Nueve semanas de cuarentena
Puerto Montt está sufriendo los rigores de un prolongado confinamiento que tensiona cada una de las capas sociales. En los días que vienen, es esencial que la ciudadanía actúe siguiendo las recomendaciones y que se vea un control efectivo en las calles.
A diferencia de Coquimbo y La Serena, cuya cuarentena comenzó el 29 de julio, tal como en Puerto Montt, las autoridades de salud tuvieron que extender el confinamiento forzado de la capital regional de Los Lagos al menos por una semana más, producto de un aumento en la población de los casos activos de covid-19, virus cuya presencia sigue manifestando una inquietante vigencia en la ciudad. De este modo, la comuna tendrá que permanecer por siete días más en la denominada Fase 1, en el mismo instante en que otras ciudades del país ya están avanzando derechamente, no sin polémica, por cierto, hacia etapas avanzadas de apertura, para beneficio sobre todo de la actividad comercial, de transporte y turismo.
De acuerdo a lo que ha advertido la seremi de Salud, el alza de casos evidenciado en los últimos días se explica en los contagios intradomiciliarios, esto es, a la propagación del coronavirus en el espacio familiar, para lo cual poco ha ayudado la disposición de las personas bajo "observación" a aceptar la fiscalización de los equipos sanitarios. "La gente se molesta", afirmó la personera de Salud para graficar la actitud de las familias en las que eventualmente hay un integrante que podría pasar el aislamiento en una residencia sanitaria.
Ciertamente, un confinamiento tan prolongado como el que están viviendo los puertomontinos afecta desde todo punto de vista. Desde lo económico, ya serán nueve semanas en que la actividad comercial, salvo la que se entiende como servicios esenciales para la población, se encuentra paralizada, arrojando más incertidumbre en un sector que viene golpeado desde octubre del año pasado, en razón del estallido social. Desde lo sicológico, en tanto, es indudable que la ciudadanía está acumulando un cansancio evidente por las restricciones que conlleva permanecer encerrado en casa y pedir permiso para salir. El propio intendente reconoció el cansancio de los puertomontinos.
Es clave que la ciudadanía cumpla con las medidas sanitarias que impone la cuarentena, así como que también la autoridad ponga énfasis en las medidas de fiscalización, a fin de que la población vea que efectivamente hay controles en la calle.