"El Ejército es un pilar fundamental en la estructura de la República"
Jefe de la unidad militar realiza un balance de lo que ha sido la labor de la institución durante estos meses de pandemia, recuerda el dolor que produjo la muerte de un conscripto y se declara tranquilo del trabajo de la Convención.
El Ejército está de fiesta, puesto que hoy se celebra el Día de las Glorias del Ejército. Una conmemoración que por segundo año consecutivo ha estado marcada por la pandemia del covid-19.
Además, será el último festejo que el comandante del Regimiento Sangra, coronel Pablo Lizama vivirá en estas tierras, ya que luego de dos años dejará sus labores en este regimiento.
Lizama llegó en diciembre de 2019 procedente de Santiago, desde la Academia de Guerra del Ejército.
Tres meses después de su arribo llegó al país la pandemia del covid-19, por lo que gran parte de las labores de esta institución se relacionaron con esta enfermedad.
Tareas que Lizama evalúa de manera positiva y resalta además que el Ejército es un pilar fundamental en la estructura de la República.
Junto con ello reconoce el dolor que les generó la muerte del soldado conscripto Hugo Muñoz Sotomayor, quien perdió la vida tras ser atropellado mientras cumplía funciones en un control ubicado en el cruce La Vara, en Puerto Montt.
Junto con ello resalta que participaron de más de 113 mil controles de tránsito en horario de toque de queda y que formaron parte de la entrega de más de 8 mil canastas de alimentos.
Todo bajo el cumplimiento de un estricto control sanitario, lo mismo que en las actividades de celebración del 19 de septiembre, las que este año se concentran en Puerto Varas.
-¿Qué viene para usted después que deje el regimiento?
-No sé cuál será mi nuevo destino. Pero estamos acostumbrados porque sabemos que esta es nuestra dinámica de vida. Que estamos 2 a 3 años en una parte y salimos destinados. Esa es la normalidad para nosotros.
-¿Cómo han sido estos dos años para usted?
-Distintos a lo que uno pensaba. Un militar, un oficial, siempre anhela llegar a ser comandante de un regimiento, pero fue totalmente diferente a lo que tenía previsto. Han sido dos años bastante especiales. Pero también muy enriquecedores porque a uno lo ha obligado a ser flexible en muchas cosas, a buscar nuevos procedimientos y a adaptarse a diversas situaciones para cumplir con nuestra función lo mejor posible y para que el personal esté de la mejor forma posible también. Ha sido un desafío y como unidad lo hemos hecho bien hasta el momento.
-Usted llegó en la fase final del estallido social. ¿Cómo vivió ese período?
-El regimiento estaba desarrollando actividades totalmente normales cuando llegué en diciembre de 2019.
-Tras el estallido social llegó la pandemia del covid-19. ¿Qué evaluación realiza de lo efectuado por el Ejército?
-En marzo (2020) nos volcamos con todo nuestro personal y medios a nuestra participación en el contexto del Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe. Mi evaluación es bastante buena, ya que nosotros, desde iniciado este período, comenzamos a operar bajo las órdenes del jefe de la Defensa para la Región de Los Lagos, Crisitián Eguía. Tuvimos la responsabilidad de trabajo en cinco comunas de la Provincia de Llanquihue: Frutillar, Fresia, Llanquihue, Puerto Varas y Puerto Montt. En la capital regional, específicamente los sectores de Alerce y La Vara. Fue bastante trabajo.
-El control del tránsito fue una de las tareas que tuvieron a cargo: ¿Cómo fue esa experiencia?
-Nosotros colaboramos en los puntos de control, en los sanitarios y en las aduanas sanitarias establecidas. Participamos en más de 1.600 patrullajes, puntos de control y