si es que no tienen mucho currículum, preparación o estudios. Es cuesta arriba, entonces estas personas, inevitablemente se van al mundo informal".
El seremi Francisco Muñoz, en tanto, expone que en la economía local, el perjuicio, producto de la pandemia, es a los emprendedores establecidos y formalizados que tienen un establecimiento vía inversión o pago de arriendo, que pagan el IVA, así como patente municipal y gestionan su resolución sanitaria.
Ellos producto de la crisis se han focalizado en esta competencia desleal que ocurre en el comercio, como, por ejemplo, en el expendio de alimentos
"Dilatado"
Desde el punto de vista normativo, Muñoz describe que en el Congreso se encuentra un proyecto de ley para abordar la informalidad, "pero su tramitación, lamentablemente, se ha dilatado".
En cuanto a incentivos, explica que a través de los programas de fomento, como Capital Semilla y Capital Abeja de Sercotec, así como los programas de Fosis, se propicia la formalización de los emprendimientos, contando además con la asesoría de los centros de negocios de Sercotec que han mejorado su cobertura considerando nuevos focos como Alerce, Mirasol y la cuenca del lago Llanquihue.
Para Muñoz, existe la necesidad efectiva, por ejemplo, de fiscalizar los servicios de turismo, que es un tema comprometido en la mesa de reactivación. Sin embargo, las temáticas de mayor expansión están en el uso de plataformas informáticas, gravadas ya con impuesto y que es un avance para instar a la formalización, y particularmente en la elaboración de alimentos y comercio ambulante, áreas en que servicios con facultades fiscalizadoras como municipios, Autoridad Sanitaria y SII debieran contar con las herramientas normativas para potenciar su control.
Reinventarse
Leslie Ormeño, presidenta provincial de la CUT, sostiene que la gente ha tenido que reinventarse para poder llevar el pan a su casa, ya que además, algunas empresas contratan, a su vez, a firmas externas que no le otorgan ninguna seguridad a la gente.
Y si a eso se le suman los efectos del covid, entonces este sector creció el doble que en un año normal. "Hay gente que ha tenido que salir a vender a la calle. Uno puede ver en redes sociales la cantidad de trabajadores que se las tienen que buscar de una u otra forma para poder solventar sus gastos", relata.
Ormeño es enfática en señalar que la informalidad y precariedad del empleo es uno de los temas más urgentes que tienen que abordar, pues se trata de personas que no tienen ninguna protección.
Pandemia
La pérdida de empleos ha sido uno de los mayores problemas generados por la pandemia, tanto a nivel local como nacional.
Al respecto, el académico Claudio Mancilla explica que si bien se podría suponer que este escenario permitió una mayor informalidad, las cifras demuestran los contrario.
Y es que al realizar un comparativo con lo que sucedía antes de la llegada del covid-19, esto es, diciembre 2019 y febrero 2020, habían 113.458 personas que estaban en la informalidad (28,1% del total de los ocupados de la región).
Pero ahora hay alrededor de 88.080 informalidad, versus los 113.458.
"Entonces, de forma porcentual en la actualidad es 26,2% y antes 28,1%. Comparando las cifras previas a la pandemia, la caída del empleo informal es de 23,4%, mientras que la del formal es de un 14,7%", indica.
Es la realidad laboral de la Región, donde uno de los problemas que hoy se viven a causa de la pandemia, tiene que ver con la calidad y el tipo de empleo que se está ejecutando.
En este sentido, abordar la informalidad es una de las tareas que tienen que ejecutar los distintos sectores durante los próximos meses.