Salud mental en pandemia
Mientras más se extiende el período de crisis sanitaria, mayor es la prevalencia de estrés y depresión en la población. Hay al menos 200 mil personas que padecen algún tipo de demencia en el país, cada una de las cuales impacta la vida diaria del entorno familiar.
Los expertos indican que el aumento de la ansiedad, la depresión, el estrés y hasta el pesimismo, podrían ser las primeras señales de trastornos de la salud mental, que influyen en la forma de comunicarnos y relacionarnos con los demás. En los casos extremos o con problemas mentales preexistentes, puede llegarse a comportamientos perjudiciales, como el suicidio o autolesiones. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, entre 3 y 4% de la población puede sufrir trastornos mentales severos, mientras que entre 15 y 20% podría padecer patologías leves a moderadas. El resto se ve expuesto a un fuerte estrés psicosocial, pero no patológico. En efecto, la encuesta Cadem reveló que un 58% de los chilenos dice estar ansioso o nervioso, en el contexto de las cuarentenas.
El deterioro de la salud mental debido a las medidas que se han tenido que tomar, han afectado de preferencia a las mujeres y a los adultos mayores. El Plan Nacional de Demencias del Minsal, en tanto, señala que en el país viven 200 mil personas con algún tipo de demencia y su impacto repercute en unas 800 mil personas, principalmente familias y cuidadores.
Hace unos días, el Gobierno puso en funciones el Plan Saludable-Mente, que apunta a fortalecer la red de apoyo Salud Responde, establecer operativos en los centros de salud familiar de atención primaria y la instalación de una plataforma donde los beneficiarios de Fonasa puedan agendar consultas psicológicas o psiquiátricas de forma gratuita. Tiene como objetivo acompañar a las personas, que hoy día están viviendo situaciones de ansiedad, de dolor y de angustia, para que equipos de psicólogos las apoyen, orienten y acompañen, con el fin de mitigar problemas generados por la angustia o la ansiedad durante este proceso de pandemia.
Es importante entender que la cuarentena y el distanciamiento físico no significan eliminar los contactos. Más que nunca se requiere un diálogo permanente con las personas, en algunos casos para valorar su rol en la familia, y en otros, para rescatarlas de la soledad.