Entrega de cajas de alimentos
Se ha hecho evidente que se requiere de más celeridad en el mecanismo de distribución de las ayudas dispuestas para las familias de Puerto Montt. Un escenario tan complejo como el que ha vivido el país demanda una respuesta rápida de quienes desde el Estado tienen responsabilidades.
Generalizada ha sido la demanda de parte de los dirigentes vecinales de Puerto Montt para que el Gobierno aplique una mayor celeridad en la entrega de cajas de alimentos, en particular a aquellas familias que han sido más golpeadas por los efectos económicos de la crisis sanitaria. Aunque las autoridades regionales han asegurado que ya se han distribuido dos partidas de estas ayudas y que está pronta a comenzar una tercera, en los barrios de la capital regional, en voz de la dirigencia social, se ha recibido sólo una por hogar, lo que habla de una distancia enorme entre el discurso oficial y la sensación que hay entre quienes deberían ser los beneficiados.
Basta recordar los primeros días de la repartición de cajas, a nivel nacional, para constatar que este proceso adoleció de ciertas fallas que fueron advertidas oportunamente incluso por los municipios. Ciertamente, la emergencia económica y social que se comenzó a vivir a partir de marzo y abril de este año dejó una huella evidente en la asignación de estas ayudas, que debieron diseñarse e implementarse sobre la marcha, en un operativo inédito en todo el país para llegar a la mayor cantidad de familias que necesitaban de insumos esenciales para garantizar la adecuada alimentación.
Pero eso se entendía en los primeros meses de pandemia, era un escenario que llegó de improviso para el que no había una planificación al menos visible. A estas alturas, los dispositivos debieran estar ya más ajustados y la información, por lo demás, fluir de manera diligente para que exista una comprensión cabal acerca de los alcances de las cajas que han sido distribuidas entre la población, a fin de no existir discordancias con los antecedentes que recogen los representantes vecinales, que están en contacto directo, y diario, con los principales destinatarios de las ayudas.
Con todo, es palpable que los hogares más necesitados de Puerto Montt requieren con prontitud una mayor celeridad en la distribución de cajas de alimentos. Se debe operar ahora con el máximo sentido de urgencia.