Instituto Alemán I
Conozco al señor René Fuchslocher y me consta que es una persona generosa y no discriminadora, que coopera con muchas iniciativas con su trabajo y recursos. Si en esta ocasión se refirió de mala manera a algunas personas fue, sin duda, en el marco de la frustración frente al aprovechamiento de ciertos apoderados con la buena disposición, por parte del Instituto Alemán de Puerto Montt, a apoyar a familias que en este momento lo están pasando mal económicamente y que no pueden cancelar parte o la totalidad de la mensualidad que cobra ese establecimiento.
No puede ser que apoderados con una buena situación económica quieran pedir descuentos en los colegios, sobre todo cuando son sin fines de lucro y se sostienen con mucho esfuerzo y sin utilidades. Esto perjudica a los alumnos becados y a las familias que realmente necesitan una ayuda. En este sentido, la palabra "punga", según el diccionario, es una persona que se comporta de forma poco cívica para perjudicar a alguien. Al que le venga el guante que se lo ponga.
Mirna Rehbein Mayorga
Instituto Alemán II
Respecto de la polémica del Instituto Alemán, tan terrible como la conversación que detonó todo esto, ha sido la ardorosa defensa de quienes intentan explicar lo que pasó. Van desde la falta de comprensión hasta una sutil apología del racismo.
Rafael González
Reapertura de los mall
Cuando se alzan de forma automática y con gran energía las voces para oponerse a la apertura de los centros comerciales y multitiendas en todo el país, en paralelo existe un silencio absoluto respecto del funcionamiento normal y diario del comercio ambulante y de las ferias libres.
Cabe preguntarse por qué razón autoridades, líderes políticos y de opinión respaldan la operación de ferias libres, mercados y del comercio ambulante, donde en reducidos espacios cientos de personas, hombro a hombro, comparten un denso tránsito de compras, cuando por otro lado, niegan la apertura de centros comerciales, los que tienen pasillos de circulación de seis y hasta ocho metros de ancho, con accesos controlados y medidas se seguridad intensas. Qué decir del espectáculo en diversas calles del país, cuyo espacio público se repleta de comerciantes ilegales, a vista y paciencia de todos.
Es muy difícil encontrar un sólo motivo para discriminar en favor de unos y en contra de otros. Sí puedo distinguir un creciente populismo y en particular, uno que llamaré "populismo sanitario", que se ha instalado y tiene por objetivo aparente, como se ha hecho costumbre en el último tiempo en nuestro país, enfrentar de manera artificial a la ciudadanía, para agradar a las audiencias y por sobre todo, a las redes sociales.
Lorenzo Miranda Morales
Sin contagios en Puerto Montt
El último informe epidemiológico dice que hay cero contagiados en Puerto Montt. La gente no lo sabe. Yo lo digo y nadie me cree, porque no veo el realce que la información tiene. Eso debiera ser nota de primera plana.
En síntesis, para Puerto Montt no se justifica la paranoia. Hay que eliminar restricciones de horarios de negocios, muchas veces autoimpuestas, que lo único que provocan son colas que afectan la comodidad y la salud de las personas. Deben volver todos a horarios normales. Cafés, restaurantes y centros comerciales deben reabrir, tomando medidas para satisfacer a los asustatizos, tales como mesas reservadas para el virus.
Esto, para Puerto Montt. No para Ancud o algunas zonas específicas de Santiago, por dar un par de ejemplos, donde se necesitan efectivamente medidas más duras. Y si Puerto Montt empieza a desmejorar, se endurecen. Así nos contagiamos todos, programadamente.
Mario Águila Inostroza
Homenaje a Sergio Millar
Con profundo pesar me he enterado del repentino fallecimiento de un destacado puertomontino, escritor, investigador y redactor periodístico, Millar Soto, quien partió a radicarse más allá de las estrellas a fines de abril. Seguramente partió con alas angelicales, emulando las alas de un avión, donde viajó tantas veces de Coyhaique- Puerto Montt y viceversa , y logró inspirarse en sus bellas historias, relatos y libros sobre historias de la FACh regional, lo que le valió el reconocimiento merecido en su oportunidad.
A don Sergio lo recuerdo elegantemente vestido con su fusta de redactor, varias veces desde la sala de redacción llanquihuana recibiendo mis columnas desde Calbuco y vertiendo conceptuosas palabras para el incipiente redactor calbucano. Vaya para su familia mi sentimiento de pesar y Dios bueno les dé la resignación que necesitan, en un duelo que involucra a la historia y la memoria.
Eduardo Nievas Muñoz