Atropello de soldado
Es imperativo que los choferes asuman la prohibición de circular durante el toque de queda y, en caso de tener que realizarlo, detener la marcha en caso que se requiera. Además del trágico incidente en la ruta hacia Alerce, en la misma noche del domingo hubo otros dos episodios similares en Puerto Montt.
Coronando la serie de infracciones al toque de queda que se han producido en el país desde que se instaurara el Estado de Catástrofe, a mediados de marzo, un joven soldado conscripto de dotación del Regimiento Sangra falleció en la noche del domingo, producto de un atropello en la ruta que va de Puerto Montt a Alerce. Aunque resta el extenso proceso judicial que debiera comenzar hoy en la capital regional, con la audiencia de formalización del conductor involucrado, los primeros indicios relatados por la Fiscalía y el Ejército apuntan a una evidente irresponsabilidad del chofer ahora detenido. Circulaba a exceso de velocidad y, haciendo caso omiso a las señales de advertencia del puesto de control en la ruta, embistió a un joven de 19 años que en 2018 ingresó a realizar su servicio militar y que quería continuar su carrera en la institución castrense.
Tristemente, aunque es el primer episodio en que un uniformado pierde la vida cumpliendo sus funciones de control en el actual Estado de Catástrofe, no es el primer incidente en que conductores irresponsables tratan de impactar a policías o soldados. Durante la misma jornada, y en una extraña coincidencia, situaciones similares se produjeron en el sector de Mirasol y Valle Volcanes, en la capital regional, con choferes que no atendieron la señal de detención de las fuerzas de orden y que intentaron atropellar a quienes cumplían su labor.
Aparentemente, poca comprensión hay entre estos conductores respecto de la normativa que rige al país durante un estado de excepción constitucional, vulnerando la expresa prohibición de circular después del toque de queda e ignorando, además, la obligación de atender las advertencias de los puestos de control. Es imperativo que se asuman las exigencias que impone esta restricción, para evitar tragedias de proporciones que después se lamentan por siempre, de uno y de otro lado.
En el caso del soldado atropellado en Alerce, le corresponde ahora al Ministerio Público determinar las circunstancias del accidente en Alerce y efectuar la persecución penal en contra del implicado, que debiera avanzar lo más rápido posible.