La última vez que Fernando Milagros se presentó en vivo fue el 14 de marzo, en Quilpué. "Desde ese día en adelante que he estado guardado", confiesa por teléfono, luego de hacer el aseo de la casa que comparte con su pareja y su pequeño hijo.

Cuenta que no ha llevado tan mal el encierro, porque suele pasar largas temporadas en su casa con patio, más aun desde hace dos años, cuando armó un pequeño estudio casero donde puede hacer música y demos. "Igual estuve como dos o tres semanas medio paralizado, con baches, mirando el techo, cachando qué onda. Luego, empezamos a reorganizar las funciones de la casa, a repartirnos las labores con mi pareja. Estuvimos como un par de días pegados con la tele, pero luego empezamos a hacer nuestra vida, a armar un cotidiano que igual ha estado muy bacán porque ha sido como un regreso al núcleo de la familia, a estar pendiente del otro. Esa ha sido una bonita oportunidad", aclara el músico.

-¿Has hechos lives?

-Un par. Igual debo reconocer que me gusta ene tocar en vivo, sentir el feedback de la gente, sea como sea el aforo, sea un concierto chico o uno grande, me encanta compartir ese flujo de energía. En un directo vía digital no existe eso, es bien raro, es como ensayar más que otra cosa. Además, siento que todo el rato uno está trabajando y sacándose la mugre para que la música que uno hace suene bien, quede bien producida.

Cuenta que algunos amigos ingenieros están viendo la posibilidad de refinar más la calidad de la recepción de los lives por streaming: "Hay mucho por aprender y cosas técnicas que superar, explorar otras interfaces quizás", se aventura a proyectar el autor de "Carnaval".

"pelo negro" y el teatro

Sobre la música que hizo para "Mentes salvajes", la pieza teatral que actualmente el GAM presenta por Zoom, cuenta que hace tiempo es amigo de Víctor Carrasco, el director. "Desde mi época como diseñador teatral que vengo trabajando con él y ahora que estoy dedicado a la música seguimos haciendo cosas; de hecho, antes de la pandemia, estábamos preparando con el mismo elenco una obra para estrenarla a fines de julio en Valparaíso, así que quedamos un poco plop, pero Víctor preparó esta obra sobre soñadores compulsivos que se sostiene en un formato a distancia".

Por la paralización de los espectáculos en vivo, reconoce que el gremio de los músicos ha sido de los más afectados, pero hay otras vías: "En estos días, lo que sigue andando es lo digital, la música en ese sentido puede seguir haciéndose y produciéndose, especialmente cuando eres solista".

-Hablemos de "Pelo negro" y este nuevo proyecto musical que estás llevando adelante

-La canción es como la piedra angular de todo lo que va a venir ahora, con producción mía. Nació de unas juntas en 2018 que hicimos con los cabros de Matanza para improvisar y compartir música. Avanzamos en varias otras canciones, pero esta fue la que quedó más avanzada hasta que congelamos todo y me metí a hacer mi disco "Serpiente". En este encierro me acordé de esta canción y la terminamos.

Matanza y el ep

A los músicos que forman el trío Matanza -Vicente Vásquez, Luis Gálvez y Rodrigo Gallardo- los conoció en fiestas y no le costó nada congeniar con ellos, ya que considera a la banda una de las mejores y más genuinas de la actual escena nacional. "Ellos unen mundos distintos en su sonido, mezclan los electrónico con la raíz y generan algo muy original. Son famosos en el underground, pero deberían ser mucho más conocidos", afirma.

-En tu Spotify además de "Pelo negro" hay una canción de Pvjvros, ¿es un nuevo proyecto?

-Pvjvros es como mi alias electrónico que me permite hacer cosas más radicales. Hace ya un tiempo que estoy investigando en ese mundo y tengo algunos temas propios pero en lo que mejor la paso es haciendo de DJ set para los amigos.

-Bajo ese alias hiciste una versión de "El pimiento" de Víctor Jara, ¿cómo fue eso?

-Se me ocurrió luego que hicimos la versión de "El derecho de vivir en paz". Lo empecé a escuchar con esta nueva mirada y se me hizo muy contemporáneo. Y esta canción es muy profunda, lo que dice es muy actual, así que me embalé con ella.

No sabe si sacará otros singles pronto, pero sí que vendrá un EP colaborativo de varias versiones de "Pelo negro" con amigos músicos que harán remixes, entre ellos DJ Raff, y adelanta que consiguió que el escritor Francisco Ortega hiciera una especie de audiocuento. "En este tiempo de encierro he estado escuchando harto su podcast de Emisor, con mi hijo le hemos hecho chupete, le encantan los mitos y los monstruos. Me gusta de Ortega su tono futurista, siento que lo que hace es muy contingente. Estamos viviendo una realidad que parece ficción".

"The Empire Strikes Back" (1980) cumple 40 años consolidada como la cima de "Star Wars", algo curioso para una cinta muy oscura y en la que triunfaba el mal dentro de una saga de ciencia-ficción erigida, principalmente, sobre valores positivos como la esperanza, la rebeldía o la amistad. "Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back", por su nombre completo, cargaba con la pesada losa de ser la secuela de la que por entonces era la película más taquillera de la historia: "Star Wars: Episode IV - A New Hope" (1977).

Pero, "The Empire Strikes Back" también triunfó en taquilla (aunque su presupuesto se disparó durante la producción) y, sobre todo, amplió y refinó el entramado narrativo de "Star Wars", ya con George Lucas como productor tras cederle el testigo de la dirección a Irvin Kershner. Con una atmósfera tenebrosa y un mayor peso dramático, Kershner, apoyado en un sólido guion de Lawrence Kasdan a partir del trabajo previo de Leigh Brackett y George Lucas, salió victorioso de esta encerrona galáctica pese a que, al parecer, en algunos momentos estaba un poco perdido con los efectos especiales.

"Es asombroso", dijo según el libro "Easy Riders, Raging Bulls" de Peter Biskind. "Yo dirijo a actores, luego mandan el metraje a California y me entero de qué trata la escena", añadió.

Pese a que "Que la Fuerza te acompañe" también podría opositar con muchos puntos, no hay duda de que "Yo soy tu padre" en la voz de Darth Vader es la frase más recordada de "Star Wars" y un momento fundamental en la historia del cine.

La confesión ante un Luke Skywalker entre atónito y desesperado no solo fue una gigantesca sorpresa para el público sino que, ante todo, sirvió de culminación al giro de "Star Wars" en "The Empire Strikes Back": el paso de un tono más aventurero y ligero de space-opera de la primera cinta al retorcido drama familiar de aroma shakesperiano de su secuela.

Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness) ya había dado algunas claves en "A New Hope", pero la presentación del incomparable Yoda permitió que el público pudiera conocer mejor qué había exactamente detrás del etéreo concepto de la Fuerza.

Entre lecciones a Luke Skywalker más o menos sesudas, quedó claro que una de las claves de los jedi para explotar el poder de la Fuerza era dominar sus sentimientos, alcanzar el autocontrol, resistirse al odio y las pasiones, y llegar así a una especie de ataraxia estoica.

Por encima de todo, "The Empire Strikes Back" representa el punto de mayor poder del Lado Oscuro y solo "Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith" (2005) le puede discutir ese absorbente halo de maldad.