Aunque desde antes de la pandemia ya se venía advirtiendo cierto fenómeno de incivilidades en el sector de Pelluco, en Puerto Montt, los que luego fueron morigerados como efecto de las medidas restrictivas que impuso la pandemia, pareciera que el término del Estado de Excepción en el país y, por tanto, del toque de queda, desató todas las pasiones acumuladas durante la pandemia. En una semana ya con completa libertad de circulación durante las noches, los vecinos de Pelluco han tenido que pasar por noches insufribles por culpa de las carreras clandestinas, las fiestas con abuso de alcohol y drogas en el espacio público y hasta bataholas campales, como quedara registrado en un elocuente video grabado por uno de los residentes. La magnitud del incidente recuerda incluso a aquellos balnearios europeos famosos por las reyertas y la falta de límites.

Frente a este panorama, se requiere claramente de una acción decidida por parte del Gobierno, que es el encargado, a través de la fuerza pública, de cautelar por la seguridad ciudadana. Lo que necesita el barrio de Pelluco ahora, así como tantos otros en los que ya se está denunciando con pesar la existencia de carreras clandestinas, es la presencia de Carabineros como elemento disuasivo, primero; pero también de una intervención integral que permita atacar penalmente cuestiones tan evidentes como la venta de drogas y la circulación de automóviles que han sido modificados con el exclusivo fin de participar en carreras clandestinas.

Ni en Pelluco, ni en Alerce, ni en Mirasol, que es donde se está concentrando este tipo de denuncias, se puede aceptar que la ciudadanía pierda el goce de espacios públicos que, por lo demás, han demandado inversión estatal. No se le puede entregar las calles, avenidas ni la noche a grupos de personas inconscientes que creen estar por sobre los derechos de los demás.

Este es el momento para que el Gobierno, Carabineros y el Ministerio Público asuman que hay un problema que de no refrenarse ahora, seguirá incrementándose, igual que el malestar de la comunidad puertomontina.

En Chile, 16 millones de personas usan redes sociales, es decir casi todo el país. No es menor este dato porque nos augura una participación en vivo y en directo, al estilo del show de Truman, en temas triviales o complejos. Ahora bien, el uso de las redes sociales ha puesto dos cosas en el tapete, la primera es que ha democratizado el acceso a la información y, la segunda, ha permitido la libre expresión sin filtro.

El hecho de opinar en las plataformas digitales no es negativo, siempre y cuando se mantenga un mínimo de normas comunes que permitan la sana convivencia en estos ambientes, pero sabemos que esta situación es cada vez más extraña y alejada de la realidad. Por una parte, tenemos la ofensa como una constante; y por otra, la pretensión de saberlo todo, como una forma de validación.

Es cada vez más patente el desprecio a los políticos y expertos, que quizás con algo de razón se lo han ganado, pero no podemos pretender seguir viviendo en la doxa (griego) u opinión, donde se supone que yo sé más que cualquiera, con una incapacidad de diálogo y soberbia para expresar las ideas. Se suma a ello que los canales de comunicación informales muchas veces no tienen objetividad o promueven claras ideologías, perdiendo el anhelo de la búsqueda de la verdad, e informando sesgadamente a una sociedad de los todólogos.

Es propio de la persona la búsqueda del saber y la apertura a la verdad, sin embargo, cada vez más domina la subjetividad de quienes creen saber todo y ofenden a los demás por no ser tan sabios como ellos. Creen, también, salvar a la política, postulando ellos a cargos políticos, y buscan desafiar a los expertos con otras teorías científicas o conspirativas, queriendo ser los especialistas alternativos de la fragmentación del conocimiento.

La sociedad de los todólogos es una realidad, cada uno es especialista en lo que quiere creer, fundamenta su sapiencia en noticias falsas, lo más importante es su postura y rehúye a cualquier medio de noticias oficiales porque todos buscan servir al sistema. Entonces, ¿qué podemos hacer con los todólogos? No es malo recordar que es una sabia actitud decir no sé cuando algo es ignorado y rememorar que la verdadera humildad es la del sabio de Atenas, aquel que luchó por la verdad y nos recuerda que "sólo sé, que nada sé".

Juan Carlos Alvial, filósofo

80 años | 9 de octubre de 1941

Anuncian la creación de una reserva forestal

El Ministerio de Tierras y Colonización compró un terreno de 120 hectáreas para crear una reserva forestal en Puerto Montt. Hoy los bosques están muy retirados de la ciudad, por culpa de la actividad agrícola, lo que eleva los precios de la leña y la madera. El predio elegido está en Chin Chin, a dos kilómetros de la ciudad.

20 años | 9 de octubre de 2001

Los Delfines se quedan sin una cancha para entrenar

Molesto está el DT Fernando Díaz porque Deportes Puerto Montt se quedó sin cancha para entrenar. Inicialmente el club disponía de dos terrenos de juego: uno perteneciente a Carabineros y otro en Frutillar. Sin embargo, los campos ya no son cedidos porque el club no cumplió con la mantención de los recintos pactada.

10 años | 9 de octubre de 2011

Denuncian un vertedero ilegal en Monte Verde

La diputada Marisol Turres denunció gestiones para instalar un vertedero en un predio aledaño al sitio arqueológico Monte Verde. Según dijo, habría un dique que provocó la formación de una piscina que impide el flujo del estero Chinchihuapi. Por ello exhortó a Conaf, Minagri, Dirección de Aguas y Medio Ambiente.