Sergio Rojas se define como un autodidacta. Un talentoso músico, futbolista, bombero "insigne de Chile" y comerciante. Pero no cualquier hombre del comercio, ya que los productos que vende en su local, Malibú, son confeccionados por el mismo, como las llaves y los marcos de fotos, diplomas y pinturas que se le pueden encargar.

Al relatar los distintos pasajes de su vida recuerda que todas las actividades que ha realizado "nacieron del corazón" y que en la música incursionó desde muy joven.

Luego, llegó el deporte, específicamente, el fútbol. Al Club Estrella Blanca lo defendió desde las series menores.

Rojas formó parte del grupo Los Bats. Era el bajista y vocalista de esa agrupación formada en la década de los '60, cuyas presentaciones fueron muy requeridas en esta zona del país. "Fuimos un conjunto de categoría, responsable y respetuoso de la música". Uno de sus logros fue haber ganado la tercera versión del Festival del Sur, realizado en Concepción.

-¿Qué música tocaban en Los Bats?

- Todo lo que es la tropical y la que estaba de moda en aquellos años y que escuchaban, principalmente, los jóvenes de entonces. También tocábamos temas alemanes. Posteriormente, toqué folclor.

Pero no sólo el bajo fue el instrumento que dominó, quien además es "bombero insigne de Chile", ya que el arpa, la guitarra, el charango y el acordeón formaron parte de su repertorio. ¿Cómo aprendió, quién le enseñó a tocar todos estos instrumentos musicales?. "Aprendí, al oído, como se decía en aquellos años".

Por eso, aparte de Los Bats, igualmente integró el Coro Puerto Montt, en el que formaron un grupo folclórico. "Fui integrante y prácticamente fundador de la agrupación que estuvo a cargo del querido Lautaro Miranda".

Aparte de ese coro, integró algunos conjuntos folclóricos de la capital regional, como el Angelmó del Magisterio, del cual fue su director; lo mismo que del Melipulli del Magisterio, así como el grupo folclórico de Conaf y del Colegio Inmaculada Concepción, del centro de padres y apoderados. "Entregué harto folclor".

-¿Y sigue tocando en la actualidad?

- Sí, pero poco, porque ya uno se va retirando; pero en la casa siempre me entretengo. Hago guitarra y armónica.

- ¿Qué significa para usted ser un "bombero insigne de Chile"?

- Es el máximo orgullo para un bombero en Chile. Si bien ya no soy activo, participo de manera activa de mi compañía (la Cuarta). De hecho, fui miembro de la Junta de Disciplina. Aquí los sacrificios no cuentan, lo importante es ser útil para la comunidad.

El deportista

El deporte es otra de las pasiones de Sergio Rojas. De hecho, desde muy pequeño que practica el fútbol, disciplina que aún juega, pero de forma recreativa y siempre bajo al alero del club de toda su vida: Estrella Blanca, en el que comparte con personas mayores que realizan esta actividad como una forma de entretenerse.

- ¿Usted participaba de los grupos musicales y al mismo tiempo jugaba fútbol?

- Sí. Todo va de la mano. Por ejemplo, invitábamos a jugar a clubes argentinos, de Bariloche, y yo amenizaba cita con la parte musical. Le cantaba a los hermanos argentinos. Acá los atendíamos, hacíamos cosas bonitas y después nosotros viajábamos a jugar con ellos a Bariloche y ahí también les guitarreaba.

Sergio Rojas jugaba como puntero derecho, el clásico "7", pero luego, cuando ingresó a jugar a la Asociación de los Viejos Cracks de Puerto Montt, comenzó a jugar de "2" (lateral).

A esta organización ingresó a los 35 años. En la Asociación de los Viejos Cracks defendió varias camisetas. La última fue el Ballet Azul, aunque, en los inicios de esta liga jugó por Lan Chile. "Salimos campeones invictos en el segundo campeonato que se organizó en la capital regional", cuenta. Magisterio y Bancario fueron otras de las tricotas que defendió en ese torneo.

Pero el fútbol y la música no es lo único en lo que ha desplegado su talento, ya que desde muy joven y por circunstancias familiares, como él mismo cuenta, debió ingresar al mundo laboral.

Fue así como cursaba su enseñanza media en el Liceo de Hombres Manuel Montt y, a la vez, trabajaba. De esta forma nació su actual establecimiento comercial.

- ¿Cómo parte Malibú?

- Comencé con la parte de cerrajería. Mis comienzos fueron en la Gobernación Provincial de Llanquihue, donde operaba el Correo y ahí me dieron permiso para que instalara un kiosco que fue con el que comencé, vendiendo todos los artículos de turismo que buscaban los jóvenes, porque llegaban muchos desde otros lugares y requerían, por ejemplo, de postales. Aquí partí con la cerrajería.

- ¿Usted se dedica a la confección llaves?

- Sí, a todo lo que es la cerrajería. Instalo y cambio chapas. Puedo abrir vehículos y casas. Yo me quedé en esto y en una oportunidad viajé a Buenos Aires para ilustrarme más.

- ¿Cómo y donde aprendió la cerrajería?

- Esto se aprende solo. Es una de las profesiones que no se enseña. Los que saben, son egoístas y no quieren que nadie más sepa.

- ¿También hace marcos para fotos o pinturas?

- Claro, después incluí la marquetería, para tener un mejor ingreso.

Sergio Rojas (a la derecha) formó parte de los bats, AGRUPACIÓN EN LA QUE tocaba el bajo y cantaba.

"Fuimos un conjunto de categoría, responsable y respetuoso de la música"

"(La cerrajería) es una de las profesiones que no se enseña"