La llegada a la zona en los primeros meses de 1965 de un joven Julio Sanz Valenzuela, de 23 años, no fue muy prometedor. El tren en el que viajaba desde Santiago venía retrasado, por lo que su aparición en la estación de Puerto Varas fue de madrugada. Eran las 4 de la mañana, por lo que esa noche debió dormir en ese lugar.

Horas más tarde, funcionarios del Departamento de Educación fueron a la estación, desde donde lo llevaron a la escuela de Colonia La Poza, su primer nombramiento como profesor encargado, tras haber egresado de la Escuela Normal "José Abelardo Núñez", ubicada en el sector de Estación Central.

Así pasaron sus primeros tres años, hasta que fue aceptado su traslado a la Escuela de Los Pellines. "Había hecho una linda labor. Si me quedaba, un apoderado me ofrecía una casa, que construiría con mañío y alerce. Pero, me afectó la soledad. Era un muchacho de 23 años", subraya.

En 1970, consiguió un nuevo traslado, esta vez a la Escuela 82 (actual "Marcela Paz", en la población Chiloé), donde fue profesor, para ascender a subdirector y a director. "Hasta que en el año 80, el seremi de Educación me dijo que me iba como director a la Escuela 7 Árabe Siria. Después de 28 años, jubilé como director a los 66 años".

- ¿Debió ser una gestión importante, por casi tres décadas?

- Fue toda una vida en la Escuela Árabe Siria. Guardo los mejores recuerdos. No es cachiporreo, ni mucho menos, pero estábamos entre las mejores escuelas de Puerto Montt. Era la Escuela 100 de Pichi Pelluco, la Escuela 6 y nosotros. Muchos de los alumnos egresados son ahora grandes profesionales. Mi hija Carla (42 años) estudió ahí. Es médico y ejerce ahora en Santiago.

Pero también fueron pioneros en la promoción de hábitos saludables. "Registramos un plan nacional y representábamos a la región como escuela de estilo de vida saludable. Me correspondió ofrecer charlas a médicos, enfermeras y profesores en Concepción, Valparaíso y Quilpué. Fuimos un ejemplo en ese sentido".

Además, marcaron la diferencia por ser innovadores. "La idea principal era educar y dentro de eso estaba la formación. De hecho, teníamos 24 actividades extraprogramáticas, como repostería, remo, básquetbol, fútbol, boy scout, orquesta, coro, taller de poesía, editamos libros".

- ¿Comparte que la educación pública no está hoy en ese nivel?

- La educación pública decayó en general, desde que cerraron las escuelas normales. Cambiaron las mallas curriculares y la formación de los profesores, que se dedican a instruir y no a educar. Educar es en el contexto general: si estoy bien presentado, si saludo, el amor a la patria, a la familia, el conocimiento general de la vida. Nosotros formábamos personas y a través eso, llegaba la instrucción.

Inquietud deportiva

En forma paralela, el profesor Sanz también pudo manifestar su inquietud por la formación deportiva, lo que lo llevó a presidir desde 1972 a 1982, la Asociación Deportiva Escolar Primaria (Adep), que más tarde se denominó Departamento de Educación Extraescolar.

"Hacíamos actividades deportivas y formamos a grande atletas, pimponistas. Fuimos campeones 8 años consecutivos a nivel nacional de tenis de mesa. Realizamos en Puerto Montt el primer campeonato de babyfútbol, en el que fuimos campeones. O sea, las actividades escolares en el deporte fueron muy fuertes", enfatiza.

Entre otros cargos, desde 1994 a 2006 lideró el Consejo Local de Deportes de Puerto Montt. Durante su trayectoria, recibió premios como mejor profesor (Puerto Varas y Frutillar), mejor coordinador comunal extraescolar y mejor dirigente deportivo regional. Fue reconocido como director destacado de escuelas con estilo de vida saludable, por Unesco, y los ministerios de Salud y de Educación.

- ¿Cómo evalúa la situación del deporte formativo escolar?

- Después de jubilar, fui inspector general en el colegio British School, donde me di cuenta que la falencia era más grande de lo que uno pensaba. Cuando visitaba los kinder, los niños no sabían trotar, ni dar botes a una pelota, menos chutearla. Antiguamente, el niño de kinder ya jugaba a la pelota. En primero básico, ya boteaban la pelota de básquetbol. Hoy en día no pasa eso.

- ¿A qué lo atribuye ?

- El teléfono, el internet... Hemos perdido esa movilidad, la psicomotricidad se ha perdido mucho. Cada vez hay menos atletas. Antiguamente, quién no corría 80 o 100 metros. Ya no hay campeonatos escolares, como los que llenaban el gimnasio municipal. Ya no existe ese semillero.

Apoyo social

Sanz también dedica parte de su tiempo a la actividad social y solidaria, a través de su membresía en la Liga Protectora de Estudiantes Pobres, que presidió entre 2007 y 2009. "Estamos educando a 20 jóvenes, de situación muy pobre. Con orgullo podemos decir que este año egresaron dos alumnas de la carrera de Derecho. Cuando hacemos una evaluación anual y nos juntamos con los jóvenes, salimos motivados, pero también tristes, porque nos cuentan su realidad, cómo estudian. Si no fuera por la pequeña ayuda que damos, no podrían hacerlo".

EL PROFESOR SANZ COMPARTIÓ SU VOCACIÓN DOCENTE CON LA ACTIVIDAD DEPORTIVA Y HOY, CON UNA LABOR SOCIAL Y SOLIDARIA.

"Educar es en el contexto general, si estoy bien presentado, si saludo, el amor a la patria, a la familia"

"Ya no hay campeonatos escolares que llenaban el gimnasio municipal. Ya no existe ese semillero"

Sanz, hoy de 78 años, recuerda que para acceder a la escuela "había que caminar una hora y media entre varas y montes. Cuando comencé había 10 alumnos, de primero a cuarto básico; pero terminé con 37, y hasta sexto básico".