"Bandurruias y queltehues"
El 16 de noviembre, entre las manifestaciones y saqueos, tomé mi pipa, me fui a un bosque e invité a mi mente a la reflexión. Mientras meditaba, una imagen que creía muy perdida, pero ahora muy cercana, viene a mis ojos. Me mostraba la visión de un presente y futuro de un Chile nuevo. Mi primer escenario, un grupo de pájaros silvestres picoteaban tranquilos y felices, y me preguntaba: ¿qué futuro tendrían bandurrias y queltehues como parte de nuestra naturaleza. ¿Su descendencia tendría un final distinto al convulsionado país de hoy?
Más atrás, como telón de fondo, una linda niña disfrutaba de su juego, alegre y segura en la calle protegida por las casas del barrio… y me preguntaba igualmente: ¿qué será de esa feliz niña, el futuro de sus hijos?
La cosa entre los pájaros tampoco estaba muy tranquila; en mi caminar había divisado restos con plumas ensangrentadas. Era un pichón de queltehue diezmado, que era orgullo de su especie. El día anterior me había cruzado con un gato de sofá, de seguro regalón, grandote.
Al gato le entró lo salvaje, escuchó el llamado de la selva y liberó sus instintos felinos. De allí los restos y el plumaje violentado. He visto al gordito gatuno, héroe de su especie en la vecindad, por sobre los muros en busca de su otra presa, el otro pichón de queltehue que quedó, obviamente el más desamparado del grupo.
En la escena anterior del pastizal, el pichón hoy está muy resguardado y protegido por bandurrias y queltehues, todos en posición expectante cuidando la cría por sobre los intereses de ambas especies, compartiendo su cuidado. El gato felón se ve lejano, no se atreve ni lo intentará. Supongo que habrá imperado la ley y la justicia de la selva.
Ha habido un acuerdo político amplio. Hay que reforzarlo con un decidido pacto social para una Constitución más amplia, más justa, más equitativa y sociable, al final más humana, y que nos llame a un reencuentro entre los chilenos y en el que todos seamos un real aporte.
Hoy, meses después, el polluelo ya vuela y es parte de la bandada, la niña va a su colegio creciendo y creyendo en la paz y con esperanza. Ahora entre esas aves que me visitan creo distinguir un líder; me vienen a la memoria otros, para nosotros también muy necesarios, Walesa, Mujica, Mandela.
Y más cercanos, los que hemos tenido y tenemos en nuestra región, cada uno con su carácter, pensamiento, creencia, actividad, vivencias, principios, valores, respeto y entrega a su prójimo: Pachecos Altamirano, Antonietas, Mirtas, Alipios, Manolys, Kochifas, Pachecos, Padre Fernandez, doctores Schutz, Totilas, Marchants, Weitzlers y otros; todos ligados a nuestra región, que nos dieron y seguro darán su legado a convivir en nuestro país en desarrollo y con paz social.
Alfonso Muena R.
"Políticos de cartón"
La clase política no da el ancho hace rato. Fueron incapaces de prever la crisis que enfrenta el país y ahora son incapaces de superarla. Las legítimas demandas de los chilenos siguen siendo dilatadas, los instrumentos constitucionales están siendo basureados con las acusaciones constitucionales que en nada aportan a la solución de los problemas y sólo le inyectan mayor inestabilidad al sistema.
Vemos cada vez más polarizado al país con la aparición de grupos de extrema derecha y el renacer del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, sin considerar a los delincuentes que se apoderaron de las movilizaciones. El próximo paso parece ser destituir al Presidente, según el senador Alejandro Guillier, adelantando las elecciones o revisando procedimientos, desde el Congreso, para declararlo insano.
¡Es que existe en el país un político con la altura necesaria (de estadista) para llevar a nuestro país por un devenir de paz y progreso! Como muchos chilenos, estoy muy preocupado, no veo luz en el horizonte y el plebiscito y con ello una nueva Constitución, hoy se ve amenazada por una polarización que día a día parece incrementarse y que de nuevo nuestra clase política no quiere ver; a menos que sea parte de una estrategia muy mezquina de este grupo, que siendo honesto no me sorprendería.
Óscar Soto Fernández
"Estupidez humana"
Se sabe que durante el Renacimiento, un viajero llegó a una ciudad y preguntó a un cantero qué hacía, a lo que él respondió: "Estoy picando piedras". Preguntó a otro qué hacía lo mismo un poco más allá y su respuesta fue: "Estoy construyendo una catedral" .
En Chile 2020, un viajero preguntó qué hacía a un joven que, con martillo y cincel, golpeaba algo: "Estoy partiendo adoquines para tirárselos a los "pacos". El viajero le dijo: "No, querido joven, ustedes hacen más que eso. Aquí están construyendo un monumento… a la estupidez humana".
José Luis Hernández
Vuelta a clases
¿Volvieron las clases? Yo sólo he visto secundarios haciendo lo que quieren en las calles. ¿En qué están los directores de los liceos?
Esteban Pérez