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estuvo hospitalizado ni tuvimos desgracias que lamentar.

-¿Debieron contratar más personal?

-Algunos refuerzos, pero en algún minuto, igual tuvimos que cerrar nuestra Unidad de Pacientes Críticos por alrededor de dos semanas tras el contagio del médico que mencioné antes.

Suspensión

-¿Esta crisis significó que debieran suspender otras prestaciones?

-Alineados con la autoridad, ante la llegada del virus se nos instruyó suspender la actividad quirúrgica que no fuera la de urgencia o médicamente no recomendable de postergar. Así, toda la cirugía electiva debió suspenderse. Esto generó un tremendo problema, porque hoy día enfrentamos una lista de espera quirúrgica mayor que la que había antes de la instrucción. Afortunadamente, esto ya está resuelto y se ha autorizado recientemente reanudar la actividad quirúrgica con precauciones y medidas especiales de seguridad.

-¿Se puede acudir con tranquilidad entonces?

-Por eso es que nos atrevemos a invitar a las personas a no postergar más sus problemas de salud, ya que hacerlo puede resultar más peligroso o más delicado. Hoy día tenemos la experiencia suficiente para atender a las personas y sus familias con seguridad. Contamos con los elementos de protección personal suficientes para nuestro personal y pacientes, disponemos de estudiados protocolos sanitarios y estrictas normas de conducta sanitaria, las que son monitoreadas todos los días, y nuestro personal ya las tiene internalizadas. Por eso ya no es riesgoso, como al principio, asistir a una consulta médica o someterse a un procedimiento quirúrgico.

-¿Cuántas intervenciones llegó a tener suspendidas la clínica?

-La actividad quirúrgica llegó a un 30% de lo habitual en el mes de abril, pero hoy estamos haciendo un 60% de lo que hacíamos antes. Ya la gente se está haciendo la convicción de que si adopta las medidas de seguridad apropiadas y conocidas por todos, como guardar el distanciamiento social, no tocarse la cara, usar mascarilla y algún tipo de protección facial, lavarse las manos con regularidad, desinfectarse con alcohol gel o alcohol las manos, los riesgos son definitivamente bajos.

-¿Cuán demandante ha significado esta enfermedad para ustedes?

-Produjo, sobre todo al principio, un nivel de ansiedad importante y una sobrecarga de trabajo, por todos los protocolos de seguridad y cuidados que debemos tener. Ahora, yo creo que nos hemos acostumbrado a esta nueva carga de trabajo, con menor actividad, pero ya contamos con todos los elementos de protección personal necesaria para atender a nuestros pacientes y esos niveles de estrés son algo mas bajos. También contamos con el apoyo de un sicólogo en el equipo, para que pueda atender y contener a las personas que se sienten sobrepasadas y ayudar a los colaboradores que necesitan otro tipo de apoyo. Creo que, a pesar de todo, la experiencia nuestra está siendo exitosa, creo que lo estamos haciendo bien y no hemos tenido desgracias que lamentar. Nunca nos ha faltado un medicamento, una cama, un ventilador o pabellón. En el caso de esta provincia, siempre tuvimos, todos los establecimientos de salud, los elementos para desempeñar bien nuestro trabajo.

-¿Todo este contexto ha tenido repercusión en el estado financiero de la clínica?

-Claro. Este será el peor año financiero de la historia de la clínica. La actividad en general cayó en un 75% en abril, todos los insumos se encarecieron y el consumo de los mismos es mucho mas frecuente para poder cumplir con los protocolos de seguridad. Menos actividad, mayor consumo de insumos, mayores costos, imagine usted la ecuación.

-¿Significó alterar el presupuesto?

-Afortunadamente, esta pandemia fue muy bien enfrentada desde la autoridad hacia abajo, porque todo el mundo se paró en la fila para decir cómo coopero… todas las aseguradoras comenzaron a pagar más rápido, lo mismo las instituciones fiscales. Yo diría que el trámite de los programas médicos es hoy algo mas rápido. De esta manera, y sumado a que el Estado se preocupó de que la deuda pública se regularizara también con mayor celeridad, es que surgieron los recursos. De otra manera, esto habría sido algo catastrófico.

-¿Hoy día están con pérdidas, desde el punto de vista financiero?

-El panorama es complejo... en seis meses ya perdimos la utilidad de todo el año 2019. Así que este año vamos con pérdidas importantes, situación que se repite en casi todos los establecimientos de salud privados del país. Nuestras ventas, en el peor mes de este 2020, cayeron a la mitad. Mucha gente enfrenta dificultades económicas, y eso tampoco ayuda.

-¿Como se vislumbra septiembre?

-Históricamente, septiembre para todas las clínicas es un mes muy bajo en actividad, porque es el mes en que la gente sale de vacaciones, se junta con la familia y se va de paseo a alguna parte. Hoy la situación se dio vuelta y nadie está saliendo a ninguna parte, ya que no se puede ir a ningún lado, así que habrá muchos que aprovecharán de realizar este mes los procedimientos de salud que tenían postergados. Esperamos que este mes las pérdidas se detengan.

Lecciones

-¿Qué enseñanza deja el covid-19?

-En lo personal, creo que uno tiene que tomar conciencia que no se las sabe todas, que hay que ser generoso en el proceder y cuidar mucho a la gente. Hay que ser prudentes en lo que se está haciendo y muy responsables. Hay que recordar que somos humanos y vivimos en comunidad, que hay que aprovechar las cosas buenas de la vida y no rabiar tanto por las que creo me merezco y hoy no tengo.

-¿Debieron paralizar inversiones?

-Todas las inversiones que teníamos aprobadas en 2019 para este año, fueron inicialmente suspendidas; pero el directorio, a pesar de la contingencia, a pesar de que todavía no se ve la luz al final del túnel, aprobó, afortunadamente para la comunidad, reactivar el plan de inversiones, lo que significa un resonador nuevo que ya está en operación, el más moderno de la región, un scanner nuevo, que llega en octubre, hemodinamia que comienza en noviembre, remodelación de la unidad de urgencia, de la salas de espera de imagenología, mejoras de equipamiento en pabellón y mejoras de la estructura física de la Unidad de Pacientes Críticos. Todo esto significa una fuerte inversión que hay que pagar y una enorme responsabilidad para con la confianza del directorio en este equipo humano de la clínica.

-¿El mercado es suficiente como para sostener una clínica más en Puerto Montt?

-Yo creo que no. Espacio para otra clínica no hay. En Puerto Montt, somos dos las clínicas privadas y estamos justo. ¿Una tercera?... sería complicado, no hay población suficiente.

-En el marco de esta crisis, ¿qué reflexión puede realizar de la salud en Chile?

-Yo creo que Chile está en una situación de privilegio respecto de la calidad de la infraestructura hospitalaria pública y de la oferta de resolución médica que ofrece el área privada. Creo que si nos comparamos con países vecinos, Chile es el país que menos problemas ha tenido con infraestructura, equipamiento y elementos de protección personal. El problema nuestro ha sido de comportamiento.

-La gente no se cuida…

-Sí, no nos cuidamos. Los chilenos estamos siendo muy rebeldes para todo. Tenemos opinión para todo, sabemos de todo, hacemos lo que creemos que corresponde y la verdad es que hemos perdido el respeto por la autoridad, por el conocimiento y por la experiencia. No valoramos lo que tenemos, diría yo. De verdad, si comparamos lo que tenemos en salud con respecto a lo que sucede en otros países de Sudamérica, estamos lejos mejor. Nunca, en la historia de Chile, habíamos tenido el nivel de infraestructura hospitalaria, calidad de equipos y oferta médica, especialmente en la salud pública.

-¿Cómo evalúa el acceso a la salud en general, en el país?

-Existe un buen acceso y en el peor de los casos, si alguien que no tiene los recursos necesita resolver un problema de salud, puede ir a un hospital público, que tiene que darle una respuesta satisfactoria dentro de ciertos plazos. La ley es súper clara: el Estado tiene la obligación de proveerle la solución, contratándola para usted en donde exista la capacidad resolutiva. Ahora, todo es perfectible, se puede mejorar el acceso y el tener una buena salud, pero tenemos también un problema cultural de sobreutilización muchas veces innecesaria de los recursos de salud, y la idea de que incluso nuestras solicitudes menos graves deben ser resueltas de inmediato. Espero que eso también cambie algún día.