Correo
Iglesia Católica y pandemia
Con relación al reportaje publicado en El Llanquihue sobre el debate de las iglesias de abrir o no en fase de Transición, el Arzobispado de Puerto Montt puede dar cuenta, a través de su accionar, que siempre ha animado a las comunidades a vivir la vida litúrgica, ya que es un elemento fundamental para nuestra fe, llamando a participar desde sus casas, vía streaming, como se ha hecho desde el inicio de la pandemia, en el regazo de la comunidad familiar, o asistiendo cuando se ha permitido cierta cantidad de asistentes en los templos.
A partir de la modificación aprobada por el Gobierno el fin de semana, se podrá asistir a los templos en Fase 2, pero siempre respetando los aforos permitidos en el plan "Paso a paso" y las medidas sanitarias. En cuanto a las opiniones vertidas por una persona en el reportaje, de que habría mayor preocupación en los ritos que en las personas, el Arzobispado de Puerto Montt, en estos meses de emergencia sanitaria, ha implementado protocolos para el acompañamiento de enfermos en los recintos asistenciales, en sintonía con las autoridades de salud.
De la misma forma, desde el comienzo se puso a disposición de las autoridades los recintos e infraestructura del Arzobispado. Así, se implementó el Albergue Protege Calle 24/7 Covid-19 en Puerto Montt, con dos residencias sanitarias en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social, entregando esperanza y calidad de vida, brindando apoyo psicosocial, refugio y protección a las personas y familias en situación de calle, a través de una residencia fija durante cinco meses en primera instancia y que producto de la situación sanitaria se extenderá hasta fines de este año.
Durante el año pasado, se desarrolló la campaña solidaria "Nadie se salva solo", con la cual se pudo llegar con ayuda a más de mil familias de la arquidiócesis con cajas de alimentos y elementos de aseo y protección sanitaria, con los aportes de la comunidad, empresas regionales y fundaciones. Del mismo modo, se ha ejecutado y se sigue desarrollando el programa Ruta Calle, con los que se ha podido llegar con ayuda a vecinos que viven en situación de calle, alejados de la mirada de la comunidad, brindando alimentos, ropa y la atención médica necesaria.
La iglesia diocesana de Puerto Montt ha seguido con su trabajo, promoviendo la paz social y ayudando al hermano más desposeído, atenta a la situación histórica que vivimos y transitamos, plasmando en su accionar el llamado del Papa Francisco ante las necesidades de la sociedad "a contagiarse de solidaridad, creando lazos de caridad que nos una como comunidades, haciéndonos partícipes del sufrimiento de nuestro hermano".
Guillermo Parada Contreras, Dirección de Comunicaciones del Arzobispado de Puerto Montt
Propiedades del alcalde
Para terminar con la polémica de la compra de departamentos del alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, este debería, si es que quiere, por supuesto, mostrar un certificado de deuda otorgado por la Superintendencia de Bancos. Ahí veríamos su real endeudamiento y se acabaría la polémica. ¿Fácil, no?
Por otra parte, el alcalde es sólo el gestor de las diferentes políticas de ayuda tanto económica y de salud, a las que todos los chilenos aportamos a través de nuestros impuestos, algunos municipios con mejor resultados que otros.
Feliciano Díaz Lemus
Yasna Provoste y el Senado
Yasna Provoste llegó a la presidencia del Senado. Sólo como recordatorio, ella fue destituida del cargo de ministra (de Educación) por falta de probidad (se le perdieron $400 millones) y se le prohibió ejercer cargos públicos por cinco años. Que no nos sorprendan las consecuencias, porque los antecedentes los conocemos.
Juan Luis López
Estatua de Baquedano
La oclocracia, en simple definida como el gobierno de la muchedumbre y según Aristóteles, una forma de degeneración del gobierno y la democracia, ¿en qué se diferencia de nuestra actual democracia? Tras presenciar los atentados a monumentos de cualquier índole y un festín de destrucción en diferentes oportunidades, ¿cabe esto en algún tipo de manifestación civilizada y que no deba ser repudiada enérgica y transversalmente?
Pero no lo ha sido y ahora la necesidad de remover el monumento de Baquedano, ¿no sería más bien síntomas claros de actos terroristas incivilizados, además de un errado entendimiento de los derechos y de una inmadura y precaria democracia? Si lo que vivimos no es oclocracia, definitivamente se salió de límites.
José Manuel Caerols
Violencia y política
De tanto callar ante la violencia, hay ahora políticos que no saben qué hacer con ella.
Francisco Silva