La pasarela que espera su aprobación en el Concejo
Expertos en arquitectura y urbanismo de Puerto Montt analizan los alcances de esta obra que proyecta construir el Grupo Pasmar sobre la calle Copiapó y respecto de la cual los concejales tienen la última palabra. ¿Mejora la conectividad?, ¿aporta al tránsito de las personas que se congregan en este recinto comercial?, ¿o constituye un obstáculo que impide una mejor visibilidad hacia la bahía?, son las preguntas que esperan por una respuesta en el debate público.
La construcción de la pasarela que unirá el Mall Paseo Costanera (la parte antigua con el nuevo edificio) volvió a encender el debate en Puerto Montt luego que la Comisión de Infraestructura del Concejo Municipal volviese a sesionar para determinar si autoriza o no la concesión de este espacio al Grupo Pasmar.
Sobre si es conveniente o no su construcción en calle Copiapó. O si presenta ventajas o desventajas para la comunidad, es el análisis que realizan los expertos puertomontinos, quienes coinciden en la importancia que tiene el que la obra cumpla con todos los requisitos que le impone la legislación.
La concejal Sonia Hernández (PS), presidenta de la Comisión de Infraestructura del Concejo Municipal, detalla el momento en que se encuentra el desarrollo de este proyecto y el rol que deben cumplir los ediles para su aprobación o rechazo. Precisa que en esta instancia los concejales sólo deben pronunciarse sobre si le dan o no luz verde a la concesión por 40 años que pide Pasmar; pero no acerca de las características de la pasarela, proyecto que -además- ha generado un amplio debate entre los lectores de este medio en la sección cartas al director.
En todo caso, para adoptar una determinación, los ediles cuentan con el apoyo de los departamentos de Rentas, Jurídico y de la Dirección de Obras Municipales (DOM), quienes les brindan asesoría en esta materia.
En este escenario, Hernández adelanta que la comisión se volverá a reunir para conocer más detalles del proyecto, por lo que estima que no debiera transcurrir más de un mes en que se adopte una determinación respecto al futuro de esta iniciativa.
A lo expuesto por Hernández, el administrador municipal de Puerto Montt, Carlos Soto, añade que la tarea de la corporación alcaldicia corresponde a la formalización de los actos administrativos definidos por el Concejo Municipal respecto de lo solicitado por Pasmar, empresa que requirió a la municipalidad su pronunciamiento ante la solicitud de conexión de ambos edificios en el borde costero.
Soto explica que la respuesta institucional favorable o negativa responde a una facultad que reside en el cuerpo colegiado de concejales, el que tendrá que contar con todos los antecedentes e información que le permita adoptar una definición. En este sentido, expone que el concejo deberá contar con dos líneas de acción. "Primero, tendrán que precisar cuestiones de certeza jurídica, y segundo, respecto de materias de orden técnico que la Ley General de Urbanismo y Construcción, vinculante con esta decisión, establezca al respecto", describe.
Por ello, Soto establece que una vez zanjado este tema entre los ediles, se procederá, de parte de la administración, a poner el punto en tabla para su votación en una sesión del Concejo Municipal.