Mercado de Angelmó resiente el impacto por notoria falta de clientes
VENTAS. El covid-19 reduce a niveles mínimos la actividad comercial. Apenas funciona un 10% de las cocinerías.
La pandemia del coronavirus está generando dramáticos efectos entre comerciantes del mercado Angelmó. Varios propietarios de las cocinerías dejaron de trabajar hace cuatro meses, lo que también ha impactado en el empleo.
Algunos de los que se mantienen activos reportan pérdidas de un 80% a un 100%. Temen que si esta situación se extiende, las consecuencias van a ser devastadoras, puesto que esa actividad es su única fuente de ingresos.
Cristina Vargas, dueña de una de esas cocinerías, explica que resolvió cerrar temporalmente su negocio "porque me dio miedo no más, porque me dio miedo enfermarme. Me desesperé y después, cuando quise ir a ver, no había gente, no llega nadie. Los que están trabajando, que tienen abierto, deben ser bien poquitos".
La locataria comenta que mantenía a una persona trabajando con ella, pero que con el cierre del local, no pudo mantener esa relación laboral.
Vargas agrega que no han recibido información sobre las medidas a tomar en caso de reapertura de los locales. Cree que tendría que invertir en su negocio para implementar medidas sanitarias, pero no tiene certeza si podrá hacerlo, porque ya no está percibiendo ingresos.
Sólo seis
La presidenta del Sindicato de Locatarios de Angelmó, Rosa González, aseguró que pese a la crisis mantiene en actividad su cocinería, pero sólo para efectuar ventas de comida para llevar.
Antes de la pandemia, la dirigenta recuerda que trabajaba con cinco personas, pero que ahora está sola.
González asevera que en tiempos normales unos 60 locales conforman esa oferta de cocinerías, pero que "ahora sólo quedan seis (10%)".
"Hemos perdido, por no decir el 100%, ya que vendo colaciones. Pero vender ocho colaciones al día, en un local que tenía seis o siete personas trabajando... Las ventas han bajado a un 95%. Y así estamos todos. Hay personas que desde que cerraron en marzo, están con el 100% de pérdida, porque sus negocios están cerrados", expuso la dirigenta.
González recuerda que por instrucciones de la autoridad sanitaria "nos obligaron a cerrar (a mediados de marzo) y nadie nos apoya en nada. Pero tenemos que seguir pagando imposiciones y de dónde saco plata, si tengo mi negocio cerrado".
200 trabajadores
Juan Andrade es propietario de una pescadería. Lamenta que las cocinerías estén tan perjudicadas con cuatro meses sin funcionar, pero también admite que su sector ha experimentado fuertes repercusiones.
Expone que están trabajando al 50% y que las ventas han bajado un 90%, lo que ha tenido impacto en el empleo. Estima que unas 200 personas estaban empleadas en las pescaderías, fruterías y cocinerías.
En su caso, reconoció que "teníamos a tres personas trabajando, pero bajamos (despidieron) a una. Acá había harta gente trabajando en las cocinerías en el mercado y toda esa gente se fue a trabajar a las pesqueras, por lo menos consiguieron trabajo. Ahora estamos trabajando con los hijos no más, porque nosotros somos negocio familiar", enfatiza Andrade.
Respecto de las medidas preventivas para evitar el contagio, especifica que han reducido el contacto con sus clientes y que desinfectan cada vez que entregan el producto, por lo que el dinero de las ventas lo guardan en una bolsa que también desinfectan.
Añade que todo el día usan mascarillas, se lavan las manos con frecuencia y que disponen de alcohol gel.