El riesgo de las ciberestafas
El incremento del uso de las TICS producto de la pandemia ha hecho aumentar también el número de delitos cibernéticos. Frente a cualquier mensaje de internet que merezca una sospecha, lo mejor es abstenerse. Los ciberestafadores se valen de la ingenuidad en la red.
Con la llegada de la pandemia, hace ya 16 meses, muchas de las actividades que se desarrollaban a diario de manera presencial hoy se están realizando de forma virtual gracias a las tecnologías de la información y comunicación social (TICS). Esto trajo innumerables consecuencias, pues actividades laborales que antes se ejercían en oficinas o salas de clases, hoy se efectúan desde el hogar.
Este auge de lo virtual no sólo afectó lo laboral o educacional, sino que también -de manera positiva o negativa- tocó a un amplio espectro del quehacer diario, facilitando la vida de los ciudadanos, por ejemplo, gracias a que determinados trámites que antes se debían realizar de forma presencial, hoy pueden hacerse desde la comodidad del hogar, o bien complejizando las rutinas laborales, que ahora deben ejercerse desde un espacio que históricamente estuvo reservado para el quehacer familiar, con todo lo que ello implica.
Ahora bien, esta virtualización también la han aprovechado los delincuentes, que valiéndose de conocimientos sobre el manejo de las TICS, se las han ingeniado para realizar acciones reñidas con la ley y con ello estafar a las personas. De hecho, los organismos policiales han extremado los llamados a la ciudadanía para actuar con prudencia ante correos de dudosa procedencia, al tiempo que las instituciones financieras suelen advertir que la comunicación con los clientes se hace sólo mediante determinados canales. A esto hay que agregar los frecuentes "hackeos" de cuentas de WhatsApp o bien la compra fraudulenta de productos en plataformas electrónicas a través de depósitos con cheques sin fondos o bien robados.
De ahí que sea necesario que los ciudadanos tomen todos los resguardos necesarios a la hora de realizar actividades a través de internet que involucren contacto con desconocidos o bien intercambio de bienes o dinero, toda vez que los delitos cibernéticos han aumentado a la par con el uso de estas tecnologías. Por ello, ante la duda o desconfianza, lo mejor es abstenerse de realizar cualquier transacción a través de medios electrónicos.