Intentan quemar otro Palacio de Justicia y una bodega de vacunas
COLOMBIA. El país está sumido en la violencia. La ONU recibió reportes de 14 decesos en Cali el fin de semana. Uno de ellos es un policía golpeado hasta morir.
Efe
En una nueva jornada de violencia en Colombia, una turba intentó incendiar el Palacio de Justicia y una sede de la alcaldía donde estaban almacenadas vacunas contra covid-19 en la ciudad de Facatativá, en el departamento de Cundinamarca, centro del país, informó Nicolás García, gobernador de Cundinamarca.
La madrugada del domingo, las fachadas de ambos edificios ardieron en llamas causadas por bombas incendiarias, pero el fuego no provocó daños estructurales como sí pasó con el Palacio de Justicia de la ciudad de Tuluá que fue quemado por una turba la semana pasada.
El gobernador explicó que los atacantes no dejaron pasar a los bomberos, por lo que tuvieron que enviar al Ejército para actuar.
"Insistimos, la vía del diálogo siempre encontrará en nosotros un interlocutor. No había Esmad (Escuadrón Antidisturbios) en la ciudad, no había confrontación, fueron hechos unilaterales los de querer vandalizar edificios públicos", dijo García.
Espiral de violencia
Junto a Cali, epicentro de las protestas y donde, según reportes que recibió ayer la ONU, hubo 14 muertos y 98 heridos (54 por disparos) durante los enfrentamientos que ocurrieron desde el viernes en la noche, las ciudades de Madrid y Facatativá, ambas en Cundinamarca, ahora también están militarizadas.
El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó "el mayor despliegue" de "asistencia militar" el viernes por la noche, cuando se cumplió un mes de protestas que dejan 60 muertos, según organizaciones sociales, y 43 según la Fiscalía.
Ese día en varias ciudades hubo fuertes enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes e incluso escenas de civiles armados disparando a los manifestantes, ante la inacción de la policía.
En Madrid y Facatativá, dos municipios cercanos a Bogotá, también hubo disturbios el viernes, incluyendo agresiones de la policía a periodistas en la primera ciudad, y el intento de quemar estaciones de la policía en la segunda.
"Situaciones como las que se presentaron en Facatativá no tienen justificación y requieren la intervención inmediata de la fuerza pública", alegó el gobernador de Cundinamarca en relación a los ataques de la madrugada del domingo.
Golpeado hasta morir
Las protestas en Colombia comenzaron el 28 de abril contra un intento de reforma tributaria, ya retirado, y continúan desde entonces con una multiplicidad de reclamos, centrados en la violencia policial y la pobreza, sobre todo en Cali.
Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación por el estallido de violencia en la ciudad de Cali y pidió una investigación "independiente" sobre las 14 muertes de las que fue informada su oficina.
"Es esencial que todas las personas que presuntamente causaron lesiones o muerte, incluidos funcionarios del Estado, estén sujetas a investigaciones rápidas, efectivas, independientes, imparciales y transparentes, y que los responsables respondan ante la ley", aseguró.
Bachelet enfatizó que entre los muertos habría un policía que "fue golpeado hasta morir por la muchedumbre" en Cali. "Estos hechos son muy preocupantes tras el progreso que se estaba haciendo para resolver la revuelta social a través del diálEogo", lamentó.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al Estado colombiano "a investigar pronta y diligentemente estos hechos y sancionar a los responsables" e hizo un llamado "urgente" a fortalecer el diálogo entre las partes, al que se dijo dispuesto a contribuir.