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coalición, viajó a la zona para respaldarlo previo a la segunda vuelta. Sin embargo, él ha sido crítico de su partido...

-Daniel Jadue está participando de otra primaria, por lo que es una historia un poco distinta. Pero yo creo que acá hay que bajar los decibeles y las frases rimbombantes que a veces generan problemas de comunicación entre las fuerzas políticas que quieren, de verdad, realizar un gobierno distinto al de Sebastián Piñera. Ese es el foco más importante y por eso hay que calibrar mejor cada frase que se dice y sintonizar mejor con lo que la gente está esperando de los futuros gobernantes de Chile. En eso la oposición tiene que tener especial cuidado, sobre todo sus candidatos, porque al final todos nos necesitamos en la segunda vuelta.

-Estos conflictos dejan a algunos personeros, como usted, en una situación bastante incómoda, porque Jadue apoyó su candidatura y luego critica a su tienda, al extremo de anunciar que pedirá garantías constitucionales…

-Como gobernador no voy aceptar imposiciones del nivel nacional y por eso creo que nadie puede imponer a otros sus posiciones, en circunstancias que ninguno tiene una mayoría garantizada, por lo que tienen que abrirse al diálogo, a concordar una mirada de país y una visión de futuro, así como tener, de verdad, un programa transformador; pero que garantice gobernabilidad y gestión para que la gente esté mejor, y eso significa que cada cual tiene que calibrar mucho mejor lo que dice y no decir eslogan que a veces suenan muy bien, pero que complican las miradas dialogantes que la oposición requiere. Aquí nadie puede gobernar sin el apoyo de las demás fuerzas políticas. No hay que perseverar en esos errores de frases que sacan frases y que no son determinantes para el futuro del país.

-¿Usted sería partidario de la unión de todas las fuerzas políticas de centro e izquierda, de cara a una segunda vuelta?

-Primero hay que ir a una primera vuelta donde se vean las diferencias, las formas distintas de cómo se visualiza el país en cada una de las fuerzas políticas que ya están en la primaria legal, como es el caso de los candidatos (Daniel) Jadue y (Gabriel) Boric y quienes estarán en la primaria convencional que realizará la centroizquierda. Son dos miradas un tanto distintas y será la gente la que decidirá quién pasará a la segunda vuelta y ahí se tomarán las definiciones que correspondan. Yo, en todo caso, nunca estaré con un candidato que sea de la continuidad del actual gobierno.

-Cómo analiza el giro del electorado en menos de un mes. De no tener los resultados esperados en la megaelección de mayo, la Unidad Constituyente triunfó en la segunda vuelta de los gobernadores regionales…

- Creo que el proceso constituyente lo que ratificó fue una expresión de la diversidad del Chile que quiere redactar esta nueva Constitución, que va mucho más allá de los sectores políticos. La presencia significativa de los independientes, que no sabemos exactamente cuál es su posición en el eje tradicional izquierda- derecha, es positiva para el país. Es ideal que la constituyente sea de la máxima diversidad y sin que quede ningún sector con una mayor representación, aunque ello está garantizado porque el pueblo fue bastante sabio en la elección de sus representantes. Ahora, en las elecciones más tradicionales se ven un poco las miradas de quién garantiza más gobernabilidad y creo que en ese sentido la Unidad Constituyente fue lo que expresó tras lograr una gran cantidad de alcaldes electos y 10 gobernadores regionales.

Estallido

-¿Qué reflexión realiza hoy del estallido de 2019?

-Lo dije desde un comienzo. Creo que fue el despertar de la comunidad, de la sociedad que quiere y visualiza que Chile puede ser mejor y que hay más posibilidades. Quizás no se hicieron todas las transformaciones que se requerían y no se enfrentó con fuerza la desigualdad. Siempre lo he dicho, obviamente, condenando todos los actos de violencia, de destrucción que no conduce a nada y que nunca es bienvenida, creo que fue una apertura a que es posible construir un Chile distinto, donde todos tenemos espacio.

-¿Está de acuerdo con la opción de indulto a los presos del estallido?

-Yo creo que la prisión preventiva, por definición, es un plazo acotado para que usted levante e identifique los cargos para poder acusar e iniciar un proceso a través de la justicia. Pero si eso no se tiene, a mi parecer, no tiene ninguna razón de ser que la gente siga detenida. Ahora, hay casos y casos, y en el de las personas que están detenidas y que ya tienen elementos suficientes para avanzar en su proceso, se debería avanzar. O de lo contrario quedar libres. Acá se ha abusado de la prisión preventiva por el tiempo que ha pasado. Siento que hablar de indulto o no depende de cada caso.

-¿El indulto no debería proceder para quienes fueron condenados tras vivir un proceso judicial como corresponde?

-Creo que no, porque acá sí hubo destrucción, murió hasta gente en algunos casos y obviamente, si están los casos probados y las pruebas son válidas, pertinentes y se apegan a lo que un estado de derecho garantiza, la justicia debiera seguir adelante; pero toda persona que está sin ningún cargo demostrado, no tiene por qué seguir en prisión.

