El valor de las primarias
En el origen de este tipo de elecciones está la pretensión de evitar las decisiones cupulares en la nominación de candidatos a cargos de representación popular. Es imprescindible retomar el interés por la educación cívica para que la ciudadanía comprenda la relevancia de cada comicio.
Hoy serán las elecciones primarias presidenciales de los pactos Chile Vamos y Apruebo Dignidad, de las que saldrán los aspirantes a La Moneda de esos conglomerados que competirán en noviembre. Por Chile Vamos se presentan Joaquín Lavín (UDI), Mario Desbordes (RN-PRI), Ignacio Briones (Evópoli) y Sebastián Sichel (independiente), mientras que por Apruebo Dignidad lo harán el abanderado Daniel Jadue (PC) y el diputado Gabriel Boric (FA).
En este proceso podrán participar los militantes de los partidos inscritos, quienes sólo deberán votar por un candidato de su respectivo pacto. Además, tienen derecho a voto los independientes que no pertenecen a ningún partido, los que podrán escoger a sólo una carta presidencial.
Es evidente que la campaña no ha logrado entusiasmar en demasía a los ciudadanos, lo que permite proyectar que podría repetirse la alta abstención de anteriores comicios, tras los cuales se dieron variadas explicaciones, predominando que la falta de interés ha sido una expresión del descontento ciudadano, o que el sistema de inscripción automática con voto voluntario no dio resultados.
Fue preocupante la baja participación ciudadana en las elecciones del 15 y 16 de mayo, en las cuales se eligieron las autoridades más cercanas a la ciudadanía, como gobernadores regionales, constituyentes, alcaldes y concejales. El fenómeno de alta abstención se dio en todo Chile: de un padrón compuesto por 14.900.190 personas, participaron 6.468.750 electores, lo que equivalió al 43,4%.
Hay quienes plantean que las campañas electorales, lejos de mostrar los programas de las candidaturas, se enfocan en una guerrilla verbal de ataques y descalificaciones. El tema es preocupante, puesto que es una consecuencia de lo que se ha hecho mal durante años. Hay un abandono de la educación cívica y un relajo en cuanto a inculcar que además de derechos demandados, cada ciudadano tiene deberes que cumplir. Segmentos demasiado amplios no perciben la importancia de lo que está en juego cuando hay elecciones. Se ha dicho que el mecanismo de primarias para elegir a los candidatos es un buen antídoto contra lo que los analistas califican como decisiones cupulares.