La crisis sanitaria y el aislamiento han obligado a las familias a tener que adaptarse a un nuevo ritmo de vida, donde la dinámica establecida del hogar se alteró por completo. Esto ha cambiado los esquemas de la sociedad y ha afectado la salud mental. Con la pandemia y las medidas preventivas, la salud mental de las personas ha empeorado. El encierro, el distanciamiento, la soledad, problemas para dormir y el agobio son algunos de los factores que han llevado a que hoy un tercio de la población tenga alguna enfermedad mental.

El Ministerio de Salud ha dado a conocer que el presupuesto para la salud mental ha sido reforzado con $18.300 millones, que permitirá acentuar el trabajo de los equipos de atención, especialmente para la población infantil y adolescente vulnerable y de los centros de atención primaria, considerando que el largo confinamiento ha tenido severos efectos en las familias. Los dineros permitirán el incremento del recurso humano para la salud mental en la atención primaria, entre las que se cuentan el seguimiento de las personas que tienen intento de suicidio y que serán de notificación obligatoria, como también a aumentar la oferta de asistencia ambulatoria de especialidad.

Los expertos indican que el aumento de la ansiedad, la depresión, el estrés y hasta el pesimismo podrían ser las primeras señales de trastornos de la salud mental, que influyen en la comunicación y relación con los demás, por lo que consultar a tiempo y reconocer los síntomas es fundamental para evitar el empeoramiento. Según el estudio "Termómetro de la Salud Mental en Chile", de la Asociación Chilena de Seguridad, durante 2020, un 34,6% de los chilenos entre 21 y 68 años exhibió síntomas asociados a probables problemas de salud mental. Los especialistas dicen que frente a la pandemia, el primer paso es aceptar que estos son tiempos inciertos y que generan miedos, dificultades para dormir, angustia, ansiedad, irritabilidad, mayor sensibilidad y más adicción al alcohol, entre otros.

La cuarentena y el distanciamiento no significan eliminar los contactos. Se requiere un diálogo permanente con las personas, aunque sea a distancia, para valorar su rol en la familia, y en otros, para rescatarlas de la soledad.

Uno de los grandes problemas que vive nuestra región y nuestras ciudades es la falta de infraestructura para conectar los puntos de desarrollo y mejorar la movilidad, lo que a la larga empeora la calidad de vida de las familias de la zona.

Frente a esto se han planteado diversas soluciones a lo largo de la historia, pero hay una que se menciona de manera recurrente y es la vuelta del tren como medio de conexión interurbana.

Para analizar la factibilidad de invertir en la puesta en marcha de este medio de locomoción es fundamental analizar los beneficios sociales que éste genera, comenzando con el desincentivo del uso del automóvil, su aporte a descontaminar las ciudades y la descongestión de las autopistas, devolviendo tiempo valioso a las familias de la zona al poder planificar su viaje, utilizar el tiempo de desplazamiento en distintas actividades, mantener una distancia y comodidad al interior de los vagones y trasladarse de manera segura de un lugar a otro.

Pero para que este medio de locomoción funcione, entregando todos sus beneficios, se debe analizar y pensar como un medio más del engranaje del transporte interurbano y urbano, ya que si la estación inicial y final se encuentra en un sector aislado de la ciudad, igual se necesita de otro medio de locomoción para llegar a la zona centro.

Es por esto que el tren no se debe estudiar de manera aislada, sino como una parte de la solución de la política de transporte de la ciudad.

Hoy la discusión se basa en si el tren debe unir Alerce y Puerto Montt o unir Osorno y Puerto Montt pasando por las ciudades de la cuenca del lago Llanquihue, cuando el verdadero análisis es cómo mejoramos la interconexión de las zonas de manera eficiente, responsable y efectiva utilizando el tren como uno de los medios a ejecutar, buscando como fin entregar bienestar a las familias de la región y aportar un atractivo turístico a la zona, mediante un medio sustentable.

Como gremio consideramos que la vuelta del tren sería un gran aporte a la ciudad y a las familias de nuestra zona, pero su análisis debe ser estudiado de manera integral, con el fin de que su retorno sea realmente un aporte a la calidad de vida de los habitantes de la región.

Vivian Pinilla, presidenta

de la CChC de Puerto Montt

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