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Expansión del coronavirus en Corea del Sur e Italia causa preocupación

RAPIDEZ. En ambos países se vivió un fuerte aumento de casos en un lapso muy breve. En Corea del Sur los casos saltaron ocho veces en cuatro días.
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Corea del Sur informó ayer de un salto de ocho veces en las infecciones por coronavirus en apenas cuatro días hasta llegar a 433 contagiados, la mayoría de ellos relacionados con una iglesia y un hospital en la cuarta ciudad más grande de la nación y sus alrededores, donde los trabajadores de la salud se apresuraban a examinar a miles de creyentes.

El país también informó de su tercera muerte a causa del virus: un hombre de unos 40 años que fue encontrado muerto en su casa y que dio positivo de manera póstuma.

Existe preocupación de que el número de decesos por el virus pueda aumentar. Los enfermos de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo virus, con indicios de neumonía u otras patologías graves fueron trasladados del hospital de Cheongdo a otras instalaciones, dijo el viceministro de Salud, Kim Gang-lip, a reporteros. 16 de ellos presentaban un cuadro crítico, agregó. El brote ha entrado en una nueva fase grave, agregó el funcionario, que mostró un optimismo moderado acerca de que pueda contenerse en la región que rodea a la ciudad de Daegu, donde se reportó el primer caso el martes.

Ayer en la mañana, la ciudad de 2,5 millones de habitantes y áreas cercanas sumaban 352 pacientes, incluyendo los dos fallecidos en el hospital Cheongdo.

Funcionarios de salud examinaron a 9.300 fieles, y dijeron que 1.261 presentaban tos y otros síntomas. Cuatro habían viajado al extranjero en los últimos meses, uno de ellos a China, aunque la visita fue a principios de enero y no cerca de Hubei.

Mientras, una decena de localidades italianas estaban ayer bajo cuarentena virtual luego de que el coronavirus cobró dos vidas en Italia y se propagó entre personas que no tenían relación directa con el origen del brote.

Los contagios secundarios llevaron a las autoridades de localidades en las regiones norteñas de Lombardía y Véneto a ordenar el cierre de escuelas, negocios y restaurantes, y a cancelar eventos deportivos y misas. El alcalde de Milán, la capital comercial del país, decretó el cierre de las oficinas públicas.

Cientos de personas que entraron en contacto con los más de 40 enfermos confirmados en el país estaban aislados a la espera de los resultados de sus pruebas, y equipos de Protección Civil instalaron un hospital de campaña en el exterior de uno cerrado en Veneto para examinar al personal médico.

En una de las zonas más afectadas, Codogno, donde uno de los primeros pacientes del grupo estaba en estado crítico, su avenida principal estaba prácticamente desierta, con sus supermercados, restaurantes y tiendas cerrados.

Las pocas personas en la calle se cubrían la cara con mascarillas, que estaban casi agotadas en las farmacias.