Correo
Adiós 2020
Año que jamás podrá ser olvidado, y será recordado por toda la vida porque pasó a constituir un suceso calamitoso, triste y de muchos aprendizajes fuertes en la historia. Para muchos de nosotros, suficiente era un cerrar de ojos para ver cómo, cuándo y de qué manera amanecía un día. Fue un año largo, pero se nos pasó rápido, fue terrible, pero aprendimos y nos hicimos fuertes, fue de aislamiento, pero estuvimos más cerca que nunca.
Tuvimos miedo, angustia, rabia, dolor e incertidumbre. Estuvimos perplejos, incrédulos, asustados, enojados. Lloramos, aplaudimos, gritamos, nos ayudamos. Sepultamos a nuestros seres queridos sin velorio. Los despedimos penosamente en silencio. Todo esto nos llevó a crecer, salvo algunos o muchos que andan en otra.
Estos últimos, representados por los que se llevan pensando en situaciones ideológicas, políticas, pero de mala calidad, de asesinatos, de drogas y de robos por doquier. Son aquellos a quienes yo les bauticé "sin sentido humanitario y protagonistas de una fiesta fúnebre".
Estamos vivos, ahora sabemos lo que el tiempo vale. Sabemos lo que hemos perdido, lo que hemos conservado como lo que hemos ganado. No todo lo podemos mirar como hechos negativos. Hoy sabemos valorar lo que significa abrir los ojos cada mañana, hoy más que nunca los creyentes estamos orando a los pies de nuestro Dios. Hoy sabemos llorar profundamente por quienes se nos han ido, por quienes se han ido alrededor de todo el mundo. Llegamos casi al final, pero aún creemos que es el principio.
No ha sido un año totalmente perdido, porque todos los días estamos despiertos. Por lo tanto, este año ubiquémoslo como un año de la importancia que tiene el estar vivos. No pensemos sólo en los regalos que por suerte esta vez dejamos de recibir, en las fiestas, en el alcohol y en parrandas. Fuimos capaces de correr a decirles del amor a los que queremos de verdad.
Ahora basta de contestar mal, de mostrar el ceño duro, el creerse el "niñito o niñita" que nadie nos puede tocar. Este año que se nos ha ido, nos guíe para ser mejores personas. Tratemos de ser mejores personas, dejemos atrás el narcicismo, la arrogancia, la indiferencia, el protagonismo enfermizo. No pretendamos estar en la primera fila porque abruptamente podemos estar no tan sólo en la última fila, sino que sencillamente no estar en ninguna fila.
Mariano González Riquelme
Inscripción de candidatos
En la madrugada del 12 de enero, cientos de ciudadanos amanecieron convertidos en candidatos, a saber, para gobernador regional, constituyentes, alcalde y concejales. En un Chile cansado de las malas prácticas, la ciudadanía espera un nivel destacado y desarrollado en las mejores ideas y propuestas de desarrollo para nuestros territorios.
No podemos caer en la bajeza de la mentira, el cohecho, el engaño de falsas promesas que no resisten realidad. Un burdo y soez ejemplo fue lo sucedido en la consulta ciudadana del domingo 20 de diciembre de la Unidad Constituyente, donde un grupo de adherentes usó y validó la odiosidad, la calumnia, el descrédito del contendor, incluso sin respetar a la familia más íntima como son los hijos.
Hoy estamos en un escenario de pandemia mundial, que recrudece a diario los simientes de la movilidad y quizá eso impida la participación, por ello un llamado a la prudencia, a organizar reuniones con el aforo permitido y con las medidas sanitarias de resguardo.
Ahora que la carrera comenzó hacia la papeleta del 11 de abril, van a saber que de verdad "otra cosa es con guitarra". Por un Chile y comunas más inclusivas y apostando a su desarrollo y crecimiento armónico y sustentable, que viva la democracia.
Eduardo Nievas Muñoz
Jadue y luminarias
Por lo que tengo entendido, el cohecho es un delito que implica la entrega de un soborno para corromper a alguien y obtener un favor de su parte. Lo habitual es que esta dádiva puede concretarse con dinero o regalos.
El fin de semana, el alcalde Daniel Jadue reconoció que le pidió a su abogado, que a la vez era abogado de la empresa investigada, dinero para financiar su proyecto en Recoleta. Sin culpar a nadie, creo que estas declaraciones son dignas de investigar, porque como muchas veces se ha repetido, nadie puede pasar a llevar la ley y salir impune de ello.
Juan Luis López
Violencia en macrozona sur
En la medida que crece el número de víctimas del terrorismo en la macrozona sur, las palabras de consuelo del Gobierno se vuelven cada vez más estériles y vacías. El Presidente Sebastián Piñera y los suyos ya han hablado lo suficiente; no les va quedando más remedio que ponerse a trabajar para recuperar la paz en una zona que ya se está olvidando de lo que significa vivir bajo el Estado de Derecho.
Juan L. Lagos