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Pese al Estado de Catástrofe y la ordenanza municipal, los ambulantes siguen en el centro

PUERTO MONTT. Trabajadores informales aseguran que hoy más que nunca no pueden dejar su actividad, porque es su única manera de subsistir. Administrador municipal dice que la actividad está sujeta al Estado de Excepción Constitucional.
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Paola Villablanca

Con mascarilla y guantes trabajan hoy gran parte de los vendedores ambulantes de Puerto Montt.

El grupo tiene claro que no pueden ejercer su actividad -debido a que la ordenanza prohíbe ocupar las veredas y áreas del centro a los que se suma el actual Estado de Catástrofe-, sin embargo, admiten que hoy el tránsito de peatones es nulo en las carpas instaladas en Illapel, al lado del mall, por lo que su urgencia hoy es trabajar donde sea para lograr el sustento diario.

Y una buena opción, por ahora, es el Paseo Talca y sus inmediaciones."Si yo no trabajo, mis hijos no comen. Tengo cuatro, uno de 13 años y mellizos de 11 años. El más pequeño, de siete años, tiene un soplo al corazón. Entonces un día que no laboremos es un día que no comemos", señala Mónica Álvarez, quien trabaja junto a su marido vende frutas y verduras.

La mujer cuenta que tiene permiso municipal hace siete años para trabajar en Benavente con Talca, pero la baja circulación de personas la obligó a buscar una nueva alternativa.

"He tomado las precauciones utilizando una mascarilla, guantes y alcohol gel. Le ruego a Dios que nos cuide y nos proteja", implora.

Para Luis Bustamante no existe el descanso. Él vende plátanos y permanece a diario entre las 8 y 13 horas en el Paseo Talca. "Ya no se ve gente por todo lo que está pasando. Estamos en una crisis muy grave", reconoce.

Si bien tiene permiso municipal, acusa que el sitio asignado es la Galería España, sector donde también se ve muy poco público.

Bárbara Pérez, quien comercializa frutas y verduras en el Paseo Talca, con su pololo, explica que están haciendo los trámites para conseguir un permiso. "Nosotros vivimos de esto, queremos que la gente se cuide de este coronavirus y ojalá vengan los clientes a comprar. Hoy hay que cuidarse más para resguardarse de esta enfermedad", dice.

Quien también quiso compartir su mirada fue Edwin Castañeda quien proviene Quito, Ecuador, en busca de oportunidades. Vende pantalones de buzo y cortavientos. Vive con su esposa y su pequeño hijo.

Indica que está en gestiones para tener el permiso municipal, sin embargo, "las ventas están muy bajas. Como yo mantengo, la casa debo venir a trabajar. Salgo yo solamente para resguardarlos, para que ellos estén bien. Hoy se me quedaron la mascarilla y los guantes, pero los uso siempre y veremos cómo se vayan dando las cosas".

Municipalidad

El administrador municipal, Carlos Soto, explicó que el comercio ambulante, así como otras actividades que desarrollan privados están hoy "bajo la acción que determina el Estado de Excepción Constitucional que vive el país".

Respecto a las carpas instaladas en la ciudad, Soto recordó que fueron ideadas como una solución temporal a la espera que se construya la Feria de Bosquemar.

"Algunas de ellas siguen funcionando, pero cada día a menor tiempo dado el bajo flujo de público. Hay que entender que este tipo de actividad es la única fuente de ingreso para sus familias", señala.

La concejala Verónica Sánchez opinó que la emergencia sanitaria obliga a una "nueva relación como vecinas y vecinos, y a cuidarnos. Pero también a ordenar nuestras prioridades como familia, a sobreponer la salud antes que el dinero. Y eso lamentablemente está golpeando doblemente a nuestros nuestras trabajadoras, emprendedoras y microempresarias".

Sánchez comentó que el Estado está abriendo alternativas para el autocuidado de los trabajadores con contrato, a través de la opción de utilizar fondos de cesantía para evitar despidos, sin embargo, se cuestionó: "¿Qué pasa con los y las emprendedores y microempresarias que si no vende no comen?".

La edil recordó que en la última reunión del Concejo l le pidieron al alcalde prioridad y celeridad para la atención de las familias vulnerables y creatividad para volver a mirar el presupuesto municipal, para ir en ayuda a los emprendedores y pequeñas empresas.

Quien también compartió su mirada del tema es el concejal, Luis Vargas, lamentando la incertidumbre que vive "no solo el comercio informal, sino también el comercio establecido, que ya venía debilitado con el estallido social. Y ahora nos encontramos con el tema de la cuarentena por el covid-19".

"Hace un par de meses , el concejo aprobó un proyecto en el sector de Bosquemar para la instalación de una carpa por un monto cercano a los 400 millones de pesos. Hasta el día de hoy no hemos tenido respuesta alguna por parte de la Administración Municipal sobre dicho proyecto, que era imprescindible para el traslado de los vendedores ambulantes para que pudieran tener ingresos más estables.

Afirmó el edil, que lo fundamental es tenerlos organizados y poder comenzar con la capacitación para su proceso de formalización y con ello poder bajar de mejor forma los recursos que tiene destinado el gobierno para amortiguar esta gran crisis sanitaria, que pronto se podrá transformar en unaa una crisis económica y donde nosotros, como autoridades, tendremos que ayudar a destinar los recursos para aquellas personas que se vean más afectadas", manifestó.