Cambio climático y agro regional
El estudio que desarrollan la UC y FIA se constituirá en un valioso insumo para la actividad agrícola de Los Lagos. En los 30 años venideros, habrá un aumento de las temperaturas máximas y mínimas, así como un descenso de las precipitaciones.
Aunque las preocupaciones de los chilenos han transitado fundamentalmente entre el estallido social del año pasado y la posterior pandemia y crisis económica desatada, en las prioridades de la población, expresadas en encuestas de opinión, también se ubican las consecuencias del cambio climático, que de hecho tienen a Chile como uno de los países con los efectos más visibles dada su arrinconada geografía entre cordillera y mar. Las constantes denuncias sobre el estado del borde costero en Puerto Montt, sobre la calidad de las aguas en el lago Llanquihue, la contaminación atmosférica provocada por la incorrecta combustión de la leña y el vertimiento de desechos a los ríos de la región, constituyen expresiones de una inquietud medioambiental que con el transcurso de los años se ha instalado con propiedad entre la opinión pública.
Por ello es que el estudio que realiza la Universidad Católica de Chile (UC) y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) acerca del impacto de la variabilidad climática en la producción agrícola de la provincia de Llanquihue, resulta de tanta relevancia. De acuerdo a las conclusiones preliminares de la investigación, para la cual los responsables han contado con valiosa información recogida en el territorio, para los próximos 30 años se proyecta que las temperaturas máximas se incrementarán en 2°, mientras que las mínimas lo harán entre 1,5° y 2°. Asimismo, las precipitaciones disminuirán entre un 5% y 10%, habrá menos días con heladas y los veranos serán más secos.
Con la información recogida en el estudio, los investigadores pretenden contribuir en una zonificación de las tierras agrícolas que tenga en consideración los nuevos parámetros climáticos. Ya en regiones ubicadas más al norte, por ejemplo, se ha visto como lentamente se han ido incorporando nuevos cultivos gracias a escenarios que eran improbables hasta hace algunos años.
El cambio climático a estas alturas es un fenómeno en curso que supondrá grandes desafíos para la agricultura, para lo cual, evidentemente, se necesitará contar con información cierta y oportuna que permita tomar decisiones.