médica.