No cabe duda de que estamos enfrentando un escenario complejo, para el que no estábamos preparados. No tenemos el panorama claro y la incertidumbre nos hace tomar decisiones sin toda la seguridad que quisiéramos, pero no olvidemos que ser emprendedor es sinónimo de resiliencia, paciencia y garra; finalmente todos los días estamos expuestos a obstáculos que debemos superar para que nuestras empresas sigan funcionando.

No hay un sólo camino para avanzar o para liderar una organización en estos tiempos, pero sí creo que la crisis que se enfrenta a nivel mundial es una nueva oportunidad para poner a prueba nuestros negocios, visualizar a nuestros clientes, a nuestros trabajadores, y a nuestra industria. Esta pandemia es una de las tantas situaciones complejas que nos tocará vivir, y no nos puede frenar, al contrario, nos tiene que impulsar.

Lo primero es interiorizar el concepto "ocuparse, más que preocuparse". Es tiempo de ingeniárselas y hacer las cosas diferentes, romper nuestras estructuras y pensar fuera de esa caja imaginaria que a veces nos limita a innovar o tomar decisiones más arriesgadas. Por eso, informémonos, sepamos lo que pasa a nuestro alrededor, y no dejemos que esto nos paralice. Buscar la adaptación y el cambio es hoy día clave para salir adelante.

A fines de 2019 el estallido social nos hizo ver la importancia de la colaboración. Nos conectamos y ayudamos entre emprendedores, buscamos soluciones y logramos comenzar un camino de construcción conjunta. Hoy, con la consigna del trabajo en casa, seguimos más cerca que nunca, conectados, buscando la mejor forma de salir fortalecidos. Debemos estar orgullosos de lo que estamos logrando, en los momentos difíciles nuestro ecosistema ha dado señales en la línea correcta y hoy está más consolidado.

Hoy más que nunca es importante investigar cómo están resolviendo los desafíos los demás y compartir con la comunidad lo que nos está funcionando. Por ejemplo, en Bsale hemos tenido que adaptarnos en muchos sentidos y uno de esos fue modificar nuestro canal presencial que antes era el más importante. Ahora el ecommerce pasó a ser primordial, y debemos capacitar y ayudar a nuestros clientes a migrar a la venta online. No es un camino fácil, y aprenderemos mucho. Y esto sin duda será una experiencia relevante para otros.

Elvira Montero, cofundadora de

Bsale y emprendedora Endeavor

Adiferencia de años anteriores, en esta oportunidad el Día Internacional del Libro no tuvo lecturas masivas, presentaciones de nuevos títulos ni ceremonias pequeñas o pomposas que homenajean a aquella formidable herramienta que a pesar de todos los avances tecnológicos, las múltiples prisas y los saberes cada vez más fragmentados, no pierde vigencia, sobre todo entre quienes encuentran ahí, entre el olor del papel y la tinta, universos por descubrir. La pandemia, con sus miedos asociados, cuarentenas callejeras y encierros forzados en el hogar, sorprendió al Día del Libro en un escenario totalmente distinto: esos títulos que llevaban largo tiempo en el estante, tuvieron de pronto una nueva oportunidad; la historia que había quedado inconclusa en el velador, fue retomada en el silencio de la noche; el capítulo que fue dejado de lado por su narrativa alambicada, halló un espíritu diferente en el lector.

Es cierto que el Día del Libro pudo haber pasado sin pena ni gloria esta semana por la falta de actividades públicas, pero es muy probable que cada autor, desde el presente o de la memoria del pasado, debe estar más que satisfecho por el renovado brío que le ha dado la incertidumbre del coronavirus al sano ejercicio de la lectura. Quienes todavía no se hayan acercado a los mundos nuevos que prodigan los libros, tienen ahora un tiempo perfecto para sumergirse en las historias sacras y profanas que han soñado los autores de tantos siglos y tantos géneros. Basta desconectarse del celular (tal vez lo más difícil, para muchos), buscar una posición cómoda y dejarse llevar por una imaginación que a medida que vayan pasando las páginas, irá creciendo y creciendo hasta configurar un nuevo mundo en la intimidad del ser.

Es de esperar que en el nuevo presente que arroje la post pandemia, con nuevas prioridades, interrogantes y desafíos, la lectura alcance estadios superiores entre las preferencias de las personas, que ampliarán su vocabulario, ideas y formas de expresión para esas ideas. El mundo después del coronavirus ofrecerá nuevas oportunidades a la literatura.