Correo
Chile y el plebiscito
Durante el último año, y especialmente durante estas últimas semanas, muchos se han encargado de repetir que en nuestro país nada funciona, que somos víctimas de un sistema de abusos, de opresión, y en redes sociales algunos diputados y senadores se han sumado al hashtag #CambiemosEstePaisQL, entre otras muchas frases de 140 caracteres.
Sin embargo, creo que la mayoría de los chilenos reconocemos en nuestra nación muchas cosas positivas, y como en toda obra humana, otras tantas que deben ser mejoradas. Pero es necesario recordar que somos un país conectado por carreteras, puentes, túneles, puertos y aeropuertos, que tenemos hospitales y salud primaria, que existen tribunales de justicia, apoyo estatal a las familias para obtener o mejorar su vivienda, entre otros muchos beneficios, que existe un registro civil, un servicio que recauda impuestos, que tenemos jardines infantiles, escuelas, liceos y universidades, públicas y privadas, en las que más de 370.000 jóvenes han estudiado con gratuidad y otros 200.000 reciben becas de arancel y créditos solidarios.
También tenemos municipios con alcaldes y concejales que están presentes ministros, seremis, directores de servicio, generales, oficiales, cabos y servidores públicos, la inmensa mayoría de ellos comprometidos con hacer bien su trabajo. Tenemos energía eléctrica, agua potable y alcantarillado, combustibles, alimentos y comunicaciones. Hay médicos, enfermeros, paramédicos, todos cumpliendo su deber, aun a riesgo de sus propias vidas. Y también tenemos micro, pequeños y grandes empresarios, quienes crean valor y dan trabajo. En fin, diría hashtag #NoSomosUnPaisQL.
Estas obras, estos servicios y este país, lo hemos construido entre todos estudiando, aportando, trabajando, creando. Por eso, no votemos en este plebiscito enfrentados, sino con la convicción de que nos unen más cosas buenas que aquellas que nos separan y que, cualquiera sea la alternativa democrática que gane, tenemos la obligación de comprometernos todos con hacer de nuestro país, una tierra de personas dialogantes, respetuosas del proyecto de vida del otro, próspera e inclusiva.
Lorenzo Miranda Morales
Aristóteles y la Constitución
En la hora presente, convendría tener en cuenta la sabiduría antigua. La constitución ateniense fue escrita por Aristóteles con la ayuda de sus discípulos. Para tal fin, tuvo en cuenta 178 constituciones. Realizaron un estudio histórico y comparado que les llevo nueve años.
¿Los nuevos sofistas quieren hacer algo semejante, en el caso que gane la opción que permita aquello, en sólo dos años? El viejo y sabio Aristóteles enseñaba en el libro VIII de la Ética (que trata de la felicidad, la justicia, la amistad, etc): "El buscar en toda la utilidad conviene muy poco a las personas magnánimas y libres".
Al final, parece que nuestra crisis consiste en la disyuntiva entre la demagogia utilitarista o la libertad responsable, característica fontanal de los auténticos ciudadanos.
Juan Carlos Aguilera P., académico de la Universidad San Sebastián
Respeto el día después I
A un día de uno de los procesos más importantes de la vuelta de los ya 30 años de la democracia, volvemos a vivir polarización en nuestras calles y ciudades, enfrascadas en dos opciones que prometen estabilidad y fracaso al mismo tiempo. Esperemos que los resultados al día siguiente del plebiscito no sean refregados ante la opción perdedora, porque el daño que generaremos será irreconciliable y creciente en la división de las posturas políticas en el escenario mundial de la polarización entre izquierdas y derechas.
Esperemos que quienes se han enfrentado los últimos meses puedan trabajar y debatir con altura de mira, porque lo que está en juego es la estabilidad de nuestro país y el futuro de los próximos 5, 10 y 30 años. Necesitamos humildad, tolerancia y respeto en los resultados
Eduardo Zuchel Muñoz
Respeto el día después II
Que todos se respeten. Esa es la clave.
Pedro González
Dudas sobre el plebiscito
Ningún plebiscito por definición (resolución tomada por todo un pueblo por mayoría de votos) y más bien si la consulta es "dicotómica" (de dos opciones opuestas), debería generar dudas, confusión o interpretaciones ambiguas. Si ellas están presentes implica necesariamente que en esencia estaría mal planteado.
Sin calificar la estructura de sus preguntas y la, para muchos tendenciosa forma rompiendo la dicotomía fundamental (una opción con una posibilidad y la otra con tres posibilidades); dejará en una mayoría, no cabe dudas e independiente de resultados, serias dudas sobre la consulta por su forma, fondo y validez del mismo.
José Manuel Caerols