Bicicletas y uso seguro
Un documento del Ministerio de Transportes fija las condiciones para un mejor desplazamiento en las vías públicas. La Ley de Convivencia Vial busca otorgar mayores grados de seguridad a quienes utilizan las bicicletas en las calles.
Hace algunos días, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones dio a conocer el último reglamento de la Ley de Convivencia Vial, instrumento que busca fomentar un desplazamiento seguro en la vía pública. El documento establece, entre otros puntos, que los ciclos, como bicicletas y scooter, deben tener un sistema de frenos, huinchas o placas retrorreflectantes, un aparato sonoro y focos de luz que deben permanecer encendidos desde media hora después de la puesta de sol hasta media hora antes de su salida, y usados cada vez que las condiciones de visibilidad lo requieran. Asimismo, en el caso de los ocupantes de estos vehículos, deben circular con casco y vestimenta o elementos retrorreflectantes de ubicación a libre elección, pero siempre visibles por el frente y por detrás.
Se trata de una iniciativa que busca, además de regular el uso de los ciclos, mejorar los estándares de seguridad de quienes los ocupan. Tal como lo manifestó la ministra de Transportes, Gloria Hutt, en la presentación de este nuevo documento, "la implementación de la Ley de Convivencia Vial busca consolidar un cambio cultural basado en el respeto entre todas las personas que comparten el espacio público y un apego a las normas de tránsito, que apunta a poner en una posición de igualdad a todos los medios de transportes y proteger a los usuarios más vulnerables que son peatones, ciclistas y motociclistas".
Iniciativas de este tipo cobran vigencia en el actual contexto, donde la pandemia ha aumentado exponencialmente el número de personas que usan la bicicleta para desplazarse, hacer actividades recreativas o deportivas, ya que se trata de un medio de transporte que además de disminuir los niveles de estrés y mejorar el estado físico de quienes lo usan, minimiza los contagios de covid-19.
Por ello, junto con incentivar el uso de la bicicleta también se debe socializar la normativa que regula su uso en el espacio público, ya que la idea es que todos los medios de desplazamiento convivan de forma amigable y respetuosa, lo que además de garantizar la seguridad de peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas, permitirá -en definitiva- una mejor calidad de vida.