"Es triste, pero uno prefiere que los hijos estén bien, total es un fiesta"
Después de cumplir su turno de 20 días en un centro de cultivos en Chaitén, Pedro Pairo, 41 años, volvió a Puerto Montt para descansar.
Como de costumbre, el padre separado aprovechaba sus días libres para compartir con sus tres hijos -Carolina de 8, Jordan de 12 y Brayan de 11 años- quienes habitan con su mamá en Los Muermos.
Fue entonces cuando la niña comenzó a presentar síntomas como fiebre y vómitos, por lo que el padre preocupado la llevó a la urgencia del Hospital de Puerto Montt. Allí le realizaron varios exámenes, entre ellos un PCR, sin que en las primeras horas se pudiera determinar qué tenía.
"Estuve como cuatro días bien con ellos y de repente empezó (la niña) con fiebre, vómitos y ahí yo la llevé a urgencia del Hospital de Puerto Montt. Ahí le hicieron el examen de covid porque era sospechosa y al otro día me avisaron que había salido positiva y a todo esto la mamá igual ya me había avisado que ella estaba declarada con covid y que estaba en cuarentena en Los Muermos", relata el papá.
Luego de eso, Pedro comenta que en primera instancia su idea fue hacer la cuarentena en su casa en Caleta Anahuac, en Puerto Montt, pero las sugerencias médicas lo hicieron cambiar de parecer. "Íbamos a hacer la cuarentena en mi casa pero para los doctores era mucho riesgo porque son muy chiquititos", dice en referencia a sus hijos.
Finalmente, la familia ingresó el pasado miércoles 16 de diciembre a la residencia sanitaria Costa del Mar en Puerto Montt.
"Acá como nos cuidan las 24 horas, hay enfermeros y todo, yo tomé la decisión entonces que era mejor acá", asegura Pedro. En la residencia están los cuatro en una habitación con baño privado. "Como ellos son menores de edad tuvieron que quedar conmigo y esa era la idea igual porque yo tampoco iba a dejar que nos separen", enfatiza.
Cambios
Respecto a su condición de salud, señala que Carolina "decayó ese día no más, dos días estuvo mal y ahora gracias a Dios todo bien". Sobre sus otros hijos afirma que "no han tenido ningún efecto" y acerca de su propia situación cuenta "igual estuve medio complicado pero como dos días y ahora gracias a Dios normal. He estado más estable".
-¿Cómo es la jornada de ustedes en la residencia?
Vienen primero a las nueve a dejar el desayuno, antes ya estamos despiertos, levantaditos ojalá, para que tomen su desayuno calentito los chicos, no saco nada con dejarlos dormir y que después se levanten y esté frío, porque de ahí ya no hay como calentarlo. Como a las diez viene una sola persona a hacer aseo en el baño y recoger la basura que hemos consumido. A las doce y media viene el almuerzo, después a las cuatro y media la once y de ahí la cena a las siete y media. Tenemos que mantenernos acá. Hay un televisor, wifi e internet.
-¿Tienen que estar todo el rato en la habitación que les asignaron?
Nosotros desde que llegamos no podemos movernos de acá, estamos encerrados, no se puede salir ni al pasillo. Solamente ellos (personal) entran con sus implementos de seguridad, con sus máscaras, a vernos, a dejarnos la comida.
-En ese sentido ¿cómo ha manejado el encierro con sus niños?
Inventamos cosas. Igual su mamá les ha traído juguetes, porque ella ya está de alta. Acá tratamos de pasar el día pero gracias a Dios tienen buena comunicación conmigo así que con la fe que ya nos quedan pocos días.
Pedro y sus hijos pasaron confinados la Navidad. Sin embargo, esperan que este fin de semana les apliquen exámenes PCR y les den el alta, ya que tienen fecha próxima de salida de la residencia sanitaria.
-¿Qué hicieron para Navidad?
-Su mamá trajo regalitos para que yo se los entregue a las doce (de la noche). Les trato de explicar que esto pasó por algo y les doy ánimo. Son bien sencillos mis hijitos, no son regodiones, son bien humildes para tomarlas cosas y saben que esto es un virus, los teníamos aconsejados de antes. Ellos saben que después saliendo de acá vamos a disfrutar por todos los días que perdimos.
-¿Cómo evalúa esta experiencia en la residencia?
Igual es triste, pero uno prefiere que los hijos estén bien, total es una fiesta, una sola noche. Igual me preocupé cuando mi hijita agarró el virus porque como ella es chiquitita uno se imagina lo peor siempre, pero ya está solucionado. Eso es lo que más lo tranquiliza a uno, que los hijos estén sanos.