Protección del medio ambiente
La vulneración del humedal de Alto La Paloma, en Puerto Montt, es un capítulo más en la destrucción de valiosos ecosistemas. La comunidad ha demostrado ejercer un rol clave en el cuidado del medio ambiente amenazado por la intervención humana.
La Ley Nº 20.793, aprobada en 2014, estableció que el 2 de octubre de cada año se celebre en Chile el Día Nacional del Medio Ambiente, con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía sobre su estado, los daños que el hombre produce a la naturaleza, la necesidad de protegerla e invitar a mejorar las acciones en esta materia. En el país se han dado pasos destacables para mitigar los daños que se producen a la naturaleza, como la ley que estableció que el comercio no debe entregar bolsas plásticas a los consumidores. Del mismo modo, la campaña #ChaoBombillas busca eliminar paulatinamente estos productos de la vida de los chilenos.
Pero la celebración llegó en medio del gran debate que se ha generado en torno a las llamadas "zonas de sacrificio" a lo largo de Chile; y en Puerto Montt, con la legítima duda que se ha instalado ahora en torno a la protección de los humedales, que a pesar de estar consagrado normativamente, sigue en un área gris. El episodio del humedal de Alto La Paloma, por el cual entró a intervenir esta semana el Tribunal Ambiental para detener las obras de una inmboliaria, demuestra la fragilidad en la que se encuentran estos valiosos ecosistemas.
Hoy, como nunca, el planeta está sometido a cambios y desafíos de magnitud, los que son causados por el hombre y no por situaciones naturales. El calentamiento global es la mejor prueba. Ya está socializado que el daño causado a la Tierra es gigantesco, con aguas y territorios contaminados y grandes emisiones de gases de efecto invernadero, que tienen a nuestro hábitat en un cambio con insospechadas consecuencias. El aumento de las temperaturas es un efecto de ello, pero también una causa para otros sucesivos golpes de conclusiones apenas percibidas, como el aumento del nivel del mar, la probable desaparición o mutación de especies y modificaciones de la geografía, cambios que eran insospechados en el clima y que han sido detallados por los científicos.
Si bien el escenario mundial es complejo, hay un aspecto positivo. La comunidad está adquiriendo conciencia, y en este proceso han sido clave las nuevas generaciones, que parecieran tener una sensibilidad mayor frente a las materias que involucran al medio ambiente.