Tres décadas

-Se cuestionó el obrar de la Concertación desde el retorno a la democracia. Usted fue intendente y diputado por dicho conglomerado. ¿Cuál es su sentir cuando se habla de que no fueron 30 pesos, sino que 30 años?

-La evaluación de los 30 años claramente refleja que no es real que no pasó nada. Cualquier estudio objetivo, de organismos internacionales y de universidades, demuestra que en Chile sí se avanzó. Se redujo la pobreza de manera significativa, se crearon condiciones de estabilidad, se hicieron normativas que avanzaron en temas que estaban completamente postergados en los tiempos de la dictadura. Sin duda que hubo cambios, lo que no se resolvió adecuadamente fue el tema de la desigualdad, donde se fue abriendo un brecha que no enfrentamos adecuadamente en su tiempo. Sin embargo, creo que es una frase muy simplista decir que en 30 años no pasó nada. Suena bien como eslogan, pero no se ajusta a la realidad, que no la digo yo, sino que organismos internacionales o centros universitarios. Tampoco hay que olvidar que hasta 2005 existieron los senadores designados, por lo que a veces se adolece también de una mirada histórica cuando se hacen esas generalizaciones tan amplias que no se condicen con la realidad.

-¿Hoy se puede pensar en una resurrección de lo que fue la Concertación?

-No, no creo en las resurrecciones. Y el Chile que hay ahora es distinto y el proyecto de centroizquierda tiene que ser renovado e incorporar las nuevas temáticas que quizás no fueron abordadas en la profundidad que correspondía, pero con coherencia y garantizando gobernabilidad. No creo que se deba resurgir lo que fue antes porque Chile cambió y los espacios para buscar participación son mayores. Por eso en nuestra propuesta como Gobierno Regional están muy presentes en cuanto a temas que antes no estaban abordados y que los vamos a tener que construir desde los territorios.

"dejar todo amarrado"

-Usted ha señalado, en este medio, que ya habría gente instalada en la Gobernación Regional. ¿Cómo aborda la conformación de su equipo bajo este escenario?

-Es un abuso de parte de la autoridad el dejar todo amarrado para la nueva institucionalidad y sin ninguna necesidad, porque aún no entran en ejercicio los gobernadores regionales. Es limitar las posibilidades de búsqueda de las mejores personas, con las competencias pertinentes, con la visión que la nueva autoridad le quiere dar al Gobierno Regional y es un mal actuar de la administración actual que se está repitiendo en todo el país y por lo mismo es una decisión del Gobierno, en cuanto a dejar esto amarrado. La Asociación de Funcionarios del Gobierno Regional ha sido clara al decir que no existe necesidad de que esto ocurra, por lo que es una actitud mañosa del Ejecutivo.

-En este escenario no están considerados los seis jefes de división del Gobierno Regional...

-Los jefes de división son cargos de confianza del nuevo gobernador regional, por lo que quienes ocupen estos puestos, aunque hubiesen sido nombrados recién, salen del cargo. Pero yo me refiero a otros puestos.

La Asociación de Funcionarios del Gore puntualizó que no son los cargos directivos, sino que los que corresponden a profesionales, los que se están llenando sin ninguna razón de buen servicio, sino que porque quieren dejar cerrados esos temas. Eso me parece que no es un buen proceder de la administración actual y que parece que responde a una instrucción de nivel nacional.

-¿Tiene conformado su equipo?

-No, me tomaré un descanso después de casi nueve meses de campaña y en julio retomaré todas las actividades; pero mantendré lo que he dicho: rostros nuevos en las funciones públicas, con paridad de género. Son ocho cargos de confianza los que debiera designar y para eso vamos a tener paridad de género. Hay que ordenar bien y ver las prioridades. No haré designación de ninguna índole hasta cuando asuma el cargo.

-¿Qué problemas vislumbra como los más urgentes de solucionar a nivel regional?

-Hay que redinamizar la actividad productiva. Hay algunos estudios que dicen que se está recuperando el empleo, pero hay que hacerlo de forma más estructural, más clara y con un programa robusto de inversión pública, y el nivel central tiene que poner recursos a disposición y en acuerdo con el Gobierno Regional para poder avanzar y donde el mejoramiento integral de los barrios es algo es algo fundamental. También debiera existir un fondo especial para la reactivación de las regiones desde el punto de vista del empleo y donde apoyar a la micro, pequeña y mediana empresa sea un elemento fundamental, sobre todo en áreas como el turismo y el comercio, que son sectores afectados por la pandemia.

Además, hay que preparar los instrumentos de mayor complejidad que vamos a tener que enfrentar, como la falta de agua en verano y ver cómo preparamos a la pequeña agricultura campesina para enfrentar este déficit. Esto porque los estudios demuestran que las precipitaciones disminuirán en un 30% principalmente en verano. También estamos viendo los temas en los que pediremos mayor poder de determinación en la región.

" El proceso constituyente lo que ratificó fue una expresión de la diversidad de Chile"