Redacción /Efe

Hace dos semanas, y después de tres años en silencio, el fundador y dueño del 100% de las acciones de Telegram, el ruso Pável Dúrov, reactivó su cuenta de Instagram con una foto en una playa de Dubái, Emiratos Árabes, donde aparece sentado en el suelo en posición reflexiva, a torso descubierto y pies descalzos. Aquel mismo hermetismo es el que lo diferencia de sus pares, también jóvenes y millonarios, de Silicon Valley, Estados Unidos, y por el cual ahora Telegram fue multado con más de US$67.000 por no borrar mensajes que llamaban a participar en las protestas en apoyo al líder opositor ruso Alexéi Navalni.

Poco o nada se sabe en los últimos años de Dúrov, solo que se ha convertido en uno de los hombres más ricos de Rusia, es uno de los jóvenes empresarios más prometedores del mundo y su red social ya superado los 500 millones de usuarios.

Poco, salvo que esta semana un tribunal de Moscú multó en US$67.350 al servicio de mensajería Telegram, por no borrar mensajes con llamados a participar en las protestas en apoyo al líder opositor ruso Alexéi Navalni, a principios de año.

Las autoridades rusas también han sancionado en los últimos meses a Twitter, Facebook y Google por no eliminar "contenidos prohibidos" como incitación al suicidio, pornografía infantil y consumo de drogas, pero, especialmente, las convocatorias de manifestaciones no autorizadas por el Kremlin.

"Yo pensaba que Dúrov no existía, que sería un mito", dijo a la agencia de noticias Efe Rodión Chépel, director del primer documental sobre el emprendedor de 36 años, ya que es muy celoso de su intimidad: hizo su última aparición pública en 2017, en Indonesia, y hace unos días publicó una foto en Instagram luego de más de tres años.

"Vive entre Finlandia y Dubái", agregó Mijaíl Klimariov, el director de la Sociedad de Protección de Internet.

Tótem de internet

"Dúrov", el documental de Chépel, intenta arrojar luz sobre una figura muy admirada por la juventud rusa, mucho más cercana a Navalni que al Kremlin, quien al graduarse del liceo de San Petersburgo donde también estudió el matemático Grigori Perelmán, dijo a su profesor "quiero ser un tótem de internet".

"El Mark Zuckerberg ruso" nació en la antigua capital zarista y vivió en Italia gran parte de su infancia y adolescencia, pero volvió para terminar sus estudios secundarios e ingresar en la facultad de Filología Inglesa de San Petersburgo.

Allí creó una biblioteca virtual con los trabajos de los estudiantes para que estos pudieran ser consultados por otros alumnos, Durov.com.

Luego, sin tiempo que perder, en 2006 fundó Vkontakte, el Facebook ruso, que se convirtió rápidamente en la principal red social de aquel país, aunque el problema fue que la influencia de VK era tan grande que llamó la atención del Kremlin, presidido por un hombre de la era analógica que recela especialmente de internet, Vladimir Putin.

La gota que colmó el vaso fue su negativa a la petición de bloquear los grupos que organizaron las multitudinarias manifestaciones contra el fraude electoral en 2011. Sin embargo, tres años más tarde y bajo presiones, Dúrov vendió su plataforma al Kremlin.

Telegram

En el momento más álgido de VK, señala el documental, lanzó aviones de papel hechos con billetes de dólar desde la ventana de su oficina en la segunda ciudad rusa, gesto premonitorio, ya que un avión de papel es el símbolo de Telegram, servicio de mensajería encriptada con que Dúrov dio el salto a otra dimensión que lo terminó llevando al exilio.

Recientemente, la revista Forbes lo incluyó por primera vez en la lista de los diez más ricos de Rusia, con una fortuna de US$17.200 millones, cuatro veces más que en 2020.

"No hay ninguna otra aplicación que disponga de canales que, de hecho, son medios de comunicación de masas", dijo Klimariov, mientras que Chépel destacó "el hecho de que Dúrov conserve el 100% de las acciones (de la firma) lo diferencia de otros empresarios del sector. Entrar en bolsa en esa situación es algo único".

2006 nace Vkontakte, red social conocida como "el Facebook ruso", que tras años de presiones Dúrov debió traspasar al Kremlin.

US$17.200 millones es la fortuna del empresario informático, según revista Forbes, quien vive en algún lugar entre Finlandia y Dubái.

El dueño y creador del sistema operativo Microsoft, así como de cientos de aplicaciones y dispositivos, Bill Gates, renunció a la junta directiva de la empresa en 2020, según revelaron fuentes de la misma, después que la empresa iniciara una investigación sobre una relación romántica entre él y una empleada, según informó ayer The Wall Street Journal (WSJ).

Microsoft encargó la pesquisa a una firma de abogados a fines de 2019, a raíz de una carta en la que una ingeniera revelaba haber tenido una relación durante años con el fundador de la empresa, indicó el diario estadounidense, agregando que el documento cita a fuentes conocedoras del asunto.

Algunos miembros de la junta directiva consideraron que era inapropiado que Gates permaneciera en el órgano, pero antes de que tomaran una decisión sobre su permanencia y de que finalizara la investigación, el empresario renunció a su puesto.

Una portavoz de Gates reconoció la existencia de un "affaire" entre el empresario y una empleada hace casi 20 años, que terminó "amigablemente", y aseguró que su renuncia a la junta "no estuvo relacionada de ninguna manera con ese asunto", recogió WSJ.

"De hecho, había expresado interés en pasar más tiempo en la filantropía que había empezado varios años antes", agregó la empresa.

Divorcio

La información se conoce después de que Bill Gates y su esposa, Melinda -quien también forma parte del grupo de accionistas de Microsoft -, anunciaran a principios de este mes su divorcio tras 27 años de relación, en los que fundaron una de las organizaciones benéficas más importantes del mundo, que apoya a cientos de instituciones gracias a una fortuna estimada en US$130.500 millones, según revista Forbes.

WSJ también señaló en su artículo que uno de los temas que podrían haber precipitado la ruptura fue la relación que mantenían Gates y el financiero Jeffrey Epstein, quien se suicidó en la cárcel en 2019, a la espera de un juicio por delitos sexuales contra niños y adolescentes.

Por otra parte, The New York Times publicó este fin de semana que Gates "desarrolló una reputación acerca de conductas cuestionables en ambientes de trabajo", y que en varias ocasiones buscó relaciones con mujeres que trabajaban para su fundación o Microsoft, algo que su portavoz consideró "falsedades".

Tras conocerse la información, las acciones de Microsoft bajaron un 0,5% en las operaciones previas a la apertura de Wall Street. Desde el comienzo del año, la firma se ha revalorizado 11,5%.

-0,5% bajaron las acciones de la empresa en Wall Street, al ser publicada la historia del "affaire" de Gates con la funcionaria.