Erwin Schnaidt
Las operaciones marítimas en el canal Chacao siguen funcionando, aunque no con la regularidad ni velocidad acostumbradas, como efecto de las medidas preventivas que aplicó la autoridad sanitaria, a objeto de prevenir nuevos contagios del covid-19.
Como expuso Manuel Bagnara, gerente general de Armasur (Asociación de Armadores del Sur), los traslados están experimentando una demora menor, derivada de las acciones destinadas al resguardo de la salud de las personas que se aplican en la aduana sanitaria implementada antes de efectuar el cruce a Chiloé.
"Hoy estamos funcionando lento, pero seguro. Nunca dejamos de operar, porque nuestros barcos los desviamos de las rutas de conectividad, que tenían menos demanda", especificó el ejecutivo.
Consultado por eventuales perjuicios económicos para el sector, el gerente de Armasur aseguró que no dispone de tal información.
Cierre de la isla
Bagnara dijo empatizar con quienes son partidarios de aplicar una cuarentena total en la isla, ya que sostuvo que comprende el temor que existe en esa comunidad. Pero, agregó, una determinación de esas características "es pan para hoy y hambre para mañana . No es lo mejor cerrar todo tipo de industria y que nada se mueva".
Explicó que aunque no hubo cuarentena, daba la impresión que se estaba aplicando. "Porque la gente tenía susto y de verdad que lo comprendemos", manifestó.
Por esa razón recordó que se unieron a un trabajo de la autoridad regional junto a SalmonChile y AMiChile para dar respuesta a los requerimientos de esas comunidades, como la aplicación de túneles de desinfección y mayor rigurosidad en los controles de conductores. "Lo que hace Salud es extremar las medidas y creemos que lo está haciendo bien. Hasta el momento está funcionando muy bien, no hemos tenido contagiados", enfatizó.
En lo que respecta a la actividad naviera, reveló que sus asociados pusieron las barcazas a disposición para efectuar labores de limpieza y desinfección "mucho más allá de nuestros protocolos. Esto salió recién el lunes, porque no fue fácil conseguir las medidas que necesitábamos".
Bagnara recordó que mientras se extendió el cierre terrestre de Chiloé, pidieron a las empresas socias que ofrecieran sus barcos para efectuar el transporte de mercaderías e insumos, con llegadas a Castro y Quellón. "Fue la opción que presentamos y la industria que no podía parar (su producción), empezó a salir por esos puertos", especificó.
Evaluación
La secretraria regional ministerial (seremi) de Salud, Scarlett Molt, hizo una positiva evaluación de esa aduana sanitaria.
"Creo que hemos ido mejorando cada vez más el funcionamiento, manteniendo medidas de control y entrando en la dinámica del resto de los actores productivos. Estamos hablando de que puedan entrar transportes de carga con lo esencial, con los servicios críticos y que eso no impacte tan fuerte en el resto de la cadena necesaria en la provincia de Chiloé", argumentó.
Molt admitió que ese cordón sanitario genera un impacto en diferentes ámbitos, como en la cadena de abastecimiento y el movimiento de personas, por lo que "tratamos de llegar al mejor equilibrio". Pero, añadió, al aplicar esa medida se busca "controlar la cantidad de casos para una provincia (Chiloé) que tiene características particulares respecto a su red asistencial".
En definitiva, concluyó que su funcionamiento "ha ido de menos a más, en todas las variables, lo que nos tiene bastante satisfechos".
La seremi de Salud reconoció que hay situaciones que mejorar, para lo que "estamos vigilando a fin de incorporar modificaciones. Pero el objetivo se ha logrado, por eso hemos visto que ha bajado la velocidad y tasa de contagios".