Adicción a redes sociales y celulares
Un nuevo concepto, la "demencia digital", está advirtiendo sobre la dependencia a las tecnologías en niños y jóvenes. En estos tiempos de hiperconectividad, los padres tienen una crucial responsabilidad para encauzar el acceso de los niños a las tecnologías.
Según cifras del INE, en Chile hay más de 27 millones de celulares; es decir, hay más aparatos móviles que habitantes, lo que explica que cada uno tenga más de un móvil, y que incluso los niños cuenten con ellos. Esa hiperconectividad llegó para quedarse, pero estar online las 24 horas, sobre todo en este período de pandemia, ha contribuido a aumentar el estrés y la ansiedad que ya agobia a muchos. En consecuencia, cada vez más personas buscan tratamiento psicológico para superar su dependencia de la tecnología.
Expertos dicen que la adicción a celulares, tablets o videojuegos se ve reflejada en una serie de efectos negativos para la salud física y mental de las personas, como dolores en el cuello y muñecas, mala postura, ansiedad, depresión, trastornos de sueño y dependencia a los dispositivos. También ha surgido la nomofobia o miedo irracional a salir de casa sin el celular o a quedar desconectado porque se agotó la batería.
Pero donde se enfrentan las mayores complicaciones es en el comportamiento infantil. Algunos se han hecho dependientes de los móviles y de las tecnologías, especialmente en este período de pandemia, lo que ha reducido sus tiempos de estudio y afectado la atención y concentración, además de dificultado el aprendizaje.
El psiquiatra alemán Manfred Spitzer ha señalado que hay una "demencia digital", que afecta de preferencia a niños y jóvenes, tanto de forma cognitiva como emocional. Son más vulnerables las personas jóvenes, que desean tener siempre la última versión tecnológica, con lo que sienten que mejora su estatus y su autoestima. En Estados Unidos, donde los adolescentes mantienen una constante revisión de su teléfono, dos accionistas de Apple llamaron a la compañía, en una carta abierta, a proteger a los usuarios más jóvenes de esta "demencia digital".
Pero algunos expertos sostienen que se podría buscar la forma de promover el uso del celular con fines educativos, con algunas aplicaciones que podrían ser útiles en la sala de clases, ya que se prevé que los menores se las arreglarán de alguna forma para burlar las prohibiciones. Es necesario -entonces- que los padres asuman un rol activo en el acceso de sus hijos a la tecnología.