Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

El trueque renace gracias a la crisis y una página de Facebook

INICIATIVA. Pareja creó sitio para intercambiar artículos entre amigos. Hoy la comunidad tiene más de 36 mil seguidores.
E-mail Compartir

"Hola, tengo sofá en "L" para trueque, acepto ofertas para intercambiar". "Cambio monitor de pantalla, DVD, miniparlantes, subwoofer y teclado por leña". "Cambio disco duro interno de 1 TB nuevo. Busco tecnología o cositas de bebé".

Los mensajes corresponden a los cientos de posteos que llegaron sólo ayer -durante la tarde- al sitio de Facebook "Trueque Puerto Montt", el que en cuestión de semanas se ha viralizado entre los habitantes de la capital regional.

Es que en tiempos de crisis económica y sanitaria, y gracias a la rapidez de las redes sociales, resurgió la antigua práctica del trueque, que es la acción de dar una cosa y recibir otra a cambio sin que intervenga el dinero.

Antiguamente el intercambio se realizaba en ferias, pero hoy debido al distanciamiento social y facilitado por la tecnología, se practica a través de las redes sociales, cuenta Catalina Salas, administradora del portal electrónico.

La página de Facebook "Trueque Puerto Montt" fue creada el 15 de abril y -al cierre de esta edición- acumula más de 36 mil seguidores y cerca de dos mil publicaciones diarias. En este sitio ambas partes efectúan un acuerdo de palabra y el intercambio se realiza en un lugar convenido, evitando exponerse a grandes grupos de personas y con los resguardos que cada uno estime conveniente.

"La voz se corrió muy rápido. En las primeras 24 horas ya teníamos 2 mil miembros. Mi esposo Félix Soto creó el grupo porque teníamos hartas cosas en la casa que no usábamos. Entonces, pensamos en trocarlas en vez de venderlas, que es un poco difícil en estos tiempos y a nadie le sobra el dinero", cuenta Salas.

El matrimonio se dio cuenta que no existían grupos específicos para el trueque en las redes locales. De hecho, solo se encontraron con "ferias de las pulgas" y páginas de compra y venta de artículos.

Así fue que crearon el grupo e invitaron a todos sus contactos. Sin embargo, nunca les pasó por la cabeza que la página iba a causar tanto interés y tener miles de seguidores.

El grupo hoy es cerrado, lo que quiere decir que aceptan una a una a las personas. Para ello cuentan con cinco moderadores, quienes hacen cumplir las reglas del trueque y aceptan o no las ofertas que se publican y a los nuevos miembros, quienes deben dar su "palabra virtual" de que cumplirán con las reglas.

"La gente está aprendiendo a trocar, puesto que tenemos muy interiorizado el tema del dinero, todos. Entonces, cuesta un poco que la gente no ponga precios y no pregunte 'oye, ¿lo vendes?'. La idea del grupo es que no se haga ningún tipo de transacción con dinero. Entonces, en ese sentido los moderadores nos van ayudando igual para que la gente que entre esté consciente y clara de las normas que hay", agregó Catalina Salas.

Intercambios

El valor de los artículos no tiene nada que ver con su precio comercial. Por ejemplo, una persona puede intercambiar una planta por un computador y otra un violín por una tetera.

Es decir, cada miembro del grupo publica lo que tiene y lo que necesita para cumplir con el intercambio, en un mundo donde los precios convencionales no rigen, sino que el cariño que las personas tienen o no por los objetos. Y también la necesidad o urgencia de contar con algo.

Jorge Weil, economista de la Universidad de Paris y académico de la Universidad de Los Lagos, analizó y el fenómeno y explicó que corresponde al reflejo de un deterioro de la "situación económica de las familias y de las personas".

Agregó que la pandemia ha obligado al confinamiento de muchas personas y de las familias, ha trancado el sistema económico, dejando de funcionar un segmento de la economía. "En esa misma medida se van reduciendo los ingresos y el circulante. Y en ese momento, cuando a la gente se le agota el salario, procede a cambiar lo que se tiene a mano", dijo

"Cuesta que la gente no use precios y no pregunte 'oye, ¿lo vendes?'. La idea es que no se haga ningún tipo de transacción con dinero".

Catalina Salas, Administradora de Trueque Puerto Montt

"(El fenómeno) corresponde al reflejo de un deterioro de la situación económica de las familias y de las personas".

Jorge Weil, Economista U. de París y académico de la ULagos

Locales sobreviven con la ley de protección al empleo y el delivery

PUERTO VARAS. Tres emprendimientos gastronómicos dan la pelea en la ciudad de las rosas, en medio de la crisis que los obliga a tener sus puertas cerradas.
E-mail Compartir

Con el objetivo de ayudar a disminuir la concentración de personas y para evitar la propagación del covid-19, el Gobierno determinó el cierre de todos los restaurantes por un período indefinido. Desde que se dictó esta medida, los locales de comida de Puerto Varas experimentaron grandes pérdidas, algunos en un 80% y otros un 94%. Por ello, para sobrevivir abrieron sus puertas para ofrecer comida para llevar o delivery.

Daruma Tea House fue uno de los primeros en cerrar sus puertas y dedicarse al reparto de comida. El 16 de marzo tomaron la decisión de trabajar solo con comida para llevar, en una semana cuando los restaurantes de Puerto Varas seguían abiertos.

A los dueños de Daruma no les importó que bajaran las ventas y tomaron la decisión, en un contexto en el que aún no había conciencia de la importancia de guardar distancia social.

Camila Manríquez, socia de Daruma Tea House, explicó que las ventas bajaron un 80%, y hoy venden un 20% diario de lo que necesitan, sin embargo, no les conviene "cerrar. A nosotros nos sirve para poder pagar gastos como el arriendo y a los chicos que están trabajando. Además, lo que nosotros hicimos fue acogernos a todas las medidas del Gobierno: línea de crédito, que ya estamos en ese proceso, la AFC - Administradora de Fondos de Cesantía de Chile-, suspendimos algunos trabajadores y la cocina está trabajando con media jornada".

Los días de mayor venta son los viernes y los sábados en Daruma, pero las cifras solo les permitieron mantener al personal contratado y no algunos garzones que trabajaban a honorarios o part time. Hoy ellos tienen sus servicios suspendidos hasta nuevo aviso.

Pedro Hales, administrador del restaurante Las Buenas Brasas, sobre su situación expresó que llevan cerrados ya casi dos meses: "Es súper complicado porque yo tengo 20 personas trabajando acá. Entonces da lata que no estén trabajando porque la mayoría tiene familia. Estamos trabajando para llevar afuera, pero es muy poco, la gente no quiere gastar".

En el restaurante Las Buenas Brasas recientemente se acogieron a la ley del Seguro de Cesantía, pero según Pedro Hales, esto no es suficiente puesto que los garzones, por ejemplo, completaban sus sueldos con las propinas. Otros que también se han visto perjudicados son los proveedores, que en caso de Las Buenas Brasas la mayoría son de la isla de Chiloé.

Cassis es otro de los locales golpeados por esta pandemia que optó por vender comida para llevar. Experimentaron la pérdida de un 94% de las ventas, pero quieren mantener su presencia en el comercio. Actualmente trabajan tres personas de 47 de trabajadores, los que están todos en la AFC, no han despedido a nadie. Están esperando que se pueda abrir el local, quizás con menos mesas y tomando las medidas de higiene para prevenir contagios de coronavirus.

Eduardo González, gerente de operaciones de Cassis, dijo que "por la contingencia y la necesidad de estar operativos y poder mantener a nuestra gente fue necesario abrir en modalidad delivery. Si bien llevamos un mes, no es lo que nosotros antes percibíamos. Pero como una manera también de atender a la gente que necesita algo rico un dulce, un chocolate y comida. Vamos a sus casas para que la gente no tenga la necesidad de salir, así se cuidan ellos y nosotros con todas las medidas de higiene llegamos hasta la puerta".

80% cayeron las ventas del Daruma Tea House. Hoy, con lo poco que perciben, al menos pagan el arriendo del local. Asimismo reconocen que se han acogido a los instrumentos que ofrece el Estado.