El flagelo de la delincuencia
Incluso superando a la pobreza, la desigualdad y la salud, hay estudios que colocan a la inseguridad ciudadada en el primer lugar de las preocupaciones. Es difícil desmentir la sensación que hay en el país acerca del avance del narcotráfico y de la delincuencia asociada a este fenómeno.
En el informe "Preocupaciones del mundo: julio 2021", la consultora internacional Ipsos publicó una medición realizada en 27 países, entre ellos Chile, en la cual se muestran los temas que más inquietud generan a las personas. El estudio mostró que el crimen y la violencia siguen siendo la principal preocupación de los chilenos, con un 47%, teniendo un aumento de dos puntos porcentuales en comparación a junio. La pobreza y la desigualdad se ubicaron como la segunda preocupación para los encuestados nacionales, y en tercer lugar están los efectos de la pandemia.
En abril de este año, esta misma consultora, en conjunto con Espacio Público, había realizado un sondeo en el país que reveló que el 53% de las personas cree que la delincuencia es el problema más urgente, superando incluso al desempleo y el acceso a la salud. Tal vez esa percepción se ve influida por las balaceras, robos y portonazos, en los cuales los atacantes actúan armados, dejando en su actuar a víctimas fatales y heridos. La delincuencia se potencia también por la gran cantidad de armas que están en manos de antisociales y, sobre todo, de las bandas de narcos. Ya no son extrañas las balaceras entre traficantes que pugnan por el control de los barrios, así como los ajustes de cuentas. Se entiende entonces la preocupación que existe entre los habitantes por la extremada violencia que muchas veces tiene que ver con el consumo y tráfico de drogas.
Puerto Montt no está para nada ajeno a este fenómeno, con constantes balaceras e incluso homicidios, en el contexto narco, que sacuden a las poblaciones y que parecieran sobrepasar a la autoridad.
La delincuencia se ve potenciada por la gran cantidad de armas de grueso calibre que están en manos de antisociales y, sobre todo, de bandas de narcotraficantes, para utilizarlo con el fin de resguardar la distribución y venta de drogas, en las balaceras y también en los asesinatos o ajustes de cuentas, en ocasiones con víctimas inocentes. Resulta alarmante ver cómo en las redadas policiales se decomisa armamento de alto poder de fuego.
Es comprensible entonces que la delincuencia y la violencia sean la principal preocupación de los chilenos y estas quejas deben ser tomadas en cuenta.