Marlene Cárdenas, con el Liceo de Niñas en la piel
La presidenta del Centro de Ex Alumnas cuenta su vida como alumna y docente del establecimiento puertomontino.
Para Marlene Cárdenas, el Liceo de Niñas Isidora Zegers de Puerto Montt es su segunda casa. Y es que toda su vida estuvo ligada a este establecimiento educacional. Primero como alumna, luego como docente y hoy como presidenta del Centro de Ex Alumnas.
Al recinto, ubicado en Avenida Egaña 174, llegó luego de cursar sus estudios en el Colegio Inmaculada Concepción. "De ambos establecimientos guardo preciados recuerdos, tanto por la formación recibida, como por su aspecto académico", dice.
Una vez egresada del liceo, se tituló de orientadora en la Universidad de Chile y de profesora de enseñanza técnico profesional en la Universidad Austral de Chile.
Además, cuenta con diversos estudios, como un postgrado en Educación y durante sus años de actividad realizó diversos cursos y seminarios, preferentemente durante sus vacaciones.
"No recuerdo haber gozado mis vacaciones porque siempre me mantuve ocupada en perfeccionarme", cuenta.
Pero el tema académico no es lo único en la vida de Marlene Cárdenas, ya que también ha destacado por su trabajo en los voluntariados.
Es así como, entre otras labores, fue fundadora -junto a otros personeros- de la Liga contra la Epilepsia, filial Puerto Montt, integró la protectora de animales Doctor Eduardo Vargas, perteneció a la Cooperativa Gabriela Mistral de los profesores y fue directora consejera de la Cruz Roja, entre otros voluntariados en los que participó.
Junto con ello, presidió los consejos gremiales del Colegio de Profesores y fue profesora del DUOC en 1976, en tiempos en los que funcionó en Puerto Montt.
Sin lugar a dudas, el Liceo de Niñas marcó la vida de quien recibió una serie de distinciones durante su carrera, como la de Profesora Destacada, otorgada por el DEM (Dirección de Educación Municipal) Puerto Montt. Si bien ahora preside el Centro de Ex Alumnas, cuenta que en su época de estudiante no presidió una organización similar porque "tengo un perfil muy bajo. Yo no hablo fuerte y no tengo la personalidad que debe tener una líder de masas".
- ¿Qué significa para usted el Liceo de Niñas Isidora Zegers?
- Después de mi mamá viene el Liceo de Niñas. Me enternece saber que lo que conocí como alumna ya no sea ni siquiera una pálida figura de lo que fue, ya que existe un trastorno de los valores; pero ello no es un problema del liceo sino que familiar, y ocurre desde el momento en que la mujer sale a trabajar y deja el papel que le corresponde por naturaleza, como es ser jefa de hogar y de familia. Cuando eso sucede por muchas razones, como la Segunda Guerra Mundial, que significó que la mujer saliera a trabajar, comienza el descalabro familiar. Yo, además de educadora, soy orientadora familiar, entonces no me vengan a decir: "usted está atentando contra la mujer". ¡No, señor! El orden familiar es así. Tiene que existir una formación valórica para que la familia y la sociedad puedan funcionar.
- ¿Qué análisis le merece la educación actual?
- La educación, desde el punto de vista del organismo rector, que es el Ministerio de Educación, se ha ido dando vueltas, ya que han cambiado el currículum y han puesto y sacado asignaturas. En mis tiempos habían dos idiomas, lo que ayudaba a la cultura general de los alumnos.
- ¿Cree usted que es necesario que se enseñe más de un idioma?
- Cuando yo salí de la secundaria, lo hice hablando medianamente bien el inglés y el francés, que hoy ya no existe. Incluso, en mi liceo se impartía el alemán porque habían muchas alumnas que venían del Instiuto Alemán que, en ese tiempo, no tenía la educación secundaria completa. Por eso cuando pasaban al Liceo de Niñas les ponían un profesor de alemán. Había una educación integral y por eso yo del liceo tengo los mejores recuerdos, ya que en ese tiempo era en Puerto Montt lo que hoy es el Villa María en Santiago. Era un liceo de señoritas, con mayúscula y subrayado. - ¿Cómo ha sido su experiencia como presidenta de la agrupación de ex alumnas?
- La conformamos grupos de distintas etapas de la vida. Organizamos encuentros para conversar y para recordar historias y se han organizado viajes, incluso al extranjero.
en 1999, en sus tiempos en el liceo de niñas.
"En mis tiempos se estudiaban dos idiomas, lo que ayudaba a la cultura general"
"Conformamos (en el Centro de Ex Alumnas) grupos de distintas etapas de la vida".
Pero no es lo único, ya que además ganó el concurso de la creación del himno del Instituto Alemán de Puerto Montt en 1999. "Hubo un concurso y yo participé y a los dos meses llegó a mi oficina una profesora enviada por el rector y me pregunta si yo era Marlene Cárdenas. Le dije que sí y me informó que había sido la ganadora de la creación del himno", relata.
Toda esta labor, como ella misma dice, la obligó a tomar algunas determinaciones en su vida. "No tengo hijos por razones de responsabilidad. Mi papá fue jefe de un liceo y siempre andaba amargado porque faltaban profesoras, ya que estaban con licencia médica y los cursos quedaban solos. Entonces, cuando me tocó ser profesora, dije que mi determinación sería de manera responsable. O soy mamá y esposa como debe ser o voy a trabajar como debe ser. Y decidí trabajar", confidencia.
Liceo de niñas