Correo
Oscuridades de la campañas
Parecieran reiterativos mis comentarios, pero en cada campaña electoral aparece todo lo oscuro de cada protagonista. Es una lucha sin cuartel para llegar al poder, ningún miramiento, escasez frívola de valores.
El papá con la hija, la mamá con el hijo, todos trabajando para no perder su cuota de poder en cualquier escaño del Estado. Luego de electos los triunfadores, a vivir el statu quo y se normaliza todo, queda el recuerdo y las heridas de campaña. La intolerancia, la superflua actitud y las malas acciones volverán en cuatro años más.
¿Quedará aún luz al final del túnel para volver a creer en los mismos? Salir a hacer campaña sin ningún peso, más que las "chauchas" que se han podido compartir entre el cotidiano subsistir y las ganas sinceras de servir, al final de la tardes arrojan la satisfacción de poder entablar una franca conversación con los hijos.
Es una experiencia y aprendizaje sin precedentes para la fortaleza del alma, tan diferente, sin ser contradictorio, con la manga de sinvergüenzas que a manotazos y patadas quieren seguir gobernando con su cero respeto por los demás.
Eduardo Nievas Muñoz
Dudas sobre el futuro
Hoy vemos como transcurridos 31 años desde el retorno a la democracia, la cual con imperfecciones, pero con libertades, donde cada uno de nosotros podemos manifestar nuestra posición política, religiosa, etc., está en peligro. Aquellos que hoy rasgan vestiduras de probidad se olvidan del ayer y de sus acciones, y otros que como el mejor del curso creen tener la vacuna para que nuestra bella patria se mejore.
Hoy tengo, como muchos, un dejo de nostalgia por el pasado con sueños, luchas y alegrías, con la oportunidad de que nuestros hijos sean lo que no pudimos concretar los que hoy somos abuelos y nos tocó vivir a algunos, luchar contra una dictadura por la libertad. Hoy tengo dudas de lo que sucederá y el futuro, no por mí, sino por mis hijos y nietos, por aquellos que no han vivido en regímenes totalitarios, sin respeto por la libertad, que es el don más preciado. Hoy Chile está cambiando y por desgracia no es para mejor.
Feliciano Díaz Lemus
Caída de Sichel
Se llama oxímoron en literatura el unir dos términos con acepciones o significados contrapuestos. "Tensa calma", "lleno de vacío", "silencio ensordecedor". La existencia misma de Sebastián Sichel tiene mucho que ver con la explicación previa y, quizás, dicha naturaleza es justamente la que lo tiene al borde de saltar por la borda.
Revisemos sus autodefiniciones: se autoproclama como anti-establishment; anti política tradicional; condena a los apernados de siempre; condena la relación política-dinero y ensalza la meritocracia. Pero como el mundo es circular, existe prensa libre y somos tontos hasta las 12 (como nos recordara cierto fiscal farandulero), podemos percatarnos sin mayor esfuerzo que todas las autodefiniciones anteriores quedan en cero cuando revisamos los hechos (no las palabras).
Veamos: quiso ser presidente de la FEUC (perdió); fue militante de la DC, acaso el partido más tradicional (y tradicionalista) de los últimos 30 años. No sólo fue militante, fue candidato a diputado y se paseaba con Ricardo Lagos haciéndose campaña bajo el paraguas de la candidatura de Eduardo Frei (luego postuló al mismo escaño por Ciudadanos).
Ha sido lobbista de las concesionarias de autopistas, Dicom y ahora sabemos que también de las empresas de gas. Estuvo a la cabeza de Corfo durante el gobierno de Piñera; fue ministro de Desarrollo Social con el mismo Presidente y, cuando lo corrieron, agarró (quién sabe bajo qué credenciales técnicas) la presidencia ni más ni menos que del Banco Estado.
Su principal financista y amigo íntimo es el empresario Juan José Santa Cruz. Ni Ricardo Arjona ("dime que no, pensando en un sí") se atrevió a tanto. Como diría nuestro querido Condorito, quedamos ¡plop!
Samy Zerán S.
18 de octubre
Para algunas personas el 18 de octubre es sinónimo de celebración y reivindicación social. Sin embargo, pasan por alto la otra cara de las manifestaciones.
Entre el 19 de octubre de 2019 y el 24 de marzo de 2020, se produjeron 2.897 eventos graves de violencia y delincuencia. De las 136 estaciones de Metro, 118 fueron quemadas o vandalizadas, cuyo costo de reparación ascendió a US$255 millones, sin contar el costo social para tres millones de personas afectadas.
Hasta el día de hoy, hay personas que no han podido recuperar su fuente laboral, al tiempo que hay pymes que no han podido reabrir por estar ubicadas en las zonas que abarcaron las manifestaciones.
Esto sin contar los cientos de ciudadanos que tuvieron que cambiarse de vivienda por ser constantemente asediados por "manifestantes".
Datos reales que muchos prefieren omitir.
Renata García