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y la pared) podían ver el fuego que había sido iniciado en las puertas de acceso de la Catedral.

Las horas que vivieron al interior del templo el 18 de noviembre fueron dramáticas.

"Los vamos a quemar"

Una vez iniciado el fuego, cuentan que les gritaban que estaban felices de que los fieles, que llegaron a resguardar el templo, estuvieran en su interior, por lo que les seguían gritando que los quemarían.

Posteriormente, vinieron los momentos de desesperación de quienes se encontraban en el interior. "Testigo 3" temió por su vida, porque no sabía en qué momento se quemaría todo.

Otro testimonio es el que entrega "Testigo 4", quien comenta que entre los artículos que fueron quemados, estaba el altar en el que celebró la misa el Papa Juan Pablo II, en su visita a la capital regional en abril de 1987.

En su relato cuenta el drama vivido aquel 18 de noviembre.

Es así como al interior de la iglesia había mucho humo . Según cuenta, gritaron que estaban quemando la Catedral y empezaron a tirar agua por debajo de la puerta.

En esos instantes, explica que alguien tocó las campanas para avisar a Carabineros, ya que los ataques eran muy violentos y la gente estaba muy asustada. Por eso, reitera, como una forma de pedir ayuda tocaban las campanas.

Su relato coincide con el de "Testigo 5", que llegó el 18 de noviembre a cuidar la Catedral. Según expone, al momento de llegar al templo, pudo observar que el recinto había sido saqueado, que habían sacado y quemado los asientos.

Por ello se puso, junto a otras personas, al frente de la puerta del recinto, como una barrera humana.

Ese día les gritaban pedófilos por ser católicos y trataron de quemar la puerta de la Catedral.

Reconoce que quienes se encontraban en el interior no estaban preparados para hacer frente a este tipo de situaciones, por lo que procedieron a tocar las campanas y llamar a Bomberos. Admite también que sintieron mucho miedo y mucho calor.

Los fieles, en tanto, sentían que estas agresiones eran un ataque en contra de su fe.

En los instantes de miedo, recuerda que alguien lanzó agua, por lo que pudieron en parte apagar el fuego; pero seguía saliendo mucho humo.

En medio de las horas de terror que estaban viviendo al interior del templo, recuerda "Testigo 5" que los manifestantes se reían y los trataban de cobardes, mientras pensaban que si bien tenían vías de escape, éstas estarían cerradas, por lo que temieron que morirían en el incendio de la Catedral. Y mientras ello ocurría notaron que la gente celebraba en el exterior.

"Testigo 5" recuerda que desde las 19:30 horas comenzaban los golpes, piedras e intentos por abrir la Catedral.

Defensa

Según cuenta "Testigo 5", como un mecanismo de defensa procedieron a ocupar los baldes de agua con el fin de apagar la papelería que estaba afuera, aunque no pudo observar si es que intervino o no Bomberos o Carabineros.

Una vez apagado el fuego y terminada la jornada, no abandonaron el lugar, ya que durante un par de semanas fueron todos los días a la Catedral para cuidar el recinto.

Además, cada vez que estaban frente a un problema procedían a tocar la campana de la iglesia.

El 18 de noviembre, recuerda, debieron ser unas 20 personas las que permanecieron en el templo. Además, reconoce que el riesgo fue alto y que el fuego fue apagado a tiempo, ya que al ser las puertas de alerce habrían podido arder en muy poco tiempo.

Es el testimonio de quienes vivieron complicados momentos al interior del templo católico de Puerto Montt.