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formal".
Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la recién asumida presidenta provincial, Leslie Ormeño, sostiene que la realidad laboral, principalmente la precariedad del empleo, es una de las tareas que tienen que abordar con prontitud.
Ello porque según la personera, en estos momentos y como consecuencia del covid-19, este tipo de trabajo creció mucho más que en un año normal.
"poder trabajar"
Carmen (52 ) vende en la calle para poder llegar con el sustento a su hogar. "La necesidad me trajo aquí para poder trabajar", cuenta.
El tener que llegar con recursos a su casa la motivó a tomar la determinación de adoptar esta actividad, más ahora que producto de la pandemia, tanto a ella como a su marido, les ha sido muy complejo encontrar un trabajo estable.
Por ello comercializar sus productos constituye un importante ingreso para Carmen, aunque la tarea no es fácil, ya que muchas veces tiene que salir para que no les cursen una infracción. "No podemos estar trabajando todos los días para después pagar una multa…".
"Tengo un hijo con problemas cardíacos. Es operado al corazón; entonces no tenemos cómo sustentar lo que se requiere cuando se tiene un hijo con este problema. Aparte tengo otros dos hijos y debo trabajar", comenta Elizabeth (36), quien antes de llegar a la calle se desempeñaba en el sector transportes.
"Nos despidieron (junto a su esposo) e invertimos en los pasteles que hoy vendemos", comenta.
Pero no sólo la pandemia los llevó a tener que instalarse en la calle, sino que además les produjo otro cambio en su vida, pues ahora "vivimos de allegados con mi mamá. Nos mantenemos de lo que comercializamos en la calle y de los bonos que entrega el Gobierno".
Lo que sucede con Carmen y Elizabeth no es distante a lo que ocurre en distintos lugares de la capital regional.
Así lo expone Emilia Cárdenas, quien es vicepresidenta de la junta de vecinos de la población Manuel Rodríguez, quien reconoce que en su sector hay muchas familias que necesitan ayuda y que para mantenerse ejecutan actividades informales porque tienen que "sobrevivir de alguna manera. Para conseguirlo han ideado muchas actividades, como vender bandejas de comidas o galletas caseras, porque en algunos casos tienen que pagar arriendo además de los servicios básicos, y no a todos les han llegado los bonos del Gobierno. Todas estas personas perdieron su trabajo producto de la pandemia".
Por eso solicita ayuda, por ejemplo, otorgándoles un permiso de trabajo mientras termina esta pandemia y encuentran una fuente laboral estable.
Al igual que Emilia Cárdenas, el presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas y Rurales de Puerto Montt, Hernán Navarro, estima que el mercado laboral presenta un problema estructural en su funcionamiento, como lo es el subempleo y el trabajo precario". En su análisis, recuerda que desde los años 2014-2015 se agudiza este fenómeno porque más trabajadores comenzaron a desempeñarse bajo el sistema "cuenta propia", que tiene un importante "componente de precariedad".
De esta forma y como consecuencia de esta determinación, empezaron a aumentar los trabajadores que laboran
" Muchos de los informales no lo son porque quieren, porque cuando uno escucha a algunos dirigentes empresariales da la sensación de que ellos están ahí porque quieren o porque no quieren pagar previsión".
Cristian Colther, Investigador del Instituto de Economía de la Universidad Austral de Chile, sede Valdivia