Correo
Futuro plan regulador
Acabo de leer, en la edición dominical de El Llanquihue, con desesperanza e incredulidad, los planes urbanísticos futuristas del Secplac de la municipalidad de mi querida ciudad, Puerto Montt. Echo de menos, por lo triviales de las obras propuestas, la falta de una visión global del enclave de nuestra ciudad en un entorno que es único en el país y de muy escasa ocurrencia en el planeta, conformado por un golfo de excepcional belleza, sembrado de hermosas islas, de las cuales es de especial interés urbanístico para la ciudad y que, creo yo, constituye su principal activo geográfico, la isla de Tenglo y el canal que la separa del continente y que no leo que sean considerados en los planes expuestos.
Si pensamos que la superficie del Golfo de Reloncaví tiene una extensión no superior a la actual superficie de la capital de Chile, no es difícil imaginar que la ciudad de Puerto Montt lo pueda integrar, dentro de su espacio urbano, en un tiempo no muy lejano. Un plan regulador, acorde con el siglo XXl, debiera considerar el litoral del golfo como un bien escaso y planificar su uso, reservando zonas muy restringidas para usos industriales (puertos, astilleros, etc.) y otros para proyectos residenciales, parques y playas. Y sobre todo proteger la isla de Tenglo y su canal para reservarlos como parque forestal y marino para todos sus habitantes, tal como lo han hecho las hermosas ciudades, con paisajes y climas parecidos al nuestro, Vancouver en Canadá y Seattle en Estados Unidos, con sus respectivas islas cercanas.
Para proteger el destino de la ciudad no es necesario disponer de grandes presupuestos para la expropiación de las propiedades existentes. Basta desalentar el desarrollo urbano inorgánico, restringiendo la superficie construible al 1% o al 5%. Como lo hace el municipio de Lo Barnechea, para proteger sus cerros islas y en el caso de las concesiones de ribera, esperar a que caduquen y no renovarlas.
El futuro puede ser paciente. No hay que olvidar la protección de otros activos naturales, como son los restos de tepuales y las lagunillas existentes en las terrazas glacio fluviales que rodean Puerto Montt. Con sólo limpiar el sotobosque y dejar los hermosos arboles existentes de tepú, ya se tiene un hermoso parque y las urbanizaciones debieran conservar las lagunillas como tema central.
Si como futuro los funcionarios del Secplac creen que el pensar en el ensanche de veredas en la calle "Miechicantén" es suficiente, estamos destinados a tener en el futuro el tipo de desarrollo que tenemos ahora, que, a mi parecer, deja bastante que desear.
René Fischman Lohaus
Desarrollo de Calbuco
Una simple observación en Calbuco muestra como el poder político ha manejado la comuna sin participación estratégica ni planificacion urbana o social más allá de acudir a pitutos políticos por asesoría en aprobación de ciertos proyectos que carecen de valor para la comunidad calbucana y sólo satisfacen un ego personal.
Con una participación marginal irrelevante, el radio urbano se ha convertido en un hacinamiento por falta de opinión ciudadana que siempre ha sido negada y amordazada. Aquí triunfó el yo primero, yo segundo y yo tercero, lo demuestran 30 años de poder político en una misma mano carente de atributos y competencias.
La comuna debe reunirse para hacer un análisis crítico de su realidad y estudiar su proyección a 30 o 40 años a futuro, porque hoy lo que vive y ve no responde a las inquietudes de una comunidad con potencial, pero sin futuro de un desarrollo inteligente. Un recordatorio para toda la comuna que debe reunirse para planificar su propio desarrollo, al margen de lo que erradamente crea para sí un político limitado por sus intereses personales.
Francisco Cofré Silva
"Pensiones para todos"
Las autoridades están lejanas de la información técnica que da mes a mes la Superintendencia de Pensiones, la cual informa que de cada dos afiliados al sistema previsional, sólo uno cotiza, y el otro no tiene seguridad social alguna. Si la reforma previsional prospera destinando el 6% de cotización adicional a un fondo de reparto -lo que es un impuesto al trabajo-, entonces disminuirá la proporción de quienes coticen, que ya es baja.
Lo que pretende la cotización de reparto es que quienes cotizan mes a mes terminen financiando pensiones a quienes no cotizan, lo cual pone fin al incentivo a cotizar, sobre todo para los trabajadores independientes e informales. La cotización adicional debe ir a la cuenta del trabajador, pues se fortalecen las pensiones de quienes sí cotizan, y permite focalizar el pilar solidario a quienes realmente lo necesitan. La reforma previsional debe generar los incentivos para que un mayor número de personas coticen, pero logrará exactamente lo contrario.
Eduardo Jerez Sanhueza
Proceso de vacunación
Ojalá que todos estén desde hoy a la altura, para que el proceso de vacunación no tenga fallas.
Pedro Ramírez