En los tiempos actuales, cuando sufrimos una pandemia que afecta al mundo entero y está provocando efectos económicos y sociales incuantificables hasta ahora, se observa y se comenta que nuestro planeta ha tomado un respiro debido a la confinación del hombre en sus casas, la baja polución debido al menor tráfico vehicular y la paralización de industrias que lanzan emisiones hacia la atmósfera.

Lo anterior nos lleva a la reflexión si este confinamiento será positivo en zonas donde el uso de leña es parte principal de la calefacción de los hogares del sur de Chile. Lo primero para recordar es que según lo establecido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y estudios científicos, actualmente en Chile 10 millones de personas están (estamos) expuestas a una concentración promedio anual de material particulado fino 2,5 (MP 2,5) superior a la norma, que en palabras simples es material respirable contaminado que afecta a la salud de la personas principalmente a enfermos crónicos, adultos mayores, niños, embarazadas, etc.

La preocupación que deben tener las actuales autoridades en la Región de Los Lagos -principalmente en zonas donde se mide la calidad de aire como Puerto Montt y Osorno, donde ambas ciudades aparecen como las más contaminadas de Chile- es cómo enfrentar este invierno cuando los peak de contaminación por la combustión de la leña lleguen a niveles extremos, principalmente en las noches y/o las mañanas, cuando existe poca ventilación y temperaturas muy bajas, cuando históricamente los centros de salud se ven afectados por la gran demanda de enfermedades respiratorias, y ahora sumado al covid-19, momento en que la demanda de especialistas y camas es fundamental.

Por lo anterior, urge que se prioricen planes de descontaminación metropolitanos que no sólo incluyan comunas como las de Osorno o de Puerto Montt, sino que a la vez integre ciudades intermedias como Puerto Varas, Llanquihue, Frutillar y Río Negro, entre otras. A la vez, es necesario que debido a la contingencia económica, no se recorten los recursos como el recambio de calefactores (más eficientes y no contaminantes), y la necesidad de que la aislación térmica de la vivienda sea una prioridad para el Estado (una vivienda aislada contamina un 40% menos). En tiempos de pandemia, la calidad atmosférica es fundamental para no agravar las consecuencias de los nuevos virus que están afectando a nuestra región y al mundo.

Jorge Pasminio, ex seremi del Medio Ambiente, geógrafo,

master en Desarrollo Regional de la Universidad de Dortmund

Tanto el sector de la construcción como el del comercio establecido entregaron, en la edición de ayer de El Llanquihue, el sombrío pronóstico que se avecina para los próximos días, semanas y meses en Puerto Montt y la región, producto de lo que ha sido prácticamente una franca paralización de la actividad económica nacional, derivada de las condiciones de aislamiento social que exige la prevención del coronavirus. Si bien no se ha llegado a los niveles de la cuarentena total que rige hoy en siete comunas de la Región Metropolitana y en Temuco y Padre Las Casas, en La Araucanía, la disminución del movimiento laboral también se ha hecho sentir en Los Lagos, incluso en la industria acuícola, donde gracias a un acuerdo entre el Gobierno y las empresas del rubro, bajaron en un 50 por ciento los turnos laborales.

Cual más, cual menos, esta severa detención de la economía arrojará serias dificultades en los distintos sectores de la zona. En lo inmediato, ya se sabe que al menos en la construcción, hay 22 proyectos paralizados de siete empresas en Chiloé, Palena y Los Ríos, las que en esencia obedecen a los cordones sanitarios ordenados por el Ministerio de Salud para frenar la propagación del covid-19. Esta medida, según se especificó desde la Cámara Chilena de la Construcción de Puerto Montt, ya arrojó como consecuencia el desempleo de varios trabajadores, engrosando una larga lista que tristemente no se detendrá en el corto ni mediano plazo. Desde la Cámara de Comercio de Puerto Montt, en tanto, anticipan que a fines de este mes es probable se verifique una ola de despidos en el rubro en razón del bajísimo nivel de ventas en los locales establecidos de la ciudad.

Por donde se le mire, es una crisis que recién comienza. De hecho, a nivel internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya declaró que está en marcha una recesión mundial igual o peor que la del año 2009.

El duro contexto nacional e internacional requerirá de un activo rol del Estado para que la economía del país pueda levantarse de nuevo. Será una tarea compleja que demandará creatividad y revisión de muchas de las verdades instaladas globalmente.