Correo
En defensa de la pasarela
En carta publicada el 4 de julio en El Llanquihue, el lector Nicolás Binder critica con mucha simpleza y facilidad el espacio comercial de Puerto Montt conocido por todos como Mall Costanera, llamándole "una gran muralla en la primera línea", un comentario lleno de prejuicios y desconocimiento. Este señor de forma muy inconsistente comienza su argumentación criticando todo lo relativo al mall de la ciudad (olvidándose que miles de familias tienen sus puestos de trabajos allí) y posteriormente reconoce la necesidad de contar con una solución respecto de la pasarela, que conectará al centro comercial con su ampliación.
¿Quién lo entiende? Con un sesgo evidente este lector sigue criticando y señala "¿quién ganaría realmente con la pasarela? Los clientes de Pasmar sin duda -quienes podrían ahorrarse cinco minutos en cruzar de un edificio a otro-", culmina. Mediante la presente carta aprovecho a informarle al señor Binder que muchos puertomontinos acudimos al Mall Costanera y seguimos siendo parte de la comunidad sureña. Querer hacer una diferenciación ante ello es volver a caer en inconsistencias.
Muchos trabajadores y clientes que asisten día a día al centro comercial hoy deben exponerse a la calle para continuar a la ampliación del mall. Y este señor dice que esto no es más que cinco minutos saliendo de la calle, refiriéndose irónicamente a las personas que deben exponerse a la lluvia, al mal tiempo y otras dificultades. En tiempos de normalidad, quienes se ven expuesto a ello son adultos mayores, niños, embarazadas, personas en situación de discapacidad y tantas otras.
Como ciudadano de Puerto Montt, considero que la construcción de la pasarela beneficiará a la comunidad, qué duda cabe. Hoy los centros comerciales son una fuente directa de creación de empleo y ante la crisis pandémica y económica que vive el país, cada día se vuelve más estratégico cuidar y promover las inversiones para favorecer el crecimiento y también el desarrollo en las ciudades del país. Desconocer aquello sería volver a caer en inconsistencias evidentes.
Marcos Aguilar
Camión-termómetro
Desde el inicio de la pandemia hemos visto cómo en todas partes del mundo se le ha dado suma importancia a la toma de temperatura como medida contra el covid-19 en lugares como aeropuertos o entrada a negocios. Ahora se anuncia un camión-termómetro en Puerto. Montt.
Sin embargo, ¿cuál es la efectividad de esa medida? La evidencia disponible señala que muy poca o casi nula. ¿Razones? Principalmente por la manera de tomar los datos. Salvo que se obtenga de forma rectal o axilar (entre otras) el valor detectado es muy susceptible a factores externos, como la temperatura ambiental o la actividad que se esté haciendo.
Hay varios casos de gente que marca menos de 35 grados o casi 40 sin tener problemas de salud. Muchos contagiados no presentan fiebre, y si así fuese, un simple paracetamol puede hacer que se eludan los controles. Esto no lo digo yo, sino que la propia OMS, que incluso da a entender que se trata de una medida más complaciente que útil.
Por ello recomienda enfocarse en medidas preventivas realmente comprobadas: lavado de manos, distanciamiento y uso correcto de mascarillas. Afortunadamente el camión fue una donación, evitando otro escándalo de derroche, pero me temo que sólo será de bonito y una publicidad gratis para la empresa.
Guillermo Ebensperger
Iniciativas del Ejecutivo
La iniciativa exclusiva del Presidente de la República en materia administrativa y financiera es de antigua data. Con ello se trata de evitar iniciativas legales imprudentes o demagógicas que puedan importar gastos al erario.
La Constitución establece que la administración del Estado le corresponde al Presidente. El texto constitucional prohíbe la iniciativa parlamentaria en todas aquellas materias administrativas, tributarias, económicas, financieras, previsionales, de seguridad social y otras que desfinancien el presupuesto de la nación y perturben la política económica financiera.
La Corte Suprema escapa a estas restricciones. Ella acostumbra a dictar sentencias que le ordenan al Estado pagar cuantiosas sumas de dinero -de muchos miles de millones de pesos- por concepto de indemnizaciones en casos de derechos humanos o para financiar la adquisición de medicamentos de alto costo y de dudosa efectividad (por cuanto normalmente son usados para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas que no tienen cura).
Adolfo Paúl Latorre
"Impacientes críticos"
Está bajando la presión sobre hospitales y clínicas en la Región Metropolitana, lo que indica que está bajando la cantidad de pacientes críticos. Sin embargo, se ha mantenido estable el número de impacientes críticos.
José Luis Hernández