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"El panorama es complejo, ya que en seis meses perdimos la utilidad de todo 2019"

El ejecutivo destaca el trabajo realizado con la autoridad estatal en el control del covid-19 y analiza lo que ha significado este tiempo tanto para la clínica como para la salud en el país.
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Vicente Pereira

La pandemia del covid-19 ha generado golpes y cambios de todo tipo. Uno de ellos ocurrió en el sistema de salud, donde el sector privado quedó bajo el control de la red pública durante estos meses marcados por la crisis sanitaria que está afectando al país.

Luis Barrientos, gerente general de la Clínica Universitaria de Puerto Montt, realiza un análisis de lo que ha significado este tiempo, de cómo han enfrentado la enfermedad y de los problemas que el coronavirus ha generado a todo nivel, y de los cuales la clínica no es un caso aparte.

Y es que, según cuenta, "el panorama es complejo, ya que en seis meses perdimos la utilidad de todo el año 2019".

-¿Cuál es el análisis que realiza de estos meses de pandemia?

-Yo creo que en nuestra zona la pandemia nos ha tocado bastante suave, ya que no hemos tenido las situaciones críticas que han registrado otros lugares del país. Eso nos ha permitido contar siempre con un espacio de seguridad en cuanto a camas críticas, insumos, medicamentos y respiradores mecánicos. Esta información la conocemos por la comunicación y coordinación permanente con las autoridades de Salud de la región. Esta holgura que indico, permitió por ejemplo al Hospital de Puerto Montt recibir, en su momento, a pacientes graves de Santiago y de otras ciudades más complicadas con el covid-19.

-¿Se mantiene hoy esa holgura?

-Hoy este espacio es mayor, puesto que tenemos en la ciudad y provincia menos pacientes enfermos y una positividad de los exámenes PCR del orden de sólo el 3%, lo que significa que de cada 100 exámenes PCR tomados, sólo 3 salen positivos. En los tomados en nuestra clínica, este indicador es aún más bajo, con un 1%. A pesar de que en mi opinión estamos viviendo una semitranquilidad local, hay que estar consciente que esta pandemia ha tenido serias consecuencias y ha causado grandes daños en el empleo y en empresas, especialmente a los pequeños emprendimientos y pymes.

-Con esta positividad, ¿cree que se sigue justificando la cuarentena en Puerto Montt?

-No tengo todos los antecedentes de que dispone la autoridad central, que es quien toma estas definiciones; pero claro, queda esa duda, esa impresión de si es necesaria. Ahora, en las últimas semanas, hemos tenido algunos días con una pequeña alza, con cerca de 60 nuevos positivos diarios, lo que es alto para la zona, donde normalmente tenemos menos de 20. También aumentó levemente la cantidad de pacientes graves; pero sin saturar el sistema, ya que hay, como dije antes, suficiente holgura. Creo que por prudencia, la cuarentena se mantendrá durante septiembre y en octubre todos esperamos pueda suspenderse.

-¿Cómo ha sido la experiencia de estar bajo el control de la red pública?

-Nunca imaginé que nos tocaría enfrentar una situación tan difícil, como ciudad, como región y como país. A nosotros nos tocó en salud, con las personas encargadas de enfrentar el fuego de esta pandemia, que son un equipo maravilloso y consciente de su responsabilidad para con la comunidad. Entonces, no ha sido difícil trabajar de una manera disciplinada bajo la coordinación de las autoridades centrales. Esto ha sido una buena experiencia, porque se trata un problema de riesgo sanitario que nos afecta a todos. Lo complejo fue vencer muchos temores, la desinformación inicial, la inexperiencia y manejar inicialmente niveles de stock de insumos bastante al límite, aunque nunca nos faltaron.

-¿A qué se refiere con stock limitado?

-Teníamos las camas y los ventiladores, estaban los profesionales y el personal; pero al principio escasearon en todo el planeta los medicamentos que se indicaban, las mascarillas, pecheras desechables y otros elementos importantes de protección personal. Afortunadamente en nuestro caso y en el país pudimos sortear los primeros meses con los stocks de material existentes y luego, con el transcurrir de los meses, la oferta de materiales se ajustó a los nuevos niveles demandados.

-¿Ustedes tuvieron que trasladar ventiladores a Osorno?

-Sí, en algún momento se nos pidió cooperar, porque como acá no teníamos saturación de ventiladores y camas críticas, la autoridad nos solicitó a todos los establecimientos de salud, incluido el Hospital de Puerto Montt, apoyar con equipamiento a establecimientos de salud de otros lugares. Osorno en particular sufrió en algún instante una situación compleja y nosotros aportamos con un respirador al hospital de es ciudad. Luego nos solicitaron cuatro más, que fueron destinados al extremo norte del país porque también había problemas. Estos equipos ya volvieron, así que estamos otra vez con nuestros ocho ventiladores a disposición de nuestros pacientes.

-¿Cómo han sido estos meses de coronavirus al interior de la clínica?

-La primera experiencia fue el contagio de un médico de la Unidad de Pacientes Críticos, sin síntomas evidentes, se sentía un poco raro, pero nunca estuvo enfermo. Se hizo el test, resultó positivo y se fue en cuarentena para su casa, sin requerir de ningún tipo de apoyo especial. Se recuperó bien. Nadie de su equipo de trabajo resultó enfermo, lo cual habla muy bien de las prácticas sanitarias que tenemos dentro de la unidad. Luego tuvimos un brote en el call center, también de origen comunitario, es decir de la calle, no interno; donde resultaron cuatro personas positivas. Se hizo la cuarentena respectiva y el tema ya se resolvió. Ninguno de ellos tuvo complicaciones. Hubo después un par de casos más, también de origen comunitario, que trabajaban en otras unidades, pero que fueron resueltas sin problemas. Ninguno de ellos