Otra semana más de cuarentena
El confinamiento que está viviendo Puerto Montt ya supera con creces al que se decretó en la vecina ciudad de Osorno. De cada uno de los estamentos de la capital regional depende que la ciudad pueda liberar de las restricciones de la cuarentena.
En medio de la vorágine que significó la jornada en que se puso fin al paro nacional de los camioneros, y que en Puerto Montt dejó evidentes problemas de abastecimiento de frutas, verduras y combustible, el Gobierno decidió extender por una semana más la cuarentena decretada en la capital regional y que comenzó a regir el pasado 29 de julio, hace ya más de un mes. De esta manera, la ciudad ha iniciado su sexta semana bajo un estricto confinamiento que busca evitar la propagación del coronavirus y cuya extensión ya supera largamente el período de aislamiento que vivió otra comuna de la región al inicio de la pandemia, Osorno, que vivió cuatro semanas bajo el régimen de cuarentena, desde el 31 de marzo hasta el 30 de abril.
Aunque al final de la cuarta semana de confinamiento en Puerto Montt ya venía notándose una disminución en los contagios, la autoridad estableció en ese momento que, para actuar sobreseguro, se quería llegar a una meta de 14 días de reducción para levantar la medida. Aparentemente, a juzgar por la decisión de ampliar por una semana más el confinamiento, aún no se consigue alcanzar los números que según el Gobierno justificarían liberar las restricciones a las que está sometida la población, que en la última semana, además de los problemas propios del aislamiento, tuvo que convivir con los efectos del paro de los camioneros.
La mejor receta para que la capital regional pueda liberarse del confinamiento pasa por seguir las recomendaciones que se han entregado desde que llegó la pandemia: evitar al máximo posible el contacto social en los espacios públicos. En este sentido, llama la atención que mientras Puerto Montt vivía en cuarentena, con las expectativas puestas en alcanzar cuanto antes la disminución de los contagios, la autoridad haya aceptado sin más la apertura de un nuevo centro comercial, como también que la gente se haga agolpado en sus puertas. Considerando las costumbres del país, era perfectamente fácil prever qué es lo que ocurriría.
Es crucial que en los próximos días la población, autoridades y sector privado extremen sus esfuerzos para bajar los contagios y aspirar a que Puerto Montt pueda aspirar a iniciar el proceso de reapertura de los locales gastronómicos antes de que la crisis se agudice en este sector.