"El exceso de peso y de masa corporal debe ser nuestra principal preocupación pospandemia"
NUTRICIÓN. Experto explica además cómo la mala alimentación puede llevar a millones al proceso del "hambre oculta".
Hace dos años que Chile ocupa el primer lugar del ranking de obesidad de la OECD (por sobre México y Estados Unidos) y el encierro de la pandemia y la crisis económica seguramente causarán estragos en la población por la merma en la calidad de su alimentación.
El director del Instituto de Nutrición y Alimentos (INTA), Francisco Pérez Bravo, reconoce que hoy la prioridad por el covid-19 está en salvar vidas, pero dice que no hay que dejar pasar el tiempo antes de preocuparse de lo que viene. "La pandemia, lo que ha intensificado, como lo mostró el mapa nutricional de la Junaeb y Elige Vivir Sano, es el incremento de la obesidad. En eso no hay ninguna discusión: la obesidad sigue siendo un gran problema en nuestro país y claramente los efectos de la pandemia, del encierro, del sedentarismo, marcan en ese extremo de la balanza un incremento sostenido", señala.
-¿Los sectores vulnerables son los más afectados?
-Sí, está bien demostrado en los mismos reportes que ha hecho Vivir Sano en su informe de seguridad alimentaria, que salió publicado en marzo. Este muestra que podría estar afectando con mayor preponderancia a los grupos más vulnerables. Inseguridad alimentaria quiere decir que pueda haber un momento en que no llegues con acceso físico social y económico en forma oportuna y permanente con alimentos de calidad, e incluso en cantidad. En el quintil de bajos ingresos tienes como un 26% de inseguridad alimentaria y cuando vas al primero de mayores ingresos esa inseguridad es del 3,8%. Esa sola cifra te indica que esto está inclinado hacia los grupos más vulnerables, de menores ingresos económicos. Puesto en un término muy general: mientras tú transitas por la inseguridad alimentaria por mucho tiempo, si esta se empieza a hacer crónica, te estás acercando a la desnutrición.
-¿Afecta el encierro a la mala nutrición?
-Seguro. Los observatorios de obesidad de Elige Vivir Sano, que están muy detallados, muestran que la gente autorreporta que está comiendo más. La cifra es que el 44% de las personas dice que en este año de pandemia ha aumentado su consumo de grasas saturadas y frituras. Entonces, el encierro además está causando estragos en tu patrón de alimentación, que te fuiste a una alimentación mucho más agresiva en términos de aportar mucha energía. Le tienes que sumar el sedentarismo. Estás en un periodo de encierro que a todas luces tiene razón por la pandemia y la gente no se puede mover. Entonces, si ya teníamos unas cifras de sedentarismo altísimas en la población chilena, durante la pandemia, donde le sumaste más consumo de energía por estar en encierro, le quitaste la poca movilidad que tenía la gente para salir a hacer los que podían hacer, algún tipo de deporte, te encuentras en este escenario de que es obvio que el principal indicador que aquí se está marcando es obesidad.
-¿Debiéramos sumar que los alimentos más sanos son más caros?
-Es una complicación extra. Si bien hay alimentos ultraprocesados que a veces son más caros que si uno va a pensar en frutas y verduras, es claro pensar que en un periodo de restricción económica las familias que han perdido algún ingreso, jefe de hogar, donde se te ha estrechado el presupuesto, vas a tratar de sacarle partido a ese menor presupuesto y eso te obliga a comprar comida de menor calidad. La gente en un escenario así va a preferir cantidad por sobre calidad y aquí van a ir dejando de lado frutas, verduras, hortalizas, cereales. Más pan, más arroz, que son los alimentos que sustentan muchas veces la alimentación de una familia de bajos recursos. Por eso te encuentras con estos indicadores de obesidad y sobrepeso muy incrementado en los niveles socioeconómicos bajos, lo que tiene una relación muy directa con tu capacidad económica.
-La recomendación entonces es intentar comer mejor y hacer actividad física, ¿no?
-La actividad física es clave. Yo creo que estas bandas de horarios para hacer actividad física se deben ampliar a varias veces al día en medio de sistemas bien controlados. Fíjate que en Europa han llegado a tener hasta tres bandas horarias de actividad física cuando estaban saliendo de los periodos de encierro. Se debieran dar facilidades para que la gente vuelva a tomar una rutina de actividad física que además va a impactar de lleno en salud mental.
-Otro tema que nos va a golpear pospandemia…
-Ese es el tema que se nos viene. Probablemente cuando estemos hablando de un mayor control de la pandemia, ojalá casi sin pandemia, nuestras preocupaciones seguro van a seguir siendo las nutricionales por exceso y ojalá que no nos tengamos que preocupar por déficit nutricionales. Y sin lugar a dudas, el tema de salud mental va a ser el que va a ocupar la agenda en salud pública. En algún momento vamos a tener que retomar el tema nutricional y las posibles deficiencias que se vayan generando. Porque puedes tener población obesa pero no la puedes considerar sana. Si te vas a un extremo, vas a tener obesidad con déficit de micronutrientes, porque los alimentos ultraprocesados con los que se están alimentando, carecen en su mayoría de buenos micronutrientes. No llevan vitaminas, llevan pocos minerales. Entonces, si te fijas, a este proceso se le llama hambre oculta, que es lo que está en el medio.
-Y el factor de más alto de riesgo en el covid-19 ha sido la obesidad.
-Exactamente, está documentado y en el fondo debe ser la primera preocupación. El exceso de peso y de masa corporal de nuestra población tiene que ser nuestra principal preocupación, porque allí va a estar el mayor efecto de los daños que pueda generar el periodo pospandemia. Estamos preocupados por posibles focos de desnutrición, pero si tú lo pones en un contexto de peso, por supuesto que el sobrepeso es inmensamente superior de carga económica en el futuro para los sistemas de salud.
-¿Es mito o realidad que nuestros índices de obesidad están entre los más altos del mundo?
-Es una realidad. Cuando miras la estadística que se publicó en octubre de 2019 de la OECD para sobrepeso y obesidad, Chile pasó al primer lugar. Desde el 2019 que en mayores de 15 años Chile ocupa el primer lugar en sobrepeso y obesidad. Sobrepasamos a México y EEUU. No hay ningún país que debiera sentirse orgulloso de estar primero en ese ranking y hay que tratar de perderlo. Si logras incidir en los patrones alimentarios de la población, vamos a disminuir notoriamente los efectos en la pospandemia, donde se nos van a juntar con otros factores, como los sicológicos, de salud mental y una mayor carga de enfermedad. En la medida de que no intervengamos a tiempo, vas acumulando potencial de enfermedad en el futuro y para las personas involucradas vas a disminuir sus años de calidad de vida saludable y van a tener más tiempo de enfermos.
Por eso voy a las medidas de soporte, que tienen que ver en cómo llegan a las familias en riesgo con cajas de alimentos saludables, cómo llegas con ayuda económica, porque finalmente siempre existe este concepto de que si ayudas económicamente a la gente, van a comer comida chatarra igual. Hay que intentar hacer este clic, un cambio de paradigma en que el común de la población entienda lo devastador que va a ser tener esta carga de enfermedades de la población obesa, con diabetes tipo 2, con hígado graso, hipertensión. Hay que ponerles atajo a todas esas patologías crónicas.
"La actividad física es clave. Yo creo que estas bandas de horarios para hacer actividad física se deben ampliar a varias veces al día en medio de sistemas bien controlados (...) En Europa han llegado a tener hasta tres bandas horarias".