Marcela Troncoso (comerciante): "Las ventas bajaron a nada"
Marcela Troncoso es una de las primeras en llegar al Pueblito Melipulli. A eso de las 5 de la mañana ya está en su local para comenzar a elaborar su pan, el que vende, por ejemplo, en los buses. Sin embargo, desde que comenzó la pandemia su situación cambió y se fue complicando con el correr de los meses, sobre todo desde el momento en que Puerto Montt comenzó la cuarentena total. "Las ventas bajaron a la nada. No saco nada con traer masa si con suerte vendo un pan y un café", relata.
Un panorama complejo y que se dificulta aún más, ya que producto de esta situación no puede dar respuesta a las necesidades de su madre que se encuentra postrada. "Uno puede aguantar, pero mi mamá está enferma...".
Por lo mismo piensa que es necesario que el Gobierno pueda otorgar una nueva ayuda a las personas que, como ella, deben hacer frente a un panorama bastante difícil, desde el punto de vista económico.
Aparte de su madre, Marcela Troncoso vive con su esposo, su hija que estudia Medicina y sus otros cinco hijos.
Además, agradece a los dirigentes del Pueblito Melipulli por la ayuda que le han otorgado, por ejemplo, a la hora de conseguir pañales para su madre, que es una de las cosas que más necesita y que no tiene cómo poder adquirir.
Aparte de los pañales, hoy pide apoyo para poder contar con un colchón antiescaras y una "burrita" para su mamá.
Por ahora Troncoso, aunque las ventas sean similares a cero, mantiene la costumbre de llegar muy temprano a su establecimiento como una forma de "sentir que estoy en mi local... Y después me voy. Es algo muy triste porque gasto más en locomoción que lo que ganó aquí".