Con "huella química" identifican a vacunos y salmones robados
INVESTIGACIÓN. Por concepto de robos de salmón, hubo pérdidas anuales por cerca de US$50 millones y de otros 5,6 millones en carne bovina.
Un equipo de la Universidad de La Frontera (Ufro) está realizando el proyecto "Ciencia contra el crimen, uso de isótopos estables para rastrear el origen de animales robados". Consiste en trazadores químicos georreferenciados, que permiten conocer la procedencia de aquellos son incautados e identificar a sus dueños.
Para ello, determinaron un método para vincular salmones y ganado respecto de su alimentación. La Asociación de la Industria del Salmón de Chile (SalmonChile), estimó pérdidas anuales por cerca de US$ 50 millones, por 24 mil toneladas; en el caso de los bovinos, son cerca de 8 mil toneladas de carne, lo que representa un monto de US$ 5,6 millones, de acuerdo a la Subsecretaría de Prevención del Delito.
El objetivo es obtener gráficos de patrones representativos de ciertos lugares y productores, que permita a la policía determinar la procedencia de los productos incautados. "Es muy parecido a un ADN", comenta Alejandra Sepúlveda, químico forense y docente de la Ufro, quien está a cargo del curso de ciencias forenses.
En esa línea están trabajando para "crear herramientas para combatir el abigeato (robo de bovinos). La idea: conocer la procedencia de animales, de qué lugar vienen; o, a través de su alimentación que se pueda conocer su origen".
Apoyo brasileño
Partió como idea regionalista. "En La Araucanía hay muchos problemas con el vacuno. Son tragedias familiares cuando los roban. La región es una de las más pobres del país. Quisimos empezar con el pequeño productor. El salmón es importante por las exportaciones. Después del cobre y el rubro forestal, está compitiendo en el tercer lugar. Hay una imagen internacional que cuidar"
Ahora, están iniciando la investigación y comenzaron con el muestreo. Tienen el respaldo de la Policía Federal de Brasil, que tiene un laboratorio y trabajan con la técnica llamada "isótopos forenses".
"El laboratorio lo ocupan para la trazabilidad de animales, ellos están muy preocupados por el tráfico. Tienen una fauna exótica que quieren proteger y por ley la protegen. Lo ocupan también para conocer el origen de drogas", explicó Sepúlveda.
En el resto de los países latinoamericanos es lejano aplicar ese sistema, "porque implementar el laboratorio es muy caro. Pero después, hacer el análisis es barato", añade.
Trazabilidad
En el caso de los animales bovinos, hay rastros que utilizan luego que son despostados en mataderos clandestinos, donde quedan evidencias o restos. Por ello, les interesa conocer la trazabilidad de ese material y compararlo con el músculo y la carne que está a la venta, como en carnicerías que compran esa carne, donde encubren el delito.
Carol Jerez, estudiante de Bioquímica de la Ufro, explica que vieron que en ciertos sectores del sur donde se registra una alta frecuencia de estos robos, "lo que significa importantes pérdidas, no solo para las grandes empresas, sino también para microempresarios".
Su compañero de investigación, Emilio Perdiguero, estudiante Biotecnología en la misma universidad, comenta que la importancia de este tipo de proyectos que surgen en regiones, está en su enfoque, ya que el problema que abarcan no afecta a Santiago.
La continuación de este trabajo puede expandirse a niveles de investigación tanto forense como académica y buscarán su validación de la técnica en el contexto chileno. Una vez logrado ese objetivo, aplicarían la cobertura en otros contextos